Opinión

Villa Universitaria para Guayana

Así lo hizo Japón, cuando su única materia prima, era la férrea voluntad y la abnegada dedicación de su gente.
jueves, 03 septiembre 2020

La gente sueña con la Guayana de ayer, a la cual no podremos volver. Tenemos que refundarla, con nuevos valores y ambiciosos objetivos.

Uno de ellos, es utilizar las materias primas que poseemos, para añadirle, en el país, tanto valor agregado como sea posible.

Por ejemplo, el mineral de hierro, ya no debería ser exportado a Inglaterra, Alemania o EE.UU. Estamos, moralmente obligados a procesarlo aquí y convertirlo en cabillas, láminas, tubos, entre otros y proyectar una nueva dimensión a nuestro proceso de industrialización y a la economía.

Con el oro ocurre otro tanto. Debería ser refinado en Tumeremo, estado Bolívar y 90 % del mismo, convertido en barras, enviarse a las bóvedas del Banco Central, para ir incrementando el valor de nuestras reservas; mientras que 10 % restante, sería vendido a los orfebres de la zona, con la obligación de convertirlo en joyas de calidad, para el consumo nacional y la exportación.

Estos, son sólo dos ejemplos, de los muchos que pueden ofrecerse. Este proceso de conversión regional, requerirá dos acciones. Primero, que el sector político, Fedecámaras, los sindicatos debidamente organizados y la comunidad en general, aprueben este nuevo curso de acción y lo conviertan en política de Estado, para la economía y el país.

Luego, que se fomente y extienda, una educación con más intensidad y calidad, enfocándola en los requerimientos del mercado. Para ello, debemos trabajar arduamente, el Estado, los empresarios y la comunidad, todos comprometidos con esa reconversión de Guayana y su desarrollo; un desarrollo que por cierto, no tiene porqué seguir la misma senda del pasado.

Así lo hizo Japón, cuando su única materia prima, era la férrea voluntad y la abnegada dedicación de su gente, con la cual doblegaron serias vicisitudes, y alcanzaron el éxito que hoy, orgullosamente exhiben. Por esas razones, ese país se convirtió en referencia obligada para el mundo y para Venezuela también.

Para seguir esos pasos y lograr el ambicioso y exigente objetivo de, trascender el umbral del primer mundo, proponemos, como uno de los eslabones necesarios en esa larga cadena de la conversión y desarrollo, la creación de una Villa Universitaria para Guayana.

Se trata de un sistema educativo en el cual se paga la matrícula para que el alumno sea más exigente con la institución y se recorta la duración de la carrera, para hacer más eficiente el proceso de aprendizaje, sin disminuir, por supuesto, la carga académica. Así pues que esta debería ser, para Venezuela y Guayana, una institución pionera y de avanzada.

Empezaremos con la propuesta de refacción o construcción de la misma, la cual debería exhibir una arquitectura moderna para sus edificaciones; pequeñas y futuristas aulas de clases, que utilizarían tecnología de punta para la climatización del ambiente, activación de la iluminación, ingreso a ellas mediante reconocimiento facial o impresión digital; gigantes pantallas electrónicas; novedosos laboratorios, así como amplios y modernos talleres.

Contaría con un edificio, solo para ubicar salas de estudio (con computadoras, para la consulta, en sustitución de las tradicionales bibliotecas); anfiteatros para foros u otro tipo de eventos masivos, nacionales o internacionales; extensas instalaciones deportivas, para el ejercicio y fortalecimiento físico del universitario; teatro, tiendas, comedores y cafeterías; dormitorios, con facilidades de lavandería y cocina o kitchenettes, para estudiantes de la región e internacionales.

Además, un hospital universitario para un determinado público o tipo de pacientes y para la investigación y el desarrollo, así como también para la producción de ciertos medicamentos. Debemos pisar la huella del primer mundo y no hay razón alguna para no hacerlo, excepto por la falta de sueños, de coraje o disciplina. Nadie es mejor que nosotros, y podemos demostrarlo.

Dentro de las fortalezas de la Villa Universitaria, hay que mencionar que el proyecto requiere de trabajo en equipo de docentes, estudiantes, colaboradores, empresas, patrocinadores y comunidad en general.

Tendría que enfocarse en mejoras continuas de la planta física, el área académica y administrativa, con crecimiento, de la mano del mercado. Además, debe contar con soporte privado e institucional.

Esta villa o complejo cultural, debe comenzar, levantándose en una parcela extensa, con frondosos jardines y amplias áreas verdes.

Pudiera ser, integrado por y en los terrenos del Universidad Nacional Experimental de Guayana y la Universidad Nacional Experimental Politécnico Antonio José de Sucre, en el cual debería incluirse el hospital Uyapar, convertido en Hospital Universitario y Centro de producción de algunos medicamentos.

Como campus, deberá disponer de su propio cuerpo de policía, aunque vinculado a la seguridad pública del Estado.

Sobre logística y organización

El Internet, la digitalización y la informática, serán herramientas fundamentales para el estudio. Las nuevas tecnologías serán protagonistas del desarrollo universitario, por lo que en este sentido, la universidad deberá desarrollar su propia plataforma virtual para facilitar la comunicación entre profesores y alumnos.

Como organización, la Villa Universitaria debería tener tres objetivos:

1. El desarrollo de una enseñanza superior, guiada por el mercado, quien será siempre, su brújula y su evaluador.

2. La investigación y el desarrollo, se enfocará a la sustitución de importaciones, como primer paso, al mejoramiento de procesos, de equipos y de herramientas, fundamentalmente.

3. La extensión. Se firmará convenios con la industria y el comercio para que los estudiantes puedan alternar el tiempo en aula (trimestre o semestre), con tiempo en campo, taller o fábrica, en una proporción aproximada de 70 % en aula y 30 % en área (esto puede variar).

Será como una práctica en servicio, la cual incluirá, estudios en línea o a distancia, así que este plan solo se ofrecería para determinadas materias.
La institución, también ofrecerá cursos iniciales de nivelación. A la universidad ingresará aquel estudiante que aprobare el examen de admisión.

La casa de estudios y la industria, podrán otorgar becas a quienes se distingan por su excelencia académica. Quien no goce de una beca, podrá tener acceso a un préstamo que deberá pagar, por cuotas, cuando comience a trabajar.

Se requerirá un alto desempeño académico para permanecer como estudiante regular en la universidad. El estudiante podrá optar a ingresar con una carga académica subestandar, pero no podrá ser elegible, en los mismos términos, para los beneficios que normalmente, ofrece la universidad a sus estudiantes, como becas o préstamos.

Oferta académica

La universidad está orientada a impartir enseñanzas en múltiples disciplinas del conocimiento humano y en este sentido, formará profesionales de cara al futuro, promoviendo y estimulando actitudes para las investigaciones necesarias, en lo científico, tecnológico y humanístico.

En los estudiantes, desarrollará los valores éticos, el sentido de la responsabilidad y la voluntad de servicio; como se dijo anteriormente, la Villa Universitaria formará profesionales a nivel de técnicos (ingenieros auxiliares) pregrado, maestría y doctorado. Se enfocará en las carreras necesarias para la industria de la Guayana de hoy y del futuro.

La orientación del contenido académico de los cursos, estará dada por los requerimientos del mercado laboral, considerando siempre el contexto económico y social de nuestro país.

Algunas de las carreras a ofrecer son: Ingeniería Civil integrada con Urbanismo y Arquitectura. La combinación de estas tres disciplinas, debería producir un profesional comprometido con el concepto de ciudad y de vivienda humana, y contribuirá con un mundo que seguirá creciendo y necesitando nuevas y mejores soluciones.

Agronomía, Medio Ambiente y Ciencias de la Alimentación, las tres en una, para buscar más y mejores soluciones nutricionales, para un número de habitantes cada vez mayor, y combinando la responsabilidad con el medio ambiente y con la calidad de los nutrientes que requiere el ser humano.

Informática, Computación y Sistemas; el mundo rueda y se transforma aceleradamente con estas tecnologías. Las ingenierías Mecánica, Metalúrgica, Eléctrica y Química, con ciertas combinaciones/integraciones, para crear un ingeniero Industrial a lo europeo.

Ingeniería Nuclear, pues no podemos ignorar el desarrollo en esta disciplina. Ingeniería de Mantenimiento, que combine la mecánica, la electricidad, la electrónica y el taller.

Biotecnología, Gerencia Industrial y Ciencias Gerenciales, enfocados en la Dirección de empresas.

Medicina con algún área de especialización, y la formación de licenciados en enfermería, Médicos Auxiliares (4 años), Médicos Cirujanos (6 años) y determinadas especialidades, como Gerencia de Hospitales, etc. De este hospital dependería un centro de producción de ciertas medicinas. Una Escuela de Ciencias (física, química, matemáticas, biología).

Estos son solo algunos ejemplos de lo que podría hacerse para contribuir con la reconversión de nuestra Guayana.

La Villa Universitaria, además de las maestrías y doctorados, pondrá a disposición de los profesionales, cursos de actualización y mejoramiento profesional, en diferentes áreas. Esos cursos serán impartidos en fines de semana y en horario nocturno.

Respecto al cuerpo académico, el nuevo profesor, debe convertirse en guía o tutor del estudiante. La figura autocrática del maestro debe dejarse en el pasado. Cada docente tendría asignado un pequeño grupo de estudiantes, que guiará desde el punto de vista académico, a lo largo de su carrera; él deberá ser capaz de despertar en ellos, la curiosidad por el conocimiento, la investigación y el desarrollo.

El cuerpo académico, debe estar constituido por personas estudiosas, activas, experimentadas (deben tener amplia experiencia laboral) y de conducta moral intachable.

La Villa Universitaria, también establecerá vínculos sólidos con otras universidades, preferiblemente foráneas, para el intercambio de conocimientos, profesores y alumnos. A esta Villa Universitaria, podrán integrarse otras universidades o institutos de educación superior de la región, siempre que cumpla con ciertos estándares.

El financiamiento de esta institución será de forma privada y sus accionistas o patrocinadores, serán inversionistas varios, empresas privadas o públicas y el Estado. Por ello, deberá ser autosuficiente en lo económico. Así pues que el mantenimiento de la institución y los sueldos y salarios del personal, serán sufragados con los aportes de la matrícula estudiantil, los contratos por investigación y desarrollo con las empresas, la renta de dormitorios y locales comerciales y donaciones y aportes varios.

Una buena educación es imprescindible para una sociedad, necesaria para una industria y deseable para un estudiante exigente. La inversión en educación, es desarrollo y debemos hacerla para obtener calidad y no cantidad.

El eslogan de esta Villa Universitaria, proponemos que sea: “El desarrollo de un país, se hace enriqueciendo permanentemente su cultura”. Decía Mahatma Gandhi, palabras más, palabras menos: “tu creencia se convierte en tu pensamiento y tu pensamiento, en tu verbo, y ese verbo se transforma en acción y esa acción delinea tu conducta y esa conducta hace destacar tus valores”. La clave está en implantar en el niño, desde su gestación, la creencia de que con una palanca podrá mover el mundo, y lo hará.

La solución es aprender y enseñar, y para esto, debemos plantar una escuela en cada calle para que todos los ciudadanos del país, asistan permanentemente, a clases. ¿De qué otra forma podríamos salir del subdesarrollo?

Nota: Este, al igual que la mayoría de mis escritos, no es más que la interpretación del tejido de sueños, que millones de compatriotas, ante la debacle, queremos trenzar y proponer para una reconversión o reconstrucción, sujetos por supuesto a su perfeccionamiento. Todas, son ofertas para combatir la miseria y reinstaurar la justicia y la libertad. Hagamos un sentido esfuerzo por bordar una digna historia.

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