Redes Sociales: “Más allá de un like”
No todo en las redes sociales (RRSS) es color de rosas. A pesar de que gracias a ellas se han logrado cosas maravillosas, como el hecho de reunir familiares perdidos, ayudado a encontrar personas con los mismos intereses y a compartir nuestras opiniones e ideales, entre otros beneficios; hay otra cara de la moneda que puede llegar a representar un arma de doble filo.
Ciertamente muchas personas que viven día a día adheridos sin control ni prudencia en las redes sociales, inevitablemente dan acceso a un enemigo silencioso y oculto que produce un falso sentido emocional, causante de muchos problemas físicos y de salud mental.
El modo en que las RRSS están siendo usadas actualmente es diferente a la visión que tenían sus creadores cuando estaban dando vida a las aplicaciones. Por citar algunos, originalmente la opción de dar un ‘“Like” o en español un “Me Gusta” era para crear un ambiente positivo dentro de la plataforma, e interactuar dando a conocer que la publicación era de agrado de los seguidores de quien publicaba.
No obstante, con el pasar del tiempo se percataron que la función era ambigua para muchas personas, y depende de la interpretación particular que el usuario le otorgue, pudiendo acarrear bajo ciertos escenarios, trastornos de ansiedad y depresión ante el hecho de altas expectativas de aceptación. El significado de un “me gusta” es relativo.
Para muchos las opiniones y acciones de otros usuarios se hacen exponencialmente relevantes y adictivas, a tal punto de dejar de lado o en un segundo plano la propia identidad, hasta considerar algo ajeno como propio, anidando creencias o propósitos de terceros, con la inclinación de la voluntad de ser otra persona para sentir que encajamos.
Este estado de fantasía comunicacional persistente de estar “conectados”, condiciona una alteración psicológica progresiva del comportamiento, impactando los pensamientos, sentimientos, el estado de ánimo y conducta de las personas, por encima de cualquier consecuencia negativa para su salud, además de afectar su vida personal, familiar, sexual o vocacional.
Dentro de las enfermedades de salud mental que están asociadas con las RRSS se describen los trastornos de ansiedad, depresivos, del sueño, de la personalidad, de la alimentación, del estado de ánimo o FOMO.
Al estar conectados en nuestras redes sociales, tenemos acceso a un mundo de publicaciones de amigos, familiares, extraños o celebridades, haciendo más fácil que empecemos a comparar y a cuestionar nuestra vida con las de ellos.
Esas comparaciones nos pueden hacer llegar a la conclusión que nuestras vidas no son tan emocionantes como la de las personas que están compartiendo en las redes, sus viajes, experiencias y una desbordada felicidad. Las comparaciones continuas pueden hacer que una persona se sienta insatisfecha con su vida, generando de forma inconsciente un trastorno de personalidad, ansiedad o depresión si este tipo de sentimiento persiste.
La adicción a las RRSS es un problema que afecta a la mayoría de los adolescentes con acceso a internet. Cuando un usuario publica una foto, espera que exista una reacción automática después de publicarla. Al recibir un “like” o un “me gusta” por su publicación, genera una satisfacción y una idea de aceptación momentánea, que se mantiene mientras otras personas siguen interactuando y comentando en ella.
Pero ¿Qué sucede si la publicación no logra las expectativas deseadas? Muchas personas esperando ese sentimiento de aceptación, experimentan una descontrolada preocupación por los likes, comentarios y las opiniones de los demás, que empiezan a cobrar relevancia en sus vidas. Los trastornos de ansiedad relacionados a las RRSS pueden tener origen en el anhelo de ser aceptados.
Según una publicación de Forbes en el 2019, menciona que el internet y las redes sociales han incrementado en los últimos 10 años la depresión y los trastornos de ansiedad en un 18 % y 15 % respectivamente. Durante la pandemia, el tiempo que hemos pasado físicamente alejados de nuestro entorno habitual, ha hecho que nos refugiemos más en las redes sociales, aumentando esas cifras.
Otro de los trastornos de ansiedad que genera el uso descontrolado de las redes sociales, es conocido como FOMO “fear of missing out” que significa en español “el temor de perderse de algo”.
El FOMO es la ansiedad que las personas experimentan al sentir que se están perdiendo de una experiencia en un lugar en el que no están presentes, pero que otros usuarios están publicando y disfrutando juntos de esa experiencia en sus redes. También se puede generar al sentir que otra persona está siendo exitosa, o han hecho algo donde ellos quisieran estar involucrados.
Para evitar la adicción a las redes sociales y prevenir sus efectos a la salud mental, es importante recordar que hay que monitorear el tiempo que pasamos conectados en los diferentes dispositivos electrónicos que nos dan acceso a la red.
Estar consciente de cuándo usamos nuestro celular, nos ayudará a ser más selectivos y atentos a nuestras emociones. Por ejemplo, se recomienda usar el celular al menos una hora después de despertarse y dejarlo una hora antes de irse a dormir, para reducir nuestros niveles de estrés.
La vida en las redes sociales no siempre es lo que parece. La realidad es que detrás de la pantalla todo puede llegar a ser completamente diferente e imperfecto a lo que vemos, y que la base del problema no se trata de las redes sociales en sí, sino cómo las usamos y el desconocimiento que tenemos de sus efectos en nuestra salud mental.
Daniela Genie
Partnership Manager
Instagram / TikTok: @danielagenie
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