Sinónimos castellanos
POSEER, TENER: Tener viene de teneo, tenes, de donde se origina tenencia, teneduría, pertenecer, pertenencia, impertinencia, impertinente, etc. Poseer se deriva de possideo, compuesto de pos y de sedeo, que equivale a sentarse. Lo que ahora tenemos podemos dejar de tenerlo dentro de un instante. Ahora tenemos una naranja, nos la comemos y dejamos de tenerla. Por el contrario, la posesión envuelve la idea de una tenencia estable, de asiento, porque de asiento viene posesión. Así diremos, repitiendo el ejemplo de antes: tenemos la naranja en la mano. Claro es que no podría decirse: poseemos la naranja en la mano. La tenemos en la mano porque allí esta, porque allí la habemos. No la poseemos en la mano porque la posesión no es un estado, sino un acto, una acción, un disfrute, un derecho, y los derechos no pueden tenerse en la mano. De lo que tenemos podemos usar. Lo que poseemos podemos venderlo y comprarlo. Tenemos alma, no la poseemos. La tenemos porque existe en nosotros, y porque con ella nos movemos, sentimos y pensamos. No la poseemos porque no la hemos comprado, ni heredado, ni adquirido, ni podemos comprarla, venderla, heredarla o adquirirla.
Tenemos lo que disfrutamos. Poseemos lo que adquirimos. Tener es natural. Poseer es civil. Tener es más, infinitamente más que poseer, porque tener representa la naturaleza, mientras que poseer se relaciona con el derecho humano. Sin poseer podemos vivir, pues el mendigo vive y no posee. Por el contrario, vivir no es posible sin tener, puesto que nadie puede vivir sin tener vida. Poseemos una casa. Tenemos un Dios.
DESTINO, SUERTE: La suerte que nos sonríe hoy nos vuelve la espalda mañana: la suerte es voluble. El hombre viene al mundo con un destino; ese destino es inmutable. La suerte está en relación con los sucesos contingentes del mundo. El destino se relaciona con los designios necesarios de la Providencia. Cuando no podemos con las flaquezas merecidas de nuestra propia indiscreción, cuando nos agobiamos bajo el peso de nuestras desventuras, que es casi siempre el peso de nuestros errores y de nuestros vicios, arrojamos la carga bajo los hombros de la suerte: es la encubridora de nuestros yerros. Cuando ya no podemos con ciertas desdichas incomprensibles, ocultas en el espíritu universal, como la palma de los mártires, invocamos el favor del destino: es la esperanza de nuestros dolores. La suerte tiene algo de superstición, como las brujas. El destino algo de sistema, como la razón; algo de dogma, como la fe. La suerte es un achaque humano, el destino fue un dios gentil; lo es todavía para una gran parte de la tierra.
ENCINTA, EMBARAZADA, PREÑADA: Encinta quiere decir que va desceñida. Embarazada quiere decir que se mueve con pena, con dificultad, con embarazo. Preñada significa la idea de que abulta mucho. Encinta es desaliño. Embarazada, obstáculo. Preñada, volumen. / Fuente: Sinónimos castellanos, de Roque Barcia.
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