Semana en domingo

Ley Anti Bloqueo
Uno de los aspectos más controversiales de esta “Ley” aprobada por la ANC, para supuestamente anular los efectos de las sanciones de Estados Unidos, es que con ella el gobierno no necesita para nada la aprobación de la próxima Asamblea Nacional, a las medidas que piensa adoptar.

En otras palabras, fuera de la intención de anular el Efecto Guaidó, no tendría sentido elegir una nueva Asamblea, que quedaría como se dice pintada en la pared, porque Maduro tiene poderes ilimitados para aprobar cualquier medida, en todas las materias que competen al poder nacional, como también en las que no le competen.

Porque valdría la pena recordar, aunque probablemente ello no sirva de nada, que una de las competencias fundamentales de la Asamblea Nacional, es la supervisión de los actos del gobierno nacional, y de manera particular del presidente, aunque en este caso los papeles se inviertan, porque los diputados están obligados a acatar lo que les manden.

Pero además, desde el punto de vista funcional, es poco lo que una ley nacional pueda hacer para anular el efecto internacional de las sanciones de Estados Unidos.

Esta ley, en lugar de intentar tener un efecto hacia afuera, ha llegado al revés. Es decir, ha sido el pretexto perfecto para aprobar una ley que vulnera de manera flagrante el orden constitucional, al decir de algunos constituyentes que la aprobaron a regaña dientes, pero sin atreverse a votarla en contra.

No anula el bloqueo externo, pero sí bloquea cualquier ñinga de estado de derecho que nos quedaba.

Se cierra el cerco a Pdvsa
Entre este mes y el próximo se deben terminar las exportaciones de petróleo por pago de deudas de Pdvsa, que son las únicas exceptuadas en las sanciones de Estados Unidos, que sigue presionando al mundo petrolero para que cese de manera absoluta sus negocios con Maduro.

Las últimas entregas están siendo hechas a la española Repsol y a la Eni de Italia, en pago de deudas contraídas por Pdvsa por la explotación de crudo y gas.

Repsol es dueña del 40 por ciento de Petroquiriquire, en la Faja, y además tiene la mitad del Proyecto Cardón, de gas, en el que Eni tiene la otra mitad.

El gobierno de Trump ha estado presionando a Repsol y a Eni para que suspendan la recepción de crudo de Pdvsa, pero ambas empresas alegan que tienen derecho a cobrar la deuda contraída antes de que se impusieran las sanciones al gobierno de Maduro.

Para poder exportar, Pdvsa ha estado haciendo trasiego de crudo, barco a barco en alta mar, lo que de alguna manera le ha permitido tener algún ingreso. Pero se trata de algo excepcional, que de ninguna manera se compara con las ventas que debería estar haciendo, aunque su producción sea de unos 400.000 barriles diarios, que es lo que produce Ecuador.

Aún siendo una producción de ese nivel, a 25 dólares por barril estaríamos hablando de un ingreso de 10 millones de dólares diarios, que serían 300 millones mensuales y 3.600 millones en un año.

Nada que ver con los ingresos de Pdvsa hace unos años, superiores a los 70.000 millones anuales.

Los opuestos a las sanciones
A propósito de lo que el pana Alejandro Terán dijo en el desayuno con Jhon Pence, en Dallas, contra el bloqueo norteamericano a nuestro país, se plantea un dilema entre aceptar que Maduro se quede a cambio de que la situación mejore en algunos aspectos de la vida diaria, o seguir padeciendo la crisis para ver si las sanciones logran que se vaya.

Alejandro me dice que quienes con él piensan que el bloqueo no va a mover a Maduro, al mismo tiempo rechazan su gobierno. En otras palabras, estar contra el bloqueo no significa estar a favor de Maduro.

Pero pienso que es obvio que si Estados Unidos llegara a levantar las sanciones, mejoran las posibilidades de que Maduro siga en el poder, sine die. Argumentando que las sanciones no son efectivas, Alejandro expresó, en ese desayuno, que Estados Unidos mantiene sanciones al régimen dictatorial de Cuba desde hace 60 años, y Fidel dejó el poder porque se murió, y su hermano Raúl siguió mandando hasta que se cansó, por viejo.

Y además agrega que las sanciones le sirven de argumento a Maduro para justificar todos los problemas económicos que tiene el país. “En lugar de sacarlo, las sanciones lo atornillan en el poder, porque se hace una víctima ante los venezolanos”.

CUATRO
Uno. El dólar frenó el ascenso vertiginoso que había tenido en las últimas semanas, producto del torrente de liquidez que el gobierno arrojó al sistema monetario, al decidir liberar 30 billones de bolívares semanales del encaje bancario. Los economistas dicen que puede haber ocurrido que en la práctica la liquidez liberada fue mucho menor, o que la proximidad de la navidad haya aumentado la venta de dólares por parte de los empresarios que necesitan bolívares para pagar las utilidades. No ha bajado, pero frenó la velocidad de ascenso, que hace dos semanas hizo predecir valores cercanos al millón de bolívares a fin de año.

Dos. Las redes sociales se han convertido en herramientas indispensables para ayudar a superar dificultades cotidianas, ante la difícil situación que vivimos. Hay grupos para facilitar la búsqueda de gasolina, para encontrar atención médica y medicinas, para trasladar enfermos, para hallar personas extraviadas Etc. En estos días murió un joven que estaba solo en Chile, sin documentos de identidad, y fue por las redes sociales que se pudo determinar que era venezolano y localizar a sus familiares, que no sabían en qué país estaba. Pero hay que hacer buen uso de ellas, porque igualmente son instrumentos de destrucción cuando se ponen al servicio del mal.

Tres. La falta de dólares en sencillo es un serio problema, porque generalmente no hay vuelto para el billete de diez y hay que completar la compra con cosas que innecesarias, o que en todo caso uno no tenía intención de comprar. Muchos supermercados y otros comercios, ni siquiera tienen suficiente efectivo para dar el vuelto de dólares en bolívares. Y eso es peor en las estaciones de servicio, cuyos isleros nunca tienen para el vuelto. Una solución sería que los surtidores tengan lectores de tarjetas de débito, o que lo tengan las estaciones de servicio, pero eso cuesta mucho y Pdvsa no tiene recursos para instalarlo. Pero eso eliminaría los isleros, porque el surtidor está programado para surtir lo que se pagó, y miles de personas quedarían sin empleo.

Cuatro. El gobierno debería ser consecuente con su pregonada política de preservación del medio ambiente, y atender de inmediato cualquier derrame petrolero u otra contingencia que atente contra la naturaleza. A propósito de los últimos derrames petroleros, varios lectores me piden que reclame que la fiscalía ambiental no haya actuado, y que pregunte ¿Qué habría pasado si la responsable de algunos de estos derrames hubiera sido una petrolera privada, nacional o extranjera? Ya los directivos estuvieran presos y obligados a reparar todos los daños, directos y colaterales del derrame. Aquí hay doble responsabilidad, por el derrame, y por la negligencia de no haber actuado a tiempo para detener el avance de la mancha petrolera. Porque es imposible impedir de manera absoluta un derrame petrolero, pero hay que tener un operativo listo para actuar de inmediato y reducir al mínimo su impacto ambiental.

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