Semana en Domingo

Vendaval político

La crisis política que sufrimos sepultó cualquier proyecto para la recuperación del aparato productivo del país.

El vendaval político barrió con lo económico. La única medida que se podría mantener es el periódico aumento del salario ante la terrible inflación que ha llegado al 4 por ciento diario.

En otras palabras, tenemos diariamente la inflación que muchos países acumulan en un año. En el gobierno solo se habla de cómo mantener a
Maduro en el poder y todo lo demás quedó relegado.

Del lado del gobierno la prioridad es la agenda política y del lado de la oposición ofrecen soluciones pero por supuesto a partir de que tome el control del país.

Estamos pues en una situación en la que existen dos gobiernos, pero ninguno adopta las decisiones que exige la hora que estamos viviendo los ciudadanos de a pie.

Hay serias deficiencias en los servicios públicos, que nadie atiende: Escasez o ausencia total del suministro de agua, la salud es un desastre, las comunicaciones son cada vez más complicadas, el transporte público de pasajeros está desapareciendo, la electricidad falla a diario, el salario mensual no alcanza ni para la comida de tres días y la delincuencia hace años que tomó las calles.

Del aparato productivo lo que va quedando es el recuerdo. Ya los productores del campo están diciendo que la cosecha de este año no llegará más allá del 25 por ciento de la que fue hace diez años.

Y eso en el mejor de los casos y si el gobierno comienza a entregar semillas e insumos a tiempo.

Uno pudiera pensar que el que tendría que enfrentar el problema de cómo sostenerse en el poder es Maduro y que los ministros tendrían que ocuparse cada uno de sus responsabilidades, para que el gobierno y el país sigan funcionando.

En países de Europa ha habido situaciones políticas que han provocado cambios del jefe de estado, pero el gobierno ha seguido funcionando y los ciudadanos han podido seguir con su vida normal.

Aquí la crisis política ha provocado la paralización total de la gestión del gobierno en beneficio de los ciudadanos.

Como dije, hay dos gobiernos, pero ninguno de los dos nos resuelve nada. Unos porque no han llegado y los otros porque se están yendo pero no terminan de hacerlo.

La carne

Esta semana algunas carnicerías tienen la carne por encima de 10 mil bolívares el kilo, lo que convirtió la regulación de su precio en un chiste.

Ni siquiera los mercados municipales venden carne al precio regulado y algunos de ellos la tienen incluso más cara que los supermercados.

Algunos cortes como hueso rojo, lagarto con hueso y costilla son vendidos al mismo precio que cuesta la carne en canal, esto es más o menos a 4.500 bolívares, lo que significa que el beneficio del carnicero se disparó porque a los otros cortes les gana hasta 5.000 bolívares por kilo.

Antes esos cortes baratos eran vendidos por debajo el precio en canal, porque el carnicero se compensaba con el precio de los cortes de primera.

Ahora simplemente su precio mínimo es el de la carne en canal.

Se cayó aquel argumento de que los cortes de primera eran “caros” porque perdían en la venta de los cortes baratos.

Un amigo, dueño de un supermercado de Alta Vista, siempre me decía “Es que le pierdo mucho al hueso, que tengo que comprar como si fuera carne y venderlo como hueso”.

Ahora lo compra como hueso y lo vende como carne. Es que no ganamos una.

El peligro de una “colita”

El transporte de pasajeros se ha complicado tanto que la gente cuando viaja a otra ciudad se despide como si se estuviera yendo a un país distante.

Y no es para menos porque cualquier pasaje en carro cuesta más que el salario mensual.

Se está haciendo frecuente que los conductores particulares se lleven a algún pasajero cuando viajan a otra ciudad, cobrando menos que los carros de línea.

Eso ayuda, pero por supuesto no es suficiente como para resolver el problema.

En la salida de las ciudades es común que haya personas esperando que algún conductor los lleve a otra ciudad pero muchos choferes, teniendo puestos vacíos, se abstienen de hacerlo por la inseguridad.

También está el riesgo de que le pase lo que a un colega periodista, que le dio la cola a dos jovencitas con apariencia inocente que iban para Caracas y en una alcabala en Miranda les registraron el equipaje y llevaban una bolsita con cocaína.

Tres días preso, un abogado, el carro desmantelado en el estacionamiento al que lo llevaron, todos los gastos de tribunales con sus respectivas “propinas” y para remate un tremendo rollo con su esposa que todavía insiste en que no fue una colita inocente.

“Hermano, uno trata de ayudar por la situación que vivimos y mira el verguero en el que me metí”.

Le digo que salió bien frente a otros casos que he conocido.

Cuatro

Uno

Algunos politólogos están advirtiendo que con el paso de los días el movimiento iniciado con la proclamación de Guaidó está perdiendo el impulso inicial y que eso beneficia a Maduro, que está ganando tiempo.

Algunos creen que la llegada de la ayuda humanitaria pudiera ser el detonante para una salida a la crisis, pero en lo personal creo que si el gobierno la deja entrar sin problemas, no va a pasar nada.

Tampoco creo eso de que si algún militar trata de impedir su ingreso, los marines norteamericanos nos van a invadir de inmediato.

Dos

Los mercados petroleros internacionales se mantuvieron bastante estables esta semana.

Se mantiene la incertidumbre de las posibles sanciones de Estados Unidos a Arabia Saudita por el asesinato del periodista Khasogi, pero mientras tanto reina cierta estabilidad.

El Brent sumó medio dólar hasta 57,59, el West Texas subió 78 centavos para quedar en 57,67 mientras que el barril Opep se mantuvo alrededor de 66 dólares.

El barril venezolano está en 55,58 dólares.

En Venezuela se habla de muchos problemas operativos en las refinerías, lo que obliga a importar gasolina. Pero hasta ahora el suministro es normal.

Tres
La economía no ha sido dolarizada de manera formal u oficial, pero en la práctica prácticamente todo se relaciona con esa moneda o se cobra directamente en ella.

Los alquileres y el precio de los inmuebles se tasan más en dólares que en bolívares, como igual pasa con los vehículos.

Muchos economistas dicen que están dadas todas las condiciones para que la economía sea dolarizada, pero el problema es que el gobierno no tiene dólares y que eso tendría que ser la primera decisión del nuevo gobierno, o de Guaidó.

Cuatro

Agradezco mucho a los amigos que me sugieren que vuelva a la radio con mi programa “Página 3”, sobre todo en un momento como este.

Lo he pensado, pero el tiempo en radio se ha vuelto muy costoso y es difícil conseguir suficientes patrocinantes como para pagarlo, sobre todo tratándose de un programa político y encima hecho por un periodista de oposición.

Por eso también tuve que suspender mi programa de TV Bitácora Industrial. No está fácil, pero si hay cambios tengan la certeza de que regreso enseguida.

La cuestión está tan complicada que ni siquiera el gobierno está anunciando y cuando lo hace no paga.

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