Semana en domingo
Crisis política en Guyana
Igual que en otros países, en Guyana hay un militar retirado que se aferra al poder y que recurre a todos los recursos de que dispone el gobierno para seguir mandando. En diciembre de 2018, la Asamblea aprobó un voto de censura contra el presidente David Granger, militar retirado, ex ministro de defensa y ex asesor nacional de seguridad, por lo que tendrían que haber sido realizadas elecciones presidenciales 90 días después de esa sanción. Sin embargo, Granger maniobró 14 meses para demorarlas y fue solo este 3 de marzo cuando se pudieron realizar esas elecciones. El candidato de la oposición, Mohamed Infaar Alí, ganó en todos los circuitos electorales, menos en la capital Georgetown, el número 4 que tiene el 65 por ciento de los votos. La junta electoral proclamó ganador a Granger pero la oposición de inmediato impugnó los resultados, alegando diversas irregularidades. Se han hecho varios recuentos de votos, pero ninguno de los dos candidatos lo aceptan y la Corte Suprema de justicia ordenó que se haga un reconteo total en las mesas de varios circuitos electorales, con testigos de los dos candidatos y observadores internacionales. Este viernes llegó a Georgetown la delegación de Caricon que supervisará el recuento y se supone que de allí saldrá el ganador. Mientras tanto, David Granger sigue mandando y la mayoría de los observadores creen que finalmente será reelegido. Guyana tiene unos 600 mil electores y algunos analistas consideran que Granger, con más recursos que su opositor, logró movilizar mayor número de votantes y tuvo una presencia activa en un mayor número de centros electorales, lo que obviamente tiene que haber tenido influencia en la votación a su favor. Pero, otros opinan que en el ánimo de los electores tienen que haber pesado las denuncias del opositor Mohamed Alí, de irregularidades en el contrato del gobierno con la petrolera Exxon, motivo de la censura en la Asamblea, que provocó estas elecciones presidenciales. Algunos políticos guyaneses, tanto del gobierno como de oposición, consideran ilógico que haya prosperado un voto de censura en la Asamblea y que luego el censurado, en este caso Granger, vuelva a ganar las elecciones. Es probable que hoy, o en todo caso mañana, termine el recuento de votos y finalmente se sepa quién ganó las elecciones presidenciales en Guyana. Para Venezuela y su reclamación del Territorio Esequibo, da lo mismo quien gane porque ambos por supuesto lo defienden como guyanés, pero los dos candidatos tienen visiones muy distintas sobre el contrato con el consorcio petrolero encabezado por Exxon Mobil, que está explotando yacimientos que pertenecen a Venezuela porque están en la plataforma continental frente al Esequibo. No es que Mohamed Alí vaya a aceptar que esos yacimientos son de Venezuela, pero sí pudiera acortar mucho el porcentaje de utilidad de esa petrolera, lo que unido a los bajos precios del crudo pudiera determinar que esos pozos de aguas profundas dejen de ser rentables, y la Exxon deje de llevarse un petróleo que es nuestro. Y en este asunto tengo que lamentar mucho que haya perdido contacto con el dirigente político guyanés Alex Panday, que en este momento fuera un extraordinario analista para entender mejor todo lo que está pasando en esa nación vecina.
Pandemia y extraterrestres
Algunos consideran que es perfectamente deliberado que el Pentágono haya publicado estos tres videos de Ovnis, precisamente cuando el mundo enfrenta una de las peores pandemias de la historia de la humanidad. Para muchos es solo la confirmación de algo que creen desde hace mucho tiempo: que simplemente no estamos solos en el universo y que tenemos visitantes de otros planetas. El Pentágono sigue negándose a aceptar que se trata de naves extraterrestres, cuando dice que los videos son legítimos pero que no confirman que se trate de naves de otros planetas. Pero si se llegara a tratar de naves de algún país, obviamente tendría la supremacía militar porque no es cualquier cosa que un avión, o como se le llame, se pueda desplazar a 50 mil kilómetros por hora, que es lo que los expertos de la fuerza aérea de Estados Unidos han podido determinar en los videos. De igual manera hay que imaginar el adelanto tecnológico que tendría ese país, capaz de diseñar un objeto que se pueda desplazar a esa velocidad, frenar en seco y salir disparado en sentido contrario. Las fuerzas G generadas en semejante maniobra destrozarían a un ser humano y habría que ver qué material conocido en la tierra soportaría un esfuerzo mecánico semejante. Uno de los pilotos que grabaron los objetos dice que uno de ellos, desplazándose a gran velocidad, cambio de dirección “Como una pelota de ping pong que rebota de una pared”. Pero en medio de la pandemia, algunos se alegran de la posibilidad de que lleguen seres de otros mundos, porque si tienen un adelanto tecnológico tan avanzado, seguramente no tendrán problema en ayudarnos a eliminar el virus chino y algunos otros “males” que nos afectan, en el mundo y aquí en Venezuela.
Ministerio de petróleo
Realmente no veo qué puede cambiar, el hecho de que haya sido nombrado un nuevo ministro de petróleo. Es que allí pueden nombrar a Supermán, Lee Iacoca, o a cualquier otro súper gerente, y los problemas van a seguir siendo los mismos y sin solución. Lo único distinto es que este nuevo ministro obviamente se comunicará mejor con los árabes, y sobre todo con los iraníes. El problema no es el ministro, sino una política petrolera que acabó con Pdvsa y que sacó del país a las grandes corporaciones, y ahora quieren volverlas a traer. ¿Cómo se cree que van a regresar, después de haberles dado una patada en el trasero? Luego de haber sido uno de los más grandes exportadores de petróleo del mundo, hoy tenemos una industria destruida, que no va a resurgir solo con el cambio del ministro, aparte de las obvias restricciones para viajar que le impone la sanción de un tribunal federal de Estados Unidos.
Cuatro
Uno. Luego de la negativa de China y Rusia para reparar y operar el Complejo Refinador de Paraguaná, el gobierno decidió que lo hagan los iraníes, que tienen experiencia petrolera, aunque esos equipos son norteamericanos. Por allí dicen que les están pagando con oro, pero es obvio que eso no iba a ser gratis. Lo que sí es cierto es que el país necesita gasolina y que como Pdvsa no tiene dinero ni recursos técnicos para repararlo, alguien tiene que hacerlo.
Dos. El gobierno está flexibilizando gradualmente la cuarentena, aunque hay sectores en algunas ciudades en las que la gente simplemente no le está parando a esa medida. La gente usa las mascarillas, es cierto, pero los microbuses están atestados de pasajeros y en las aceras la gente conversa como si nada. Muchas personas le restan peligro al virus chino y lo consideran algo de otros países y que no va a llegar al nuestro, cuando lo cierto es que ya lo tenemos aquí, aunque afortunadamente en menor escala.
Tres. No parece fácil que la Opep Plus logre unanimidad para aumentar al doble el recorte de la producción mundial de petróleo, para contrarrestar el desplome del consumo y de los precios. Porque según los expertos, ese recorte tendría que ser por lo menos de 20 millones de barriles ahora, y con la posibilidad de aumentar 10 millones más a finales de mayo. Es que si los ingresos de un país caen por el desplome de los precios, bajar la producción en un alto porcentaje es catastrófico para mantener el presupuesto.
Cuatro. No entiendo la lógica de algunas medidas que adopta el gobierno: se anuncia un aumento de sueldos sin esperar la fijación de los precios de 27 productos de primera necesidad, cuando el nuevo salario debió ser establecido a partir precisamente de esos nuevos precios. Resultó lo que tenía que pasar y ahora el nuevo salario integral, incluyendo el bono alimentario, apenas alcanza para un kilo de carne al mes. ¿No se supone que el salario debe tener relación con el costo de la vida para cada trabajador? ¿Qué parámetro o referencia se utiliza para determinar el salario, o es solo el capricho o lo que se le ocurre a alguien?
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