¿Un nuevo Orden Mundial?
Todos los días se incorporan nuevos y determinados cambios a nuestras vidas y a nuestro universo. Toman la forma de bienes y servicios, siempre más eficientes, más modernos.
Por otro lado, el desconocimiento del presumido “futuro incierto” que ocasionarán los antes nombrados cambios, siempre genera y multiplica, las hoy denominadas “teorías conspirativas”, atribuidas a los “malvados, herejes y sediciosos”, responsables de “maquinaciones, intrigas y confabulaciones”.
Esa lista de “conspiradores”, en tiempos modernos, ha sido encabezada por gente como los Rockefeller, los Rothschild, y de los personajes más recientes, los Obama, los Clinton y hasta Henry Kissinger, todos, individuos poderosos, capaces de influir sobre el futuro.
Uno de esos importantes episodios que sacudió a la civilización, bautizado hoy en día como “Nuevo Orden Mundial”, ocurrió con la adopción de las distintas religiones en el mundo.
Ellas cambiaron muchos hábitos barbáricos, para hacer más civilizada y armónica la coexistencia humana en la tierra.
La iglesia y el poder político se unieron para la promulgación de normas y patrones de educación, cuyo objeto, entre otros, fue el de inculcar en la gente, nuevos valores religiosos y promover patrones de conducta, cónsonos con las nuevas creencias y tiempos.
La Revolución Francesa fue otro de esos movimientos (NOM) de trascendencia, que afectó drásticamente la política y hasta la visión que se tenía de gran parte del mundo.
Propició gestas emancipadora en muchos países y abatió una cultura de castas, hoy casi extinta, con el establecimiento de nuevos patrones de libertad y justicia. Ello ocurría en el siglo de la luz.
Otra manifestación que también sacudió estructuras globales, surgió a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX; fueron las revoluciones industriales I y II. Estas pusieron a disposición del hombre, por primera vez en la historia de la humanidad, un torrente de bienestar económico y social, inimaginable.
Pero igualmente, los conflictos de la primera y segunda guerra mundial, unidos al desarrollo de la bomba atómica, cambiarían para siempre la dimensión y enfoque del hecho de la guerra, e induciría a la creación de importantes instituciones regionales y globales.
En apenas 50 años, la tecnología impactaba al ser humano y transformaba su economía, lo cual fue su mayor logro, más no le permitió copar con el desarrollo social, en la misma proporción.
Los años 1940’s, fueron un reto a la inteligencia; durante este período, tomó forma la idea de una convivencia pacífica y de estabilidad económica; por ello se crean instituciones nunca antes pensadas.
Por ejemplo, el 24 de octubre de 1945, nacen las Naciones Unidas y su principal objetivo, mantener la paz y la seguridad entre las naciones, garantizando que no se repitiera el tipo de conflagración que acababa de terminar.
También el Banco Mundial fue creado en 1944 para financiar la reconstrucción de los países destruidos por la Segunda Guerra Mundial.
El Fondo Monetario Internacional, igualmente tomó forma y surgió el 27 de diciembre de 1945, en Bretton Woods, USA, con el objetivo de equilibrar las balanzas de pagos de los países en vía de desarrollo y combatir la pobreza, entre otros; también, en ese lugar, se celebró el famoso acuerdo, con el cual se adoptara el patrón oro. Este duraría hasta 1971.
Surge igualmente la Organización de Estados Americanos (OEA) que tuvo la intención de convertirse en un Foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de América.
Estos fueron años de mucha actividad diplomática, exitosa y edificante; podría decirse que la más floreciente y constructiva de la historia. Todo ello formó parte de la promoción y construcción de ese “renovado Orden Mundial”.
Europa dio un paso ejemplar: comenzó a tejer su unión, la “Unión Europea”, que habría de dar lugar al nacimiento de un nuevo polo de desarrollo importante para el mundo.
Su unión está todavía por consolidarse y dar lugar a la formación de un bloque hegemónico en lo político, económico y social.
El desenvolvimiento de las naciones es otro aspecto fundamental en cuanto al nuevo orden mundial. La investigación & desarrollo, la innovación y el emprendimiento, deben ser, para estos países, herramientas de primer orden, utilizadas con más intensidad en materia de ciencias y tecnología, pero sin excluir, como hasta ahora, lo social. El mundo necesita reivindicar valores supremos como el de la libertad y la justicia e instituciones como el de la democracia.
Haciendo un mapeo del mundo, comenzaremos por China, quien ha venido desarrollándose aceleradamente en lo tecnológico y lo económico. Esta avasallando en su conquista de mercados, pero su carácter de gobierno autoritario, eventualmente, frenará su carrera al éxito integral.
Por su parte, los EE.UU., requieren volver a invertir fuertemente en investigación & desarrollo de tecnologías y se impone mantener un “Estado lo más pequeño posible”.
En cuanto a Latinoamérica y África, estas son zonas geográficas que necesitan hacer un esfuerzo mayúsculo, de unidad para emular a Europa. No tendremos, como continentes, éxito en ninguna de nuestras iniciativas, mientras no consolidemos un mercado común, un sistema económico único y un enfoque y práctica política democrática general.
El mundo debe acelerar su “ordenamiento global”: debe gestar el empleo de unas pocas lenguas de uso universal. Los japoneses han tomado la iniciativa, de enseñar a sus niños cuatro idiomas.
Lo mismo debería ocurrir a nivel global; es necesario para las comunicaciones fluidas entre los ciudadanos del mundo.
Eso no preludie que cada región o país mantenga su idioma original, al igual que sus costumbres, pero pareciera que ha llegado el momento de eliminar barreras, respetando por supuesto, los linderos originales.
Resulta engorroso y anticuado, todo trámites de visas y/o pasaporte, para transitar entre países. Eso debe sustituirse por formas más modernas, como la identificación electrónica, que pueden subyacer bajo la piel. El objetivo es hacer del mundo, una Aldea Global.
En lo político, se hace imperativo adoptar un sistema de libertades y justicia y la practicar de sistema de gobierno democrático participativo, con Consejos de Gestión, a los distintos niveles (municipal, estadal, nacional, continental y global).
La tecnología hace hoy posible el adoptar una gran democracia, participativa, libre, dinámica y equilibrada. La cultura y la educación deben ser llevadas con iguales estándares, a los sitios más recónditos del globo.
En esta propuesta no hay teoría conspiratoria alguna; lo que se pretende es construir un mundo, más democrático, más equitativo, justo y libre.
Cuando Steve Job presentó por primera vez su maravilla tecnológica, el “iPhone”, no se imaginó jamás el impacto que causaría a la sociedad. Inició el desarrollo de un monstruo que hoy denominamos “las Big Tech” que fueron capaces de acumular, en muy poco tiempo, inmensas fortunas y un gigantesco poder político, cimentado en un dominante oligopolio.
Estas tecnológicas son hoy tan fuertes, que acallaron la voz de uno de los presidentes más poderosos de la tierra, como lo es el de los EE.UU. Con este acto, se violó la Constitución Americana y uno de los derechos fundamentales del ser humano: la libertad de expresión, además, en el país más libre de la tierra.
Hoy por hoy, existen cinco amenazas para el mundo, que con inteligencia y cooperación, debemos enfrentar. La primera es el control e influencia de los medios, propiedad de unos pocos, sobre el resto del mundo. El segundo es el de la proliferación nuclear con fines armamentistas. El tercero tiene que ver con la tasa de crecimiento poblacional y las graves consecuencias de una superpoblación.
La cuarta amenaza tiene que ver con el acelerado deterioro del medio ambiente que apunta a herir de muerte a nuestra existencia; y finalmente, el quinto tema, es el de la generación de energía, que de no resolverse, nos llevará al estancamiento y al conflicto.
Todos estos son retos que la humanidad, debe arrastrar colectivamente, con devoción, educación, cooperación, armonía, organización y ética. Ha llegado el momento de los sabios y no el de los fuertes
“No todas las tormentas vienen para perturbar tu vida; algunas llegan para limpiarte el camino…..” De autor desconocido.
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