Semana en domingo
Larga cuarentena
Ya pasamos de cuatro meses desde que Maduro anunció el inicio de la cuarentena por el virus chino, y todos los especialistas aseguran que esto no tiene fin a la vista y que vamos a tener que aprender a vivir por mucho tiempo con una nueva realidad. Ese decir, que por mucho tiempo no vamos a volver a la normalidad que conocimos hasta comienzos de este año. “Este virus llegó para quedarse” es la consigna, lo que va a cambiar de manera definitiva nuestro estilo de vida. Lo de “ser social” creo que va a ser cosa del pasado, porque el virus chino acabó con buena parta de nuestra organización como sociedad. La relación entre los seres humanos cambió de la noche a la mañana. Los sicólogos dicen que el virus nos hizo más solidarios, pero si es así, se trata de una solidaridad expresada a distancia, por las redes, porque no es posible el contacto físico para expresar apoyo y afectos. Por estos días ni siquiera podemos acompañar a quienes despiden a algún ser querido, y menos si se trata de alguna víctima de la pandemia. En este aspecto y si no cambian las cosas, no quiero imaginarme lo que podrían ser unas navidades en plena pandemia, acostumbrados como estamos a las reuniones familiares en navidad año nuevo. Sin eso, sería diciembre, pero no la navidad como siempre la hemos disfrutado. Creo que deberíamos irnos preparando para una navidad muy distinta, aunque con la seguridad plena de que esto pasará. Mientras tanto no queda otra opción que adoptar las medidas de protección personal para evitar hasta donde sea posible el contagio con este virus chino.
El contrapeso de USA
Aunque por supuesto algunas cosas cambiaron con el fin de la Guerra Fría, el mundo sigue dividido entre los dos bandos que forman China, Rusia y algunos aliados, por un lado, y lo que llaman el mundo occidental, encabezado por Estados Unidos, del otro lado. Esto lo digo porque si el gobierno se queja de las sanciones norteamericanas, pues deberían buscar la manera de anularlas con el apoyo del bloque que supuestamente lo apoya, especialmente China y Rusia. Digo por ejemplo que si Estados Unidos se niega a vender repuestos para las refinerías, hechas por petroleras de ese país, Pdvsa debería haber construido una refinería con empresas de otros países, que los hay de sobra, porque los norteamericanos no son los únicos que hacen refinerías en el mundo. Tiempo han tenido en demasía para haber construido por lo menos una nueva refinería en el país, en lugar de haber regado recursos financieros por medio mundo en proyectos de refinerías afuera, sin concretar ni uno solo. Ahora no tenemos nada afuera, y las de aquí paralizadas casi totalmente, porque arrancan y a los pocos días se vuelven a parar, al decir de los propios técnicos de Pdvsa. Y lo otro que hay que decir, en honor a la verdad, es que ya desde antes de las sanciones norteamericanas, nuestras refinerías venían dando traspiés, aunque el empuje final se lo hayan dado esas medidas, que le prohíben a sus petroleras ayudarnos a repararlas. Y habría que ver si en realidad son reparables, porque hay equipos en esas refinerías que tienen más de medio siglo de operaciones, en condiciones de mantenimiento muy dudosas, como es nuestro estilo. También hay que poner en duda la supuesta “lealtad ideológica” de algunos países, que pregonan su amistad, pero a la hora de las chiquiticas salen corriendo para no caer en las sanciones de Estados Unidos. Ni siquiera China, que le disputa a Estados Unidos la supremacía económica mundial, se restea con este gobierno, más allá de mandar de vez en cuando un avión con suplementos médicos para ayudarnos a luchar contra su virus.
De Tecmin a Ingeomin
Expertos de varias especialidades, conocedores de los recursos minerales de Guayana, temen que la liquidación de Tecmín, y su absorción por el Instituto de Geología y Minería, Ingeomin, signifique un abandono de la investigación y pérdida de la data que durante años acumuló esa empresa de la CVG. Dicen que Tecmin fue una empresa con un personal de alta calificación técnica, dedicada de manera exclusiva a la investigación de los recursos mineros de la Región Guayana, y piensan que todo ese esfuerzo ahora se puede diluir en Ingeomin, que tiene alcance nacional. De igual manera expresan que era preferible extender el alcance de Tecmín hasta toda el área que abarca el Arco Minero, para lo cual su personal estaba perfectamente capacitado. Y hablando de Data, hay que lamentar que no haya sido posible recuperar la que levantó Gold Reserve en los yacimientos de Brisas del Cuyuní, al lado de Las Cristinas, según la cual esas reservas certificadas son de 11 millones de onzas de oro. La Gold se llevó esa Data, que fue pagada por ella, pero estaba dispuesta a devolverla si a su vez le devolvían la concesión de esos yacimientos. La negociación se frustró porque la transnacional canadiense quiere que le paguen la indemnización por la expropiación y que también le devuelvan el proyecto. ¿Y entonces? ¿Cómo me vas a cobrar lo que te quité, si te lo estoy devolviendo?
CUATRO
Uno. La dificultad para repostar gasolina incrementó de manera sustancial el costo de taxis, mototaxis y servicio de entrega a domicilio, o delivery, que generalmente se tasan y se cobran ahora en dólares. En varias ciudades, el precio mínimo de una entrega en moto es de 5 dólares y los taxis a 10 dólares la carrera corta. Un taxi entre Caracas y Maiquetía está mínimo en 50 dólares, en dólares, y si las maletas son muchas o muy pesadas, el precio puede llegar a 100, que es poco menos de la mitad de lo que cuesta el boleto aéreo a Bogotá.
Dos. Con las últimas intervenciones de partidos políticos por parte del TSJ, está creciendo el porcentaje de la población que no quiere votar en las próximas elecciones parlamentarias. Muchos de quienes en principio llamaban a votar masivamente, ahora tienen sus dudas alegando que, si las condiciones para la oposición eran adversas, ahora son peores. Dirigentes de la oposición argumentan que el hecho de que esas intervenciones se apliquen ahora, a pocos meses de las elecciones, revela la intencionalidad electoral de dichas medidas.
Tres. Mientras el dólar sigue cogiendo calle en todo el país, el gobierno, que no tiene dólares, sigue tratando de meter como sea el petro como moneda de pago en todas las transacciones en las que él participa. Pero el sector empresarial se queja porque para el que tiene que importar insumos, equipos, repuestos o materias primas, el problema es que los proveedores del exterior exigen el pago en dólares. En el cambio de una moneda a otra siempre se pierde. y esa pérdida tiene que asumirla el productor porque la mayoría de las veces no se la computan como costo a la hora de fijar los precios de venta al público. Lo justo sería que, a la hora de establecer los costos de producción, ese diferencial cambiario se tome en cuenta porque muchas veces reduce bastante la utilidad neta.
Cuatro. Los técnicos del Fondo Monetario Internacional resumen en pocas palabras los efectos económicos de la pandemia del Covid 19: El desastre económico mundial es peor que la Gran Depresión de los años 30. La fuerza laboral de mundo es de 3.300 millones, de los cuales por lo menos el 80 por ciento está total o parcialmente paralizado a causa de la pandemia. Se han perdido de manera definitiva por lo menos 200 millones de empleos en los países occidentales. La economía de 170 países retrocederá este año, y no hay garantías de que se puedan recuperar totalmente el año próximo.
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