Opinión

Semana en domingo

Naciones Unidas estima que por lo menos 100 millones de familias ingresarán a la categoría de pobreza extrema.
domingo, 01 noviembre 2020

¿Apocalipsis now?
Esta semana se hizo viral por las redes la advertencia de que viene una hambruna que matará a millones de personas. Prácticamente que apuntan hacia la posibilidad de que la pandemia acabe con la producción de alimentos y mueran millones, no por el virus sino por hambre.

Pero se trata de una nueva invención, hecha sobre la suma de algunos elementos dispersos, que son ciertos, para elaborar una teoría usando una especie de silogismo que al final termina negándose a sí mismo.

En primer término, no es cierto que la pandemia haya provocado un descenso significativo en la producción mundial de alimentos. En algunos casos, como en la ganadería, no es que haya menos carne, sino que se sacrifica menos, pero el rebaño mundial se mantiene en las mismas cifras que antes de la pandemia.

La agencia de Naciones Unidas para alimentación y agricultura, la FAO por sus siglas en inglés, registra este año un récord en la producción de cereales.

La cosecha mundial 2020-2021, está prevista en 2.780 millones de toneladas, con un incremento de 70 millones de toneladas sobre la cosecha anterior.

Solo en maíz, en esta cosecha se están recogiendo 1.207 millones de toneladas, con un incremento de 64,5 millones de toneladas sobre la anterior. De manera que no es cierto que venga una hambruna por falta de alimentos.

Lo que sí señala la FAO es que los gobiernos tienen que garantizar el funcionamiento eficiente de las cadenas de suministro de alimentos y establecer controles para evitar el desborde de los precios.

El otro problema es la reducción del ingreso económico familiar como consecuencia de las cuarentenas, en prácticamente todos los países del planeta.

Naciones Unidas estima que por lo menos 100 millones de familias ingresarán a la categoría de pobreza extrema, aparte de las que había antes de la pandemia por Covid 19. Pero eso lo pueden resolver en parte los gobiernos, mediante un subsidio financiero a las familias pobres, como ya lo están haciendo muchos países, entre ellos Estados Unidos.

Lo que pudiera faltar es dinero, no alimentos, por ahora. No hay necesidad de crear más angustia en la gente, porque ya es suficiente con la cuarentena y la amenaza de contagio con el Covid.

El odio a los políticos
La desesperación y desesperanza provocada por la tragedia que vivimos, ha hecho que muchos venezolanos culpen de todo esto a la clase política, achacándole que no ha sido capaz de sacar del poder a Maduro y al chavismo. La gente votó por Chávez, y ahora resulta que la culpa de que haya llegado al poder, la tienen los políticos.

Pero lo primero que tenemos que ver es ¿Qué es un político? Un ciudadano común decide hacer algo para resolver los problemas del edificio en el que vive, y para ello se hace miembro de la junta de condominio.

Es lo mismo que un ciudadano que, preocupado por los problemas del país, decida contribuir a su solución, incorporándose a algún organismo público, o a un partido político.

La política es, primero que nada, una actividad destinada al servicio público. Hay políticos que persiguen fines crematísticos, pero por ello no se puede generalizar. En una situación como la que padecemos, la peor contribución a una posible solución, es despotricar y descalificar a los dirigentes políticos de la oposición.

Eso lo que hace es beneficiar al régimen, y alejar cualquier posibilidad de que surja un líder capaz de lograr la tan anhelada transición. El régimen no necesita hacer mucho esfuerzo para dividir a la oposición, porque ese trabajo se lo están haciendo los mismos opositores.

No hay día que no se saturen las redes sociales, con cualquier tipo de acusaciones e insultos, entre la misma gente de la oposición. Si ese mismo empeño fuese puesto para buscar una salida, probablemente ya lo habríamos logrado, pero en lugar de ello, el mayor desgaste se hace en una pelea intestina. No ha habido ningún avance en alguna sociedad, en el mundo entero, que no haya sido liderada por políticos.

Los pueblos necesitan del liderazgo político, que encauce sus luchas por la libertad, la democracia o una vida mejor. Una revuelta popular, sin un liderazgo político que defina objetivos, no pasa de ser solo una montonera inútil.

Se entiende que en medio de la desesperación por la situación que vivimos, haya gente que ahora busca a quien echarle la culpa de todo, pero es la clase política la que puede encontrarle una salida a esta tragedia. Pensar que el pueblo solo, sin liderazgo, lo va a lograr, es un sueño.

Del mismo modo que hay que señalar político corrupto, hay que apoyar a los dirigentes políticos que lo están arriesgando todo, incluso hasta su familia y su vida, para sacarnos de esta situación.

Alternativa no petrolera
En alguna oportunidad, Chávez habló de la necesidad de lograr una economía que no dependiera de manera exclusiva del petróleo, y mucho antes, Uslar Pietri se hizo famoso por aquello de “sembrar el petróleo”.

Desde décadas atrás se le dio vueltas y vueltas a la idea de que no podíamos estar viviendo solo de la renta petrolera, pero eso quedó solo en retórica electoral y para las tesis de grado de los economistas.

En los hechos, nada se avanzó en ese sentido, aunque sí en sentido contrario, y la mejor prueba de ello fue el abandono total del proyecto industrial de Guayana, que en su mejor momento fue lo que encarnó la alternativa no petrolera.

Desde el pozo “Zumaque Uno”, todos los gobiernos han hablado de librarse de la dependencia petrolera, pero todos sin excepción vivieron de esa renta, porque el petróleo, como maná caído del cielo, lo resolvía todo.

Habiendo buen ingreso petrolero, cualquier gobierno es bueno, pero en contrario, sin billete no hay gobierno que sirva, haga lo que haga.

Si Guayana estuviera produciendo como hace poco más de un par de décadas, el país contaría con un ingreso fijo de divisas, que no dependería de la exportación ni del precio del petróleo.

Incluyendo lo que ingresaba por la venta de electricidad a Brasil, Guayana le pudiera estar aportando al país más de 2.000 millones de dólares anuales, Y eso sin incluir lo que pudiera estar generando la explotación industrial de oro, que es capítulo aparte.

Si el país tuvo alguna alternativa no petrolera, fue el proyecto industrial de Guayana, que no está ni remotamente agotado, porque hay suficientes recursos minerales y de energía para muchos años.

Aquí todavía hay un recurso humano preparado para la producción industrial, junto a esos recursos naturales. Lo que falta es inversión, que no queda otra alternativa que atraerla desde el exterior, como lo está haciendo China, camino de ser la primera economía mundial, teniendo un gobierno comunista.

El último intento de reactivar la economía regional fue aquel proyecto denominado Guayana Socialista, como si a un proyecto industrial le cupiera un apellido ideológico.

Durante varios cónclaves de técnicos oficialistas, se presentaron cientos de proyectos para reactivar las industrias básicas, y con ellas la economía guayanesa, pero todo no pasó del papel, porque sin inversión allí no hay nada que hacer.

En este aspecto no cabe el argumento de que no lo había recursos financieros, porque cuando se inició el retroceso de las industrias básicas, por falta de inversión, bastante dinero que el gobierno entregó a proyectos en el extranjero, del que nunca recibimos beneficio alguno.

No hubo dinero, como tampoco la apertura política para que eso se pudiera hacer con capitales extranjeros. Las gríngolas ideológicas pesaron más que la necesidad de restaurar en Guayana el nivel de desarrollo que tuvo antes del chavismo.

Una industria puede ser eficiente y rentable en cualquier sistema de gobierno, si se le permita funcionar sin interferencias, tal como pasa en el citado caso chino.

CUATRO.
Uno. La prolongada cuarentena de casi 8 meses, ha tenido como uno de sus efectos que mucha gente esté haciendo ejercicios físicos, cuando no lo había hecho nunca antes. Temprano en la mañana y al final de la tarde, se ve mucha gente caminando en las calles. Incluso gente de edad avanzada, se ha decidido a ejercitarse de alguna manera. Lo que debería ser una actividad en cualquier época, para beneficio de la salud, ahora se hace porque no hay cómo gastar el tiempo. Pero por la razón que sea, sin duda que esta actividad es beneficiosa para la salud de todos, aunque sea como consecuencia de una pandemia.

Dos. Mucha gente de oposición desea que gane Trump, suponiendo que tendrá una posición más dura contra el gobierno venezolano, que si gana Biden. Pero los analistas en Estados Unidos están diciendo que gane quien gane, no habrá cambios en este sentido, porque se trata de una política de Estado, más que el capricho de un presidente. Y es lo que ambos candidatos han dicho en sus discursos, de manera que no es probable que haya cambios respecto de la posición de la Casa Blanca hacia Maduro.

Tres. Varios amigos están haciendo sus estimaciones acerca de cuánto va a costar hacer una hallaca este diciembre. Algunos de ellos hacen sus cálculos en bolívares, partiendo de la estimación del precio del dólar a mediados de diciembre. Según esas cuentas, el costo de una hallaca estaría alrededor de 3 dólares por unidad, que es lo que cuesta ahora, pero quienes solo tengan bolívares, tendrán que hacer un verdadero esfuerzo económico, o reducir bastante el número de ellas, para que les alcance el presupuesto. No me pregunten a cuánto pudiera estar el dólar en diciembre, porque esa es harina de otro costal.

Cuatro. En marzo, cuando comenzó la cuarentena, pensamos que esto no pasaba de diciembre. “Cuando mucho” decíamos. Pero ahora algunos gobiernos están previendo que el confinamiento pudiera prolongarse por lo menos hasta abril, o hasta que se pueda contar con una vacuna segura, cuya fecha aún sigue en duda. Porque además varios expertos están diciendo que harían falta por lo menos tres meses para poder vacunar masivamente a la población de un país, a partir del momento en que el gobierno reciba las dosis.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link:  https://chat.whatsapp.com/KiT4CTPlrI9LY0wnOfhcRS

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia

error: