Uno vive como puede (Cómo cruzar el río de la vida)

“Nadie puede construirte el puente sobre el cual tú, y sólo tú, deber cruzar el río de la vida”
-Friedrich Nietzsche-

La afición por leer temas de psicología me ha llevado conocer un poco del magnífico legado de Carl Gustav Jung, fundador de la escuela de la psicología analítica. Para Jung era habitual recibir cartas.

Una mujer le envió una en 1933, en la que le preguntaba cuál era la forma correcta de vivir, y qué deben hacer las personas para tener una vida feliz y eludir las dificultades y el sufrimiento.

El célebre psiquiatra suizo le respondió a la dama de la siguiente manera: “Estimada señora, sus preguntas no tienen respuesta, porque quiere saber cómo se debe vivir. En realidad uno vive como puede. No existe un camino único y definido para el individuo. Si eso es lo que quiere, será mejor que se una a la Iglesia Católica, donde le dicen qué es y qué no. Además, este camino encaja con el camino promedio de la humanidad en general”.

Una forma de conocer la personalidad y el legado teórico de Carl Gustav Jung es leyendo su correspondencia, la cual se encuentra reunida en el libro Selected Letters of C.G. Jung. Se dice que quien se sumerja en su lectura se encontrará con un tema recurrente.

Y es que el ser humano suele temblar ante la incertidumbre y los desafíos, ansiando siempre una brújula experta que lo guíe, por eso muchas las personas buscaban su consejo sobre cómo cruzar el río de la vida.

Esperaban que el fundador de la psicología profunda les revelara cómo tener una existencia más digna y feliz. Carl Gustav Jung fue un faro que con su luz, procuró ser guía para cientos de personas que solicitaban su consejo.

Sin embargo, a decir de los estudiosos de su legado, en sus cartas él nunca ofreció pautas concretas sobre cómo alcanzar la felicidad o cómo vivir de manera correcta. Jung más bien invitaba a la reflexión, a despertar el sentido crítico y a que cada quien realizara un viaje a su propio interior. Ahí donde según él residían todas las respuestas.

Él sostenía que para entender el sentido de la vida se debe tener algo muy presente: No hay un camino preconcebido para nadie, cada quien se verá en unas condiciones y circunstancias únicas.

Es aquí donde toma prestada la idea de Nietzsche, según la cual nadie puede construirnos un puente sobre el que habremos de cruzar en soledad el río de la vida.

El ser humano se va conociendo y revelando en cada pequeña cosa que hace, así que cuando la angustia y el arrepentimiento nos acompañan en el viaje de la vida, no queda más que aceptar lo sucedido.

Jung decía que todos tenemos una sombra que se torna más oscura y densa, cuanto más oculta está de la vida consciente del individuo. Revelarla, traerla a la luz permite mirar el horizonte con mayor esperanza, en tanto sirve para disipar la ansiedad y rebajar el peso de los arrepentimientos.

Se avanza al ser guiados por la voz interna del sabio que nos susurra a cada paso, que hagamos lo correcto y transformemos la experiencia cotidiana en sabiduría.

viznel@hotmail.com

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