Semana en domingo

La cuarentena
Es increíble como mucha gente está ignorando la gravedad de la pandemia del virus chino en todo el mundo, como si nosotros estuviéramos fuera del alcance de ella, y mucho peor cuando el gobierno informó que hay más de cien contagiados y que la enfermedad es altamente transmisible de persona a persona.

En plena cuarentena se producen aglomeraciones de cientos de personas, muchas de ellas sin mascarillas, en mercados populares de varias ciudades del país, como pasó en Chirica, aquí en San Félix, y en Caracas, en los populosos barrios de Petare y Catia.

Algunos alegan que es gente que no tiene recursos para comprar comida para varios días y que tuvo que salir a la calle a buscarla, pero también hay quienes salen a vender productos que nada tienen que ver con la pandemia, y otros que se aprovechan del momento para exigir precios escandalosos por algunos productos a quienes tienen que comprar por necesidad.

Para algunos, la pandemia es una especie de feria, en la que se pueden ganar unos reales sin mucho esfuerzo.

Igual pasa en las redes, en la que abundan las “ofertas” de lo que la gente necesita en una situación como esta, a precios especulativos.

Creo que mucha gente actúa así porque no sabe lo que significa una pandemia como que está enfrentando la humanidad entera.

Pero aunque no tengamos experiencia alguna en una pandemia, basta ver lo que está pasando en muchos países para entender que esto no es juego.

Los venezolanos somos muy dados a la mamadera de gallo por cualquier cosa y en cualquier circunstancia, por muy grave que sea.

Lamentablemente, el momento no es precisamente como hacer chistes o desatender el llamado a quedarse en casa, porque ya hemos visto como países con sistemas de salud avanzados, cuentan sus muertos por miles, y ya sabemos cómo están los hospitales de nuestro país.

De manera que esta vaina hay que tomarla muy en serio y ojalá quienes hoy hacen mofa de la pandemia, no tengan que lamentarlo amargamente mañana.

Los rusos tampoco le estaban parando bola a la cuarentena, hasta que Putin puso un mensaje en todos los medios: “Dos semanas en tu casa, o 5 años en la cárcel. Tú eliges”.

El origen
Hay múltiples versiones acerca del origen del virus que provocó está pandemia, pero lo que sí es seguro es que tarde o temprano se va a saber si fue creado a propósito, un accidente de laboratorio, o transmitido por murciélagos, culebras o cualquier otro animal.

Ya hay científicos que están investigando el virus, para conocerlo a fondo y determinar de dónde salió.

Pero varios de ellos ya lograron determinar que tiene elementos de otros virus, incluso del que produce el VIH, y en principio consideran muy poco probable que este coronavirus sea el producto de un proceso natural.

La verdad se sabrá, pero lo que no podemos hacer es comenzar a tomar represalias, sin saber exactamente qué pasó.

Porque en todo caso, el pueblo chino no es el culpable sino la primera víctima de esta pandemia, aún suponiendo que se trate de un virus creado en laboratorio.

Y doble víctima, porque además de la pandemia tuvo que soportar el encierro al que fue sometido en algunas ciudades, solo comparable a los ghetos en los que fueron hacinados los judíos por el régimen nazi.

El ejército chino acordonó los barrios en los que había contagio, sin compasión o excepción alguna, y quizás por eso logró finalmente contener la expansión del virus, aunque a un alto costo en vidas.

Puede haber motivos reales para llamar virus chino a esta enfermedad, pero no podemos considerar culpables a todos los chinos, aquí o allá.

Hecatombe económica
Esta pandemia ha provocado el mayor desastre económico, y sobre todo financiero en la historia de la humanidad, pero el mayor daño puede ser en la producción y distribución de alimentos, en todo el mundo.

En el caso nuestro el problema es mucho más grave, porque al efecto de las medidas destinadas a frenar la expansión del coronavirus se suma la escasez de combustible, por las fallas técnicas en las refinerías y el retroceso en la exportación de petróleo, que reduce la disponibilidad de dinero para importar gasolina.

Todo ello plantea la necesidad de que se adopten de inmediato las medidas necesarias, para impedir que el aparato productivo agrario se vea impactado por la falta de combustible.

Tan importante como impedir o reducir la velocidad de expansión del contagio del virus chino, es garantizar la producción de alimentos y la prestación de los servicios públicos indispensables para la población, todo lo cual depende en gran medida del suministro mínimo necesario de combustible.

Lo político
Cuando mucha gente pensaba que probablemente sería necesaria una tregua política entre oposición y gobierno, para enfrentar juntos la amenaza de la pandemia que azota al mundo y que amenaza de manera directa a nuestro país, ocurre todo lo contrario.

Primero las denuncias del gobierno de un plan en Colombia para un golpe de estado, y de inmediato la decisión de un juez federal de Estados Unidos, de ofrecer recompensa por Maduro y otros altos funcionarios del régimen.

Los hechos van en dirección opuesta a la que muchos esperaban, ante la gravedad de la amenaza a la salud de los venezolanos.

Obviamente, ante estos hechos políticos queda de lado la posibilidad de un acuerdo para enfrentar la pandemia.

Tal como lo veo yo, eso puede en algún momento reducir nuestra capacidad de respuesta ante la enfermedad, que debería ser lo más importante.

Pero está visto que mucha gente no lo cree así.

Cuatro
Uno. Las operadoras de telefonía celular están haciendo llamados a la población para el uso racional del servicio porque la cuarentena ha disparado exponencialmente las comunicaciones, lo que podría hacer colapsar las plataformas. Igual pasa con algunos sistemas de Internet que están al borde del colapso debido a que la gente encerrada en sus casas se entretiene más con las computadoras que viendo televisión. Definitivamente se puede decir que el ser humano de hoy es más que todo ciber dependiente, aparte de la pandemia.

Dos. Antes de la amenaza de la pandemia, el kilo de carne estaba en 230 mil bolívares y ayer la estaban vendiendo hasta en 350 mil, alegando que varios mataderos redujeron el número de reses sacrificadas o pararon totalmente la matanza. Un ganadero me comentó que hoy un kilo de carne vale lo que hace unos años valía una res gorda. Pero aparte de controlar el precio de la carne, hay que garantizar el combustible a sus transportistas para que se pueda mantener un cierto nivel de suministro a la población. Uno de los principales mayoristas de carne en el centro del país dijo que hace un mes recibía 40 toneladas diarias de carne y esta semana solo recibió dos gandolas con menos de 30 toneladas, debido a que en Barinas no les están suministrando gasoil suficiente.

Tres. Por el retroceso mundial en el consumo de petróleo las más grandes transnacionales de este rubro están anunciando miles de despidos y el abandono de muchos proyectos de inversión. Según los expertos, esto va a tener un impacto negativo hasta por lo menos dos años después que haya sido detenida la pandemia del coronavirus. Chevron, Total y Shell fueron las primeras en anunciar que detienen todos sus proyectos de inversión, y más de diez transnacionales están evaluando la posibilidad de hacer lo mismo en estas próximas semanas.

Cuatro. Luego que cayera a sus mínimos en casi 20 años, con el Brent en menos de 26 dólares, el precio del petróleo ha detenido su desplome y esta semana ganó unos pocos dólares.

No es que la pandemia del virus chino haya retrocedido, sino que varios laboratorios anunciaron que han logrado importantes avances en la cura y la vacuna contra la enfermedad, lo que mejoró la confianza en que todo esto va a pasar y la demanda de crudo crecerá en unos meses.

Es solo una percepción, pero por ahora eso bastó para que los precios detuvieran su caída. Mejoró algo el precio, pero para muchos países sigue estando por debajo del costo, como nos pasa con los crudos pesados de la Faja, que para ser rentables necesitan que el barril esté bastante por encima de 40 dólares.

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