Una mirada a la didáctica desde una visión más profunda y reflexionada

“El término de ‘formación’, con sus connotaciones de dar forma y conformar, tiene el defecto de ignorar que la misión del didactismo consiste en estimular el autodidactismo, despertando, suscitando, favoreciendo la autonomía del espíritu”, Edgar Morin, 2000.

Tal como se manifiesta en el pensamiento Complejo de Morin, se puede decir que la didáctica va más allá de lo que se va a enseñar o los procesos de formación que se pueden desarrollar, se enfoca en el arte de enseñar, dado que el mismo forma parte de nuestra vida, y cada uno de nosotros tiene una idea personal de lo es enseñar. Es importante mencionar que la didáctica es entendida por dos términos fundamentales: amplio y pedagógico.

En el sentido amplio, esta solo tiene como fin estudiar las estrategias y procesos que utiliza el maestro para enseñar, donde toma como enfoque poder ayudar a cambiar de conductas y aprender algo sin tomar en cuenta lo socio-moral. Sin embargo en el sentido pedagógico esta parece estar acoplada con lo socio-moral, que es formar ciudadanos, eficientes, conscientes y responsables que hoy tanto se requiere para la educación venezolana.

La didáctica aunque lo pareciese, no es una disciplina que se pueda desarrollar sola, sino que necesita de los conocimientos de la psicología, sociología, biología y la metodología científica creando así una visión de un ser libre y responsable.

Sustentando la información con el modelo constructivista basado en las teorías de Piaget, Ausubel, Bruner y Vigotsky, donde se explica que el conocimiento no se transmite sino que se construye, donde cada quien edifica sus propias interpretaciones del mundo basándose en sus experiencias.

Estimo que el término “didáctica” relacionándolo con el método constructivista es una disciplina dinámica, participativa e interactiva, dado que facilita la enseñanza en los maestros y el aprendizaje en los estudiantes.

Es por eso tan importante que el docente aplique estrategias innovadoras que les permitan el logro de competencias y capacidades en los niños, no obviando la importancia de lo socio emocional. Teniendo siempre presente este pensamiento de Aristóteles, Educar la mente sin educar al corazón no es educar en absoluto.

Para cerrar mi disertación sobre la Didáctica me queda claro que para desarrollar un proceso de aprendizaje este debe estar centrado en el arte de enseñar que a su vez es el arte de descubrir, pensar y cuestionar, no es solo transmitir conocimientos sino enseñar a ser.

Los docentes hoy más que nunca estamos llamados a innovación y creación de nuevos y variados espacios de aprendizajes para nuestros niños y con mayor atención a los más pequeños.

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