¿Se puede aprender sin emoción?

El desarrollo afectivo y socioemocional es un factor importante en el aprendizaje, Piaget (como se citó en Philip, 1997) afirma: “la similitud existente entre inteligencia y afectividad es una interacción firme, constante y son inseparables, por ello la afectividad influye sobre las mismas estructuras de la inteligencia y de ella emergen el conocimiento y las operaciones cognoscitivas originarias”.

Las emociones son un componente muy marcado en la edad preescolar, a través de estas el niño construye su identidad, le permiten relacionarse con el otro, y de esta manera aprender. Por lo general, en el aula de clases se promueve el aprendizaje colectivo a través de la socialización, actividades en grupo y en cada una de estas estrategias la maestra juega un papel fundamental como mediadora, ya sea con motivación, apoyo afectivo, entre otros.

Ahora, ubicándonos en la situación pandemia y aislamiento social. En el proceso educativo de enseñanza bajo la modalidad virtual, ¿Realmente se le está dando la vital importancia al área afectiva/socioemocional del niño a la hora de enseñar? La respuesta en la mayoría de los casos es no, debido a que es muy difícil lograr espacios donde pueda promoverse el trabajo en equipo, la socialización, el afecto físico, más allá de una pantalla.

Sin contar, el hecho de que hay grupos de niños que viven en zonas rurales donde la conectividad es baja, otros en condiciones de hogares pobres que no poseen un espacio para estudiar, o familias monoparentales que no pueden ofrecerle al niño el acompañamiento adecuado en el aprendizaje.

Además, no todos los docentes cuentan con las herramientas tecnológicas necesarias para que pueda alcanzarse de la manera adecuada ese vínculo maestra-alumnos, siendo esta una razón para aprender, resaltando la importancia del refuerzo en el aprendizaje: “Lo estás haciendo bien”, “Puedes lograrlo”, obtener la calcomanía de la carita feliz son acciones que dentro del aula de clases motivan a los niños a esforzarse.

Por eso, se hace un llamado de atención a los padres, representantes e incluso maestros para que tomen en cuenta este factor tan importante. Si eres padre, apoya a tu hijo, recuerda que esta situación de pandemia es aún más difícil para ellos, sumado a eso la adaptación a la modalidad de enseñanza virtual, necesitan mucho más de un mediador en el hogar para que pueda alcanzar sus objetivos académicos a toda cabalidad.

Las emociones son fundamentales en el aprendizaje ya que a nivel biológico, existen fibras neuronales que se proyectan desde el sistema emocional del cerebro hacia los procesos de lógica y razón, siendo las emociones un determinante en el comportamiento que involucran estas habilidades. Además, tienen influencia en otros procesos cognitivos como la atención, la cual está íntimamente relacionada con el aprendizaje ya que el cerebro se enfoca mejor en la información relevante.

Es importante destacar que según algunos estudios afirman que las emociones positivas facilitan el aprendizaje y hacen posible el logro académico. Por otro lado, el estrés, siendo un estado emocional negativo, se vuelve perjudicial para el aprendizaje y el rendimiento de la memoria.

Es decir, que sin un estado emocional óptimo y sin la motivación adecuada, el proceso de enseñanza-aprendizaje podría verse afectado negativamente hasta el punto de no concretarse.

Laura Vívenes, estudiante del 6to semestre de Educación Preescolar, UCAB Guayana

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/CFMrmvxvJUM4dWiaTzuPwc

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia