Ser Sororas, Mujer y Feministas a la vez, sin dejar a nadie atrás

En estos días, una de mis alumnas se sorprendió en la clase virtual del diplomado de “Derechos Humanos Internacionales” al cual soy docente del mismo, al momento de yo despedirme utilicé la palabra “Sororidad”, de hecho, luego me escribió de forma privada para indicarme, profesora, esa es una nueva palabra para mí, y tan cargada de significado, en efecto, la “sororidad” viene a formar parte de la solidaridad, pero en específico para las mujeres, y entre las mujeres.

¿Quién hablo de la sororidad? La autora feminista Kate Millet, utilizó en los años 70 la palabra inglesa “sisterhood”, de donde proviene sororidad. “El libro Política Sexual” de Kate Miller, siempre fue un buen referente del feminismo de la segunda ola, luego, la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, siendo una de las propulsoras que hizo más énfasis en utilizar este neologismo, donde hace referencia que la sororidad deriva de la hermandad entre mujeres, visibilizándose como iguales, y que pueden aliarse para poner fin a las desigualdades que han dejado atrás a las mujeres.

Pienso que la sororidad y el feminismo, tienen visiones conexas que ayudan avanzar a las mujeres comprometidas con la ética profesional, en la política, dentro de la ciudadanía, e igualdad de género, es decir, todo lo referente e implícito al ámbito social con el propósito de cambiar al mundo de una forma más incluyente, empoderando a una ciudadanía de mujeres.

Para que las mujeres ejerzan la sororidad y el feminismo, es indispensable que nos sintamos convencidas de ser sororas, mujeres y feministas a la vez, asumo que este tema es muy complejo y poco digerible, pues considero que tiene varias aristas desde la perspectivas de género, como diría la activista Kimberlé Williams Crenshaw “sin la interseccionalidad y el feminismo sería ineficiente”, yo agregaría también que la inequidad existente que mantiene las desigualdades que generan injusticias en la reivindicación de los derechos humanos de las mujeres, buscando así, la no discriminación en los derechos de las mujeres, en el feminismo, y en la sororidad, todo esto genera un gran potencial vinculados y enfocados con los avances de la construcción social de un mundo más democrático entre las mujeres.

La sororidad, las mujeres y el feminismo, requieren que seamos más solidarias entre sí, no es que tenemos que pensar iguales, o ser amigas, lo que si debemos es ser más sororas, y resilientes entre todas, con una identidad de hermanas basada en el sentido de “sisterhood” (hermandad). La escritora y activista estadounidense Kate Millet, cuando acuñó el término (sisterhood), nos indicó que deberíamos mostrarnos, y accionar unidas bajo un perfil sororo, apoyarnos con miras a enfrentar la cultura patriarcal y misógina, que etimológicamente ha sido secular, y que han querido invisibilizar las transformaciones, cambios, leyendas, historias, luchas feministas, y de las mujeres.

Es necesario que sigamos trabajando con políticas diseñadas y estructuradas de una forma transversal, es decir, no podemos dejar a nadie atrás. Sabemos que muchas mujeres no comparten lo que es el feminismo, y mucho menos la sororidad; pero tampoco, las tenemos que apartar, es URGENTE enseñarles y explicarles, que la teoría feminista no es como muchas personas la han definido, de hecho, la Real Academia la introdujo hace poco dentro de su diccionario, dando la siguiente connotación “Amistad o afecto entre las mujeres, y la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento”

Las “FEMINISTAS” han sido parte de la incorporación sororas dentro de nuestros lenguajes; esto quiere decir qué, por mucho que nos quieran atrasar, ¡NOSOTRAS SEGUIMOS ADELANTE! si el feminismo existe, es porque simplemente existimos todas las mujeres comprometidas con nuestros derechos y defensas, aunque si en ciertas ocasiones han querido desunirnos en vez de unir, esta ruptura ha sido causa por desconocimiento del mismo término sororo, claro, ninguna de nosotras nacemos aprendidas, no somos eruditas del tiempo, de lo único que estoy segura es que, “Cuando una mujer avanza, avanzamos todas de forma sororas” en acciones y condiciones reales y no entredichas.

Creo firmemente en los Movimientos feministas y sororos, de hecho, pertenezco al mundo del feminismo para feministas, y no del “pseudo-feminismo” que se convierte en un sistema machista, excluyente e indecoroso. Según la antropóloga y feminista Marcela Lagarde, nos indica que la sororidad es una dimensión ética, política, y práctica del feminismo contemporáneo, por eso, mi visión será siempre con propósitos empoderantes sostenibles, para apoyar a mis aliadas mujeres, a través, de la cultura, educación, habilidades, EmPODERamiento, inclusión y mediante una formación con enfoque de igualdad de género de las mujeres.

Cada día veo con mayor frecuencia más humanos/as, y menos humanidad; ojo, no quiere decir que tienen que compartir mis ideas, pero sí quizás la misma visión de vida que es los derechos humanos para todas mis iguales ciudadanas, esto implica una visión compartida en la búsqueda de la igualdad de género de las mujeres, no solo me refiero a una mera y simple paridad o presencialidad porcentual del género de las mujeres, adolescente y niñas en espacios escolares, laborales, profesionales o políticos, sino en todos los espacios.

Apunto a una igualdad que persigue dentro del feminismo, con el simple hecho de reconocer los derechos y las condiciones sin discriminación alguna, bajo las formas de observación donde puedan estar las diferencias, adversidades y las desigualdades; es por eso, mi enfoque es menos numérico pero sí, con una visión más empoderante, todo esto tiene una explicación filosófica, antropológica, e igualitarista, lo único que necesitamos es sororidad, y que a cada quien le corresponda lo suyo, ni más, ni menos, luego pienso, ¿Estamos realmente alineadas bajo la perspectiva de inclusión y la transversalidad para ayudarnos unas con otras?, se trata de acércanos a vivir-convivir una complicidad colectiva, y no individualista, con fines positivos, comunes y alentadores dentro del activismo feminista.

Ahora bien, ¿Somos todas realmente sororas y feministas? Verdaderamente, esto ocurrirá, si nos unimos y nos apoyamos de forma humanística, y no desde la competencia que nos han hecho ver desde los diferentes sistemas excluyentes.

Estoy segura que, dentro del poder que reside en los derechos humanos de las mujeres, seguirán nuestros cambios, para lograr así, ser vistas de una vez por todas como ciudadanas, llamándonos por el sustantivo femenino; para ser SORORAS no necesariamente tenemos que ser amigas, pero si perfilarnos bajo las mismas miradas futuristas de un feminismo plural, incluyente y sobre todo sororo.

“La realidad y convicción de la fuerza feminista sólo recae en quien la ejerce y en quien trabaja de forma sorora”. Diyuly Chourio

Escrito por: Diyuly Chourio

Abogada-escritora-Feminista- docente y defensora de los Derechos humanos de las Mujeres.

Citas de autoras:

Williams Crenshaw, Kimberlé (01-01-1989). «Demarginalizing the Intersection of Race and Sex: A Black Feminist Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theory and Antiracist Politics»The University of Chicago Legal Forum 140: 139-167.

«Desmarginalizar la intersección de la raza y el sexo: una crítica feminista negra de la doctrina antidiscriminatoria, la teoría feminista y la política antirracista» The University of Chicago Legal Forum 140: 139-16

Lagarde y de los Ríos, Marcela.- PACTO ENTRE MUJERES SORORIDAD (APORTES página 126. (*) Publicado en www.celem.org (Coordinadora Española para el lobby europeo… PACTO ENTRE MUJERES SORORIDAD – https://www.asociacionag.org.ar/pdfaportes/25/09.pdf

Millet, Kate (APORTES página 126. (*) https://www.asociacionag.org.ar/pdfaportes/25/09.pdf

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