Sinónimos castellanos
Enfermedad, dolencia: Enfermedad es una corrupción de las dos palabras de su origen. En vez de decir in, que significa negación, dijimos en, y en lugar de decir firme, dijimos ferme. De modo que formamos la palabra enfermedad en vez de haber formado infirmedad, casi copiando el infirmitas de los latinos. Decir enfermo es como si dijéramos in-firme. Excusado es decir que la dolencia viene de doler. La diferencia de estas dos voces no puede ser más clara y definida. La enfermedad es infermeza. La dolencia es dolor.
Expeler, expulsar: Estudiemos las dos frases siguientes: lo expulsé de mi casa, lo expelí de mi casa. Para expulsarlo basta que dijera una palabra que nos enfrentase. Para expelerlo sería necesario que, además del insulto, hubiese algo tan repugnante, tan nauseabundo, tan asqueroso, en las palabras o los ademanes de aquel hombre, que no pudiéramos humanamente resistir su presencia. Entonces lo expelemos, es decir, lo arrojamos de nuestra casa, como quien expele una lombriz. Al expeler a un hombre de nuestra casa, no lo consideramos como hombre, sino como un insecto. Tal es la significación del verbo expeler en sentido propio. Significa pulgar. Expeler por la cámara, por las narices. Expeler sangre por la boca; expeler los malos humores. Claro es que no puede decirse, expulsar los malos humores. Expulsar sangre por las narices. Expulsar significa arrojar, separar de nosotros, más que con desprecio, con indignación. El animal expele; el hombre expulsa. Esto quiere decir: expele el cuerpo; expulsa el alma.
Gana, voluntad, querer: La gana es buen grado: de buena gana. La voluntad es una potencia: memoria, entendimiento y voluntad. El querer es un sentimiento: nunca se olvida un buen querer. Quien dice gana dice deseo. Quien dice voluntad dice fuerza motriz. Quien dice querer dice cariño.
Preciso, menester: Llamamos preciso a lo necesario, a lo indispensable para cualquier fin; menester viene a significar igualmente la necesidad de la cosa; pero advertiremos entre ambas expresiones esta diferencia: que lo preciso es el resultado, la consecuencia de una necesidad, de un deber, de una obligación, lo preciso es forzoso. Menester es más libre, pues a veces depende de nuestra conveniencia, de nuestra utilidad, de nuestra voluntad. Esta diferencia se nota en el uso común de las frases. Para ir a América es preciso embarcarse, es forzoso, no se puede prescindir; nada influye en ello la voluntad. Es preciso morir, porque la muerte es inevitable. En ninguno de estos casos se dirá tan propiamente menester, más si nos valdremos de esta expresión cuando tenga mayor o menor influjo de voluntad. Es menester que cada uno lleve su cruz en esta vida. Para ganara es menester trabajar. Para saber es menester estudiar.
Ruego, suplica: Rogar, del latín rogare, es pedir por favor. Suplicar, del latín plicare, plegar, es someterse. El que ruega pide. El que suplica se doblega; es decir se plega, según dice admirablemente la etimología. Ruega todo el mundo: rogar es vivir. Suplican el débil, el enfermo, el menesteroso: suplicar es merecer. ¡Bienaventurado el que suplica, porque de él será el reino de los cielos! Fuente: Sinónimos castellanos de Roque Barcia.
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