Sinónimos castellanos
Incumbencia, competencia: La incumbencia es privada. La competencia es judicial. Un padre dice: a mi no me incumbe reprender y educar al que no es mi hijo. Un juez dice: a mi no me compete conocer en asuntos extraños a mi jurisdicción. Competencia se distingue además de incumbencia en que significa la idea de discordancia y de disputa, por lo cual dice nuestro Cervantes que don Quijote tuvo muchas veces competencias con el cura de su lugar (que era hombre docto, graduado en Sigüenza) sobre cual había sido mejor caballero, Palmerin de Inglaterra o Amadis de Gaula. Nada más extraño que decir que tuvo incumbencias con el cura.
Enterrar, inhumar: Inhumar se deriva de humus, tierra, de donde viene la palabra hombre, porque de tierra fue formado. Se entierra un tesoro, un objeto hurtado, un animal. Se inhuma el cadáver del hombre. Se entierra para que el objeto enterrado este seguro. Se inhuma para tributar un obsequio al hombre inhumado. Enterrar es una operación. Inhumar es un homenaje y una fe.
Increado, infinito, inmenso, eterno: Dios no tuvo principio. Esto quiere decir que no tuvo origen, que nadie le creó; he aquí lo increado. No tiene fin; he aquí lo infinito. Nadie le ha medido, porque el espíritu no admite medida; he aquí lo inmenso. No puede destruirse, porque el espíritu no puede acabarse; he aquí lo eterno. Increado dice relación al principio. Infinito, al fin. Inmenso, al espacio. Eterno, al tiempo.
Forzar, violar: Diego forzó la puerta. No se puede decir: Diego violó la puerta. ¿Por qué? Porque en la puerta no hay decoro, no hay voluntad. Diego forzó a su criada. No podría decirse con igual propiedad: Diego violó a su criada, porque la violación supone razones de conciencia que no convienen a la voz forzar. Usando esta palabra se expresa la idea de que Diego cogió a su criada y la violentó materialmente, a brazo partido; mientras que diciendo Diego violó a su criada se expresa la idea de una violencia moral, un engaño, un ardid, una perfidia, tal vez un compromiso. Tarquino violó a Lucrecia. No puede decirse: tarquino forzó a Lucrecia, porque no medió la lucha material, no hubo abuso de fuerza, sino abuso moral, lucha y compromiso de fuero interno. Un hombre da opio a una mujer, y la deshonra durante el sueño. Ese hombre no ha forzado a la mujer dormida, no ha tenido lugar la resistencia; pero la ha violado, porque ha sido pérfido, porque le ha causado una infamia contra la voluntad de aquella mujer, porque ha cometido un estupro, un verdadero estupro mirado el asunto en conciencia. En forzar no entra más idea que la de violencia física. Así es que puede forzarse a una mujer sin deshonrarla, como sucedería cuando se forzase a una mujer de vida airada. Por el contrario, no se concibe una violación sin que se haya profanado alguna idea de opinión y decoro. Violar supone tres ideas distintas: la de perfidia, la de infracción y la de deshonra. Mi amigo violó el secreto que le confié; el amante violó el juramento que hizo a su amada: he aquí la perfidia. Napoleón violó el tratado de la cuádruple alianza: he aquí la infracción. Apio violó a Virginia: he aquí la deshonra. El lector comprende cuán absurdo fuera decir: mi amigo forzó el secreto que le confié; Napoleón forzó el tratado. Forzar expresa una relación material. Violar expresa relaciones morales, políticas y hasta religiosas, puesto que puede violarse un asilo sagrado. Fuente: Sinónimos castellanos, de Roque Barcia.
viznel@hotmail.com
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/GxCaEgZ5efzEdOTW9ea1nZ
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia