¿Y si Cambio? Cómo sanar la traición en la relación de pareja

¿Alguna vez has sufrido la herida de la traición en la relación de pareja? ¿Esa sensación de haberlo dado todo y de todas maneras sentirte engañada y desvalorizada? Llegando a preguntarte ¿Será que no fui suficiente, será que no hice lo suficiente? ¿Será que soy muy joven, muy vieja, muy gorda, muy flaca o muy fea? Interrogantes que buscan explicar el porqué, dándole espacio a la culpa, olvidándote que tu valía como persona y como mujer no está definida por la traición de otro. No es su culpa.
Muchas mujeres piensan que se trata de la edad o de la belleza física, pero en verdad, esta es una situación que viven las jóvenes, las adultas o las mujeres de la tercera edad, las que están en buena posición económica o tienen medidas corporales de miss.
¿Cómo entender esta herida tan profunda?
La traición, en su esencia más cruda, es una ruptura de la confianza. Es cuando alguien en quien depositamos nuestro amor, nuestras esperanzas y nuestra vulnerabilidad, quiebra ese pacto de lealtad.
En una relación de pareja, a menudo se manifiesta como infidelidad, que va más allá del mero acto físico; es el engaño, la mentira prolongada, la doble vida que nos hace cuestionar nuestra propia percepción de la realidad.
Imagina esto: has invertido años, sueños, risas y lágrimas en una relación. Has creído cada palabra, cada promesa, cada ilusión, cada sueño, cada mirada de amor. Especialmente cuando se trata del primer amor, cuando el amor hace que entregues tu poder de decisión a la otra persona la posibilidad de caer en esta red de engaños es mayor, y cuando ésta se desvela, la realidad te desmorona y el dolor es tan intenso que puede paralizarte. Muchas dicen “es como un tsunami que lo arrastra todo, un terremoto que me deja en un hueco”.
Entras en un proceso de búsqueda, propia del duelo. Pero déjame decirte que encontrar las causas de la traición no es tan simple. Se pueden identificar algunas de las razones que podrían llevar a alguien a romper la confianza, sin que ninguna de ellas las justifique:
- Insatisfacción en la relación, ya sea por falta de comunicación, intimidad o conexión emocional.
- Problemas personales no resueltos, como baja autoestima, adicciones, traumas pasados o una falta de madurez emocional.
- Falta de compromiso, búsqueda de novedad o emoción, que no considera el daño que causa.
- Dificultad para colocar límites y comunicación no efectiva, donde no hay acuerdos claros y ni una comunicación abierta que permita conocer las necesidades y expectativas del otro.
Las cicatrices invisibles de la traición
Cuando sufrimos heridas, sangramos y cuando éstas se cierran, quedan cicatrices. En el caso de la traición, estas heridas son invisibles y duelen más:
- Dolor emocional intenso, acompañado de rabia, tristeza profunda, confusión, incredulidad, culpa y vergüenza.
- Aislamiento, para evitar el contacto social.
- Depresión, ansiedad y dificultades para dormir.
- Deterioro de la autoestima “¿Qué hice mal?”, “¿No soy suficiente?”.
- Miedo a volver a confiar y un temor paralizante de abrir el corazón nuevamente.
Esto es impermanente… y va a pasar
Sé que el camino se torna oscuro y quiero que sepas que hay una luz al final del túnel. Tu vida continúa, recuerda: “esto también pasará”:
- Validando tus emociones, lo cual significa aceptarlas y vivirlas, no reprimirlas. Sea rabia o tristeza, permítete sentirlas. Incluso, llorar es sanador, gritar en un lugar seguro puede liberarte.
- Buscando apoyo, hablando con una amiga de confianza, un familiar o un psicólogo puede aliviar la carga y darte una perspectiva diferente. ¡Nada de aislarte!
- Cuidando de ti misma, para recuperar tu amor propio. El autocuidado te llevará a priorizar tu bienestar físico y emocional, alimentándote de forma saludable, haciendo ejercicio, meditación o actividades que disfrutes.
- Estableciendo límites claros, alejándote de la fuente del dolor, lo cual significa distancia física o emocional del traidor para poder sanar.
- Reconstruyendo tu autoestima, recordando quién eres y todo lo que vales. Enfocándote en tus fortalezas, talentos y logros. La traición no te disminuye, sólo revela la debilidad de la otra persona.
- Aprendiendo de la experiencia, aunque doloroso, este episodio puede ser una oportunidad para crecer. ¿Qué aprendiste sobre ti misma? ¿Qué tipo de relación quieres en el futuro? ¿Qué señales puedes identificar ahora?
- Volviendo a creer en el amor, con cautela y sabiduría. Obviamente, es normal que aparezca el miedo a confiar. Dale tiempo al tiempo. Cuando estés lista, permite que el amor entre de nuevo, siendo consciente y construyendo relaciones basadas en el respeto y la honestidad.
- Recuerda No todas las personas son iguales, y esta experiencia no define su capacidad de amar ni de ser amada.
Definitivamente, puedes transformar, con una fortaleza increíble. el dolor en sabiduría, la rabia en fuerza y la decepción en resiliencia para un nuevo comienzo, para una versión más fuerte, sabia y amorosa de ti misma!
Yamilet Pinto
Psicóloga
FPV. 16.092
@Yamiletpinto yamipinto@gmail.com
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