Semana en domingo
Cuando todo el país opositor clama por la unidad de sus dirigentes, lo que está ocurriendo es una escalada del enfrentamiento, ya abierto, entre los partidos, grupos y dirigentes que lo integran. Hasta hace unos meses solo era público el distanciamiento entre María Machado y Juan Guaidó, pero ahora las diferencias se han extendido a otros grupos y dirigentes. Y a todo ello ahora se suma que el MAS le pide al TSJ que declare la omisión legislativa y designe un nuevo CNE, cuando hasta hace unas semanas existía un acuerdo entre varios partidos en la Asamblea Nacional, incluyendo al PSUV, para designarlo. Al parecer la cuarentena decretó la ruptura de todo lo que se había avanzado para designar un nuevo CNE y el MAS cogió por la calle del medio y se lanzó con esta iniciativa que, de ser decidida a favor por el TSJ y conocida como es su tendencia política, pudiera significar que el nuevo CNE sea similar al que tenemos. Para llover sobre lo que ya estaba mojado, ahora sale Ledezma criticando públicamente las decisiones de Guaidó y diciéndole lo que en su opinión deberá hacer. Uno de los elementos que acentuó las diferencias internas en la oposición, fue la firma del acuerdo entre el gobierno y la Asamblea Nacional, para permitir la recepción de la ayuda de la Organización Panamericana de la Salud, que estaba bloqueada porque varios países no reconocen al gobierno de Maduro y requerían la aprobación de Guaidó para enviarla. Obviamente Guaidó autorizó que el asesor de la AN en materia de salud lo firmara, y eso desató la furia de algunos dirigentes opositores, con el argumento de que, a Maduro ni agua. ¿Pero cómo habría sido la reacción del país nacional, si Guaidó se niega a aprobar el ingreso de la ayuda de la OPS para combatir la pandemia? En pocas palabras: Si la acepta es traidor, y si la rechaza es peor. En mi opinión Guaidó hizo lo que debía, porque en este momento, la prioridad, por encima de lo político, es preservar la salud de los venezolanos, que están enfrentando uno de los mayores desafíos de la historia de la humanidad, como lo es el coronavirus. Si se hubiera negado, en este momento el gobierno lo estaría señalando como el culpable del aumento del número de contagiados con el Covid 19. Con la amenaza de una enfermedad tan grave, aquí hay que poner de lado cualquier otra consideración y priorizar las medidas que nos ayuden a enfrentarla con éxito. Creo que en este caso Antonio Ledezma está cometiendo un error, quizás porque no está inmerso en la situación que a diario nos toca vivir aquí. Esta división en la oposición aleja la posibilidad de alcanzar un gobierno de transición, o de unidad nacional. Maduro no necesita hacer mucho esfuerzo para mantenerse en el poder, mientras la oposición gaste más energía en enfrentamientos internos que en alcanzar una salida a este drama.
Pandemia y cuarentena
En la misma medida en que se logre aplanar la curva de crecimiento de los contagios con Covid 19 en nuestro país, en esa misma medida tendrá que alargarse la cuarentena, aunque se vaya flexibilizando poco a poco. En otras palabras, este virus estará con nosotros por un largo tiempo y vamos a tener que acostumbrarnos a las medidas de protección, como distanciamiento social, uso de mascarillas, no realizar fiestas o eventos masivos, cierre de restaurantes y uso parcial de la capacidad del transporte público, incluyendo el distanciamiento de los pasajeros dentro del Sistema Metro. Pero las sociedades tienen una gran capacidad de adaptación a las nuevas situaciones, y en este caso poco a poco la población irá encontrando la manera de poder desempeñar sus actividades, cuidándose al mismo tiempo de un contagio. Algunos especialistas de la OMS están diciendo que muy probablemente la cuarentena, total o parcial, tenga que prolongarse más allá de diciembre, o hasta que desarrollen una vacuna contra el Covid 19, cosa que tampoco se sabe con certeza cuándo ocurrirá. Lo cierto es que vamos a tener que irnos acostumbrando a estas medidas de protección, que poco a poco van ir siendo parte de nuestra nueva manera de vivir lo cotidiano.
Navidad a futuro
Estamos todavía a cinco meses de distancia, pero no me quiero imaginar lo que pudiera ser una navidad y fin de año, si no logramos superar para esas fechas, la amenaza del Covid 19. Porque no creo que una vacuna pueda estar lista en estos próximos meses, y muchos menos que sean fabricadas, distribuidas y listas para inyectarlas a miles de millones de seres humanos. Por eso se me ocurre que para estas navidades pudiéramos tener algunas limitaciones todavía para hacer reuniones familiares numerosas, como estamos acostumbrados los venezolanos. Nos mandaremos las hallacas unos a otros y los brindis serán virtuales. Mucho me temo que ese pudiera ser el escenario para fin de año.
Cuatro
Uno. El anuncio de que Wells Fargo elimine a Zelle tiene preocupada a mucha gente, porque es un rápido y sencillo medio de transferencia de dólares. En nuestro país se convirtió en un popular medio de pago en casi todos los grandes supermercados, bodegones, tiendas y otros establecimientos, que exhiben el correo electrónico para que la gente haga las transferencias. En principio se dijo que la eliminación es para los venezolanos que en sus cuentas dieron una dirección en nuestro país, pero ahora los expertos están diciendo que no es por ser venezolanos, sino por usar Zelle para pagar compras, debido a que esa plataforma no fue diseñada para eso, sino para transferencias entre gente conocida. Habrá que esperar a que Wells Fargo explique de manera precisa qué es lo que va a hacer con Zelle, que quedaría funcionando como siempre para las cuentas en otros bancos de Estados Unidos.
Dos. Hay que tratar de pagar siempre con bolívares en las bombas que venden gasolina a 0,50 dólares el litro, porque si la gente sigue pagando con dólares, pronto va a desaparecer el efectivo, que pasará entonces a manos de Pdvsa. El problema es que la mayoría de las bombas no tienen punto en las islas, y en algunas los conductores tienen que salir corriendo a pagar con débito en la tienda de conveniencia para poder surtirse. Algunas tienen punto, pero fue una falla no haber colocado previamente en todas las estaciones de servicio los equipos necesarios para poder pagar la gasolina en las islas. La mayoría exigen efectivo, que por supuesto es escaso.
Tres. El racismo de Trump contra latinos y negros, contradice la política histórica del partido Republicano, que fue el que promovió la abolición de la esclavitud, desde el Norte, contra los Demócratas del Sur que se oponían a ello, porque la mano de obra de los grandes terratenientes eran precisamente esclavos negros, lo que dio origen de la Guerra de Secesión. Pero además, hablar de racismo en pleno Siglo XXI, es estar absolutamente fuera de foco, y aunque parezca increíble este tipo puede volver a ganar en las elecciones de noviembre. Como era increíble que Cristina Fernández pudiera volver a la Casa Rosada, y los argentinos la volvieron a premiar, obviando los múltiples casos de corrupción que le estaban investigando. Definitivamente los pueblos carecen de memoria histórica y por eso sí se equivocan.
Cuatro. Con la cantidad de denuncias por las redes, queda claro que algo tiene de distinta esta gasolina iraní, respecto de la que teníamos antes, por las fallas que están presentando los motores de los vehículos. Algunos expertos están diciendo que el problema es que tiene menos octanaje que lo que exigen los fabricantes de los motores, aunque Pdvsa no ha especificado cuál es el octanaje de esta gasolina, que ahora por cierto es uno solo, tanto en la de 5.000 bolívares como en la de 0,50 dólares.
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/EYG9YmFLInNEV9d04FckjG
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia