Sinónimos castellanos
Aberración, error: Nuestra lengua dice: error lleno de buena fe, error magnánimo, error generoso. Nada más absurdo que decir, aberración generosa, aberración llena de buena fe. El error es falibilidad; la aberración es casi apostasía. El error se equivoca, la aberración quiere equivocarse. Todo entendimiento tiene sus errores; todo delirio tiene su aberración. El error es casi un achaque de las ideas; la aberración es casi una dolencia del espíritu.
Innecesario, superfluo: Lo innecesario no hace falta. Lo superfluo sobra. Lo innecesario es una prodigalidad del momento. Lo superfluo es una prodigalidad elevada a sistema. El que da dinero por lo innecesario, malgasta. El que lo da por lo superfluo, dilapida. Lo innecesario puede ser un error. Lo superfluo es siempre es siempre un exceso y un vicio. Pero no digo bien: lo superfluo es el monstruo que ha causado más víctimas en el mundo. Es la locura del que, no teniendo bastante con lo que han hecho Dios y la humanidad para la dicha de los hombres, quiere ser dichoso pidiendo limosna a sus caprichos, para perecer en el hastío y en la ruina; esto es, en la miseria del alma y del cuerpo. El que usa lo innecesario, tal vez podrá luchar. El que se enfrasca en lo superfluo tiene que caer.
Vida, existencia: La vida conviene a todo ser que está dotado de materia organizada y que, por lo mismo, es capaz de movimiento y de reproducción. Así se dice: la existencia conviene a todos los demás objetos de la creación, ora sean substancias reales, ora substancias figuradas. Existen los astros, los mares, la tierra, los polos, los elementos. Existen las sombras, los sepulcros, las cenizas, el vacío, la nada, el absurdo, todo existe. Existe todo lo que se refleja en nosotros bajo cualquier forma, todo aquello que ocupa un lugar en la creación, todo lo que imprime algún matiz en ese gran cristal de la Providencia. Viven el hombre, el animal, la planta. Existen todos los demás seres de la naturaleza. Propiamente hablando, sólo vive lo que tiene alma y cuerpo, vigor y sensibilidad. Existe todo lo que tiene una entidad cualquiera.
Habilidad, destreza: Habilidad viene del latín habeo, que significa haber. Destreza se deriva de dirigir, voz derivada de regir, del latín regere. La habilidad da idea de una persona que puede habérselas por sí misma, que por sí misma influye, obra y lleva a buen término sus negocios. La destreza nos da la idea de un hombre que, por luz natural y por experiencia de la vida, ajusta y dirige las cosas con conocimiento y con discreción. El hábil se mueve: es apto, es dispuesto, es idóneo. El diestro encamina: es conocedor, es prudente, es perito. La habilidad es temperamento, gusto, naturaleza. La destreza es educación, estudio, ejercicio. Para concebir, busquemos hombres hábiles. Para ejecutar, busquemos hombres diestros. En la habilidad entran la argucia y el ingenio. En la destreza entra el instinto de la organización y de la práctica. Los buenos diplomáticos son hábiles. Los buenos militares son diestros.
Fuente: Sinónimos Castellanos, de Roque Barcia.
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