Opinión

Semana en domingo

Un futuro gobierno tiene que ser absolutamente transparente, porque el chavismo no va a desaparecer de la noche a la mañana.
domingo, 27 septiembre 2020

El país que viene
Reitero en todas y cada una de sus partes lo que escribí el domingo pasado, acerca de mi angustia por el país que vamos a tener cuando salgamos de Maduro, si los dirigentes de oposición no cambian su manera de actuar y deponen mezquindades y apetencias personales para anteponer el alto interés del país.

No escribí, ni por asomo, que frente a la actuación de algunos dirigentes de oposición es preferible quedarnos con Maduro. Eso no lo quiere ni siquiera parte del Chavismo, que se lamenta que este haya echado por la borda todo lo que, según ellos, se había avanzado con Chávez.

Pero entiendo las críticas a los que escribí, por la crispación a la que nos ha llevado la terrible situación actual. Lo que sí creo es que con algunos de estos dirigentes opositores no se garantiza, como lo planteé, que saliendo de Maduro habrá un país mejor que el que teníamos antes de Chávez.

No se trata de tener solo un gobierno mejor que el de Maduro, porque peor que este no es posible. Lo que tenemos que garantizar, por los siglos de los siglos, es que el país no vuelva a tener las condiciones en las que otro Chávez vuelva a conseguir que alguien le crea.

Solo pueblos pobres culturalmente hablando, y eso es buena parte del nuestro, son capaces de creer cuentos mesiánicos como pasó en este caso. Nuestro pueblo, en su abandono por décadas, creyó en un proyecto ideológico que en algunos países causaría risa por su evidente utopía.

De manera que necesitamos líderes absolutamente distintos a lo que nos están mostrando. Igualmente, el chavismo de base necesita una nueva dirigencia, que se aparte de lo crematístico que lo corrompió.

El gobierno que venga cuando se vaya Maduro, tiene que apartar totalmente, y bien lejos, a muchos de los dirigentes opositores actuales, que podrían contaminar una futura gestión pública y abrirle de nuevo rendijas al chavismo.

Un futuro gobierno tiene que ser absolutamente transparente, porque el chavismo no va a desaparecer de la noche a la mañana, y va a estar literalmente “como caimán en boca de caño”, cazando cualquier desliz para intentar asaltar nuevamente el poder.

A muchos de los dirigentes actuales habrá que agradecerles su contribución en la lucha para un cambio de gobierno, pero tendrán que irse a su retiro dorado, a disfrutar de lo que tienen, junto a muchos dirigentes chavistas que están en igual situación.

El país del futuro necesita una nueva dirigencia, de uno y otro bando. Gracias a Dios, las nuevas generaciones tienen clara su visión del país que quieren.

Y me reafirmo en esta creencia, cuando veo que la absoluta mayoría de los muchachos que nacieron en la era chavista, rechazan este proyecto ideológico.

Esa es la mejor prueba de que esto tiene término, aunque se haya demorado un poco debido a las fallas en la conducción de las grandes mayorías opositoras.

Ferrominera
El mineral de hierro con 64 por ciento de pureza está en 126 dólares la tonelada, lo que sería un importante ingreso para el país si Ferrominera estuviera produciendo y exportando los volúmenes del pasado.

Hubo años de hasta 10 millones de toneladas exportadas, aparte del mineral que se le suministraba a las briqueteras, que a su vez exportaban su producto, y pagaban el mineral que se les facturaba.

Ferrominera superó en varios años 20 millones de toneladas de producción y tuvo proyectos para llegar a 30 millones anuales, incluyendo una planta de concentración, para agregarle valor a las reservas de mineral pobre en hierro.

Durante años muchos expertos y expresidentes de Ferrominera plantearon la necesidad de suspender las exportaciones de mineral primario, y aumentar la capacidad de procesamiento local, para llevarlo a pellas, briquetas o acero, y aumentar de esa manera el valor de las exportaciones.

Pero si Ferrominera pudiera exportar 10 millones de toneladas anuales, el ingreso al precio de esta semana sería superior a mil millones de dólares, más lo que venda aquí.

La banca privada
No hay posibilidad de que una economía pueda crecer sin apoyo financiero y por eso hasta los países socialistas y comunistas permiten la existencia de la banca privada.

Aquí el gobierno permite la existencia de bancos privados, pero desde hace años, el Banco Central obliga que de cada 100 bolívares que capten, tienen que entregarle 93 bolívares, lo que la deja sin posibilidad alguna de otorgar créditos.

Según los expertos, la intención de esa medida es restringir al máximo la disponibilidad de dinero para comprar dólares, intentando reducir la demanda de esta divisa y la devaluación del bolívar.

Pero esa política restrictiva no solo no frenó la demanda de dólares, ni la devaluación, sino que arruinó nuestra economía, porque el aparato productivo se quedó sin el oxígeno que significan los créditos.

Frente al escenario económico actual, el gobierno resolvió abrir la llave de recursos financieros, liberarando 30 billones semanales del encaje bancario, con la intención de reactivar el crédito.

Algunos economistas dicen que en la práctica solo poco menos de 4 billones podrían llegar a ser otorgados como créditos por la banca.

Según estos expertos, un primer efecto de la inyección de liquidez en la economía, ha sido este repunte del precio del dólar, porque muchos empresarios, en lugar de utilizar esos recursos para la reactivación de sus empresas, lo que hacen es comprar dólares al precio que sea.

Prefieren dar sus activos en garantía por un crédito con tal de comprar dólares y mandarlos al exterior, aunque el banco finalmente se quede con esas garantías.

Y hablando de créditos para reactivar las economías, en Estados Unidos, por la recesión de la pandemia, la Reserva Federal llevó a cero sus tipos de interés para créditos bancarios y en Europa los gobiernos pusieron intereses negativos para proyectos de inversión: usted pide por ejemplo un crédito de mil euros y solo devuelve 950, sin un solo centavo de interés.

CUATRO
Uno. El informe de Naciones Unidas sobre violación de Derechos Humanos por el gobierno de Venezuela, cierra definitivamente cualquier posibilidad de que esto se resuelva por la ida a cualquier otro país, del cogollo oficialista. El carácter universal de las sanciones a los responsables de los delitos de lesa humanidad, determina que sea posible su detención en cualquier otro país. Por eso una decisión del juez español Baltazar Garzón, permitió la captura de Pinochet por la policía británica, estando de visita en Londres. Ahora esto solo se resuelve por nosotros y aquí.

Dos. El alza del dólar determinó un salto exponencial en los precios de todo, para quienes solo tienen bolívares. Es verdad que la dolarización congela los precios para quienes disponen de dólares, porque lo que en enero costaba un dólar, hoy cuesta ese mismo dólar, pero para quienes pagan con bolívares, cuesta el doble. Si fuera otro gobierno, la solución no es otra que formalizar la dolarización de nuestra economía, y fijar el salario mínimo aunque sea en 150 dólares mensuales, en principio. Pero aparte de la gríngola ideológica contra el “imperio”, está además el problema de que el gobierno no tiene dólares suficientes para financiar una eventual dolarización.

Tres. Como en años anteriores, se plantea otra vez el dilema de celebrar o no Navidad y Año Nuevo. Ahora es peor, porque tenemos el elemento de las elecciones, que para la navidad ya habrán ocurrido, con el resultado que todos conocemos de antemano. Por eso algunos dicen que no van a celebrar nada, aunque siempre digo que piensen en los niños, que sueñan con los días navideños. Y también para los adultos, que igualmente necesitamos algún elemento que nos permita sanear mente y espíritu, aunque sea unos días. Y además, celebrar o dejar de hacerlo no va a cambiar en nada la situación.

Cuatro. Por las redes me llega el comentario que grupos de vecinos y amigos se alternan diariamente la preparación de comida para todos, lo que les permite cierto ahorro y además les proporciona un elemento divertido porque nadie sabe qué le van a dar. Es una especie de “olla comunitaria” que cada día cocina una familia distinta. En este caso la comida común es el almuerzo, que de la olla común se sirve a cada familia, que se la come en su casa para evitar riesgo de contagio. Me imagino que tienen sus condiciones, para que la vaina funcione bien, pero no deja de ser una idea interesante. La gente inventa para hacer más llevadera esta ya prolongada cuarentena.

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