¿Reconstruirán a Venezuela?

Nadie puede negar que Venezuela ya no es lo que fue hasta hace pocos años. Es un país diferente, donde todo ha evolucionado a la inversa. Es algo absolutamente inexplicable, aunque muchos atribuyen la terrible situación actual, a la intención de doblegar a la población generando necesidades que solo los afectos al gobierno pueden cubrir. Esto, a mi juicio, es algo absurdo.

Muchos creen que recuperando la estructura física, se resuelve todo. Pero ese es el menor problema. La gran tarea es restablecer el sistema de derechos y obligaciones que permitan la convivencia.

El sistema judicial sería la columna vertebral alrededor de la cual se ensamblarán todas las instituciones públicas y privadas. Un juez será lo máximo, independientemente de sus tendencias políticas o afectos personales.

Solo tomará decisiones de acuerdo a su criterio jurídico respaldado con los argumentos correspondientes. Nadie extraño al juez, diferente a quienes litigan en representación de terceros, debe influir en la toma de decisiones.

Algo fundamental será respetar a las autoridades, pero estas deben ser respetables e igualmente respetuosas. Las víctimas de los abusadores somos las personas formales e incapaces de desobedecer a la autoridad. Eso es lo normal. La perversión ha minado a los cuerpos de seguridad del Estado y esto conlleva a la desgracia total.

Cada ciudadano con cierta autoridad, asume que él es la ley y se hará todo cuanto decida, sea legal o no. Esto es muy común en la actualidad, una llamada del jefe superior lo decide todo. Eso no lo esconden, disfrutan al máximo de esas aberraciones jurídicas. Sienten que ser autoridad es un privilegio que no se rige por normas y procedimientos.

Las alcabalas se han convertido en algo lleno de abusos y perversiones, donde no existen los derechos, ni nada que justifique salir del problema como no sea con influencias o con carnets que le permitan superar los abusos. Solo con retenerlo, mientras supuestamente averiguan, pasan las horas y cuando usted decide ser generoso y compartir lo que transporta, todo se resuelve de inmediato.

No existe absolutamente ningún organismo donde plantear el reclamo y más bien se corre el riesgo de meterse en un problema mayor y allí no lo salva nadie. Esa Venezuela es la actual.

Desconocer la decisión de un juez es algo increíble, pero sucede como algo normal y todo sigue igual. Esto es algo que me asombra y siempre repito una y otra vez. Es el desconocimiento a la orden de un juez para que liberen a un detenido. Simplemente se niegan a hacerlo por órdenes de alguien, son prisioneros de ese sujeto poderoso y nada se puede hacer.

¿Qué sociedad puede funcionar correctamente con este tipo de aberraciones? Absolutamente ninguna.

Aquí nadie se siente seguro de no caer preso y acusado de cualquier delito, por el simple hecho de ser opositor al gobierno o tener algún problema con alguno de los poderosos.

En un aeropuerto le pueden decomisar y anular el pasaporte y será casi imposible recuperarlo. Deben existir juzgados a dónde acudir a defender sus derechos y a que paguen compensaciones por el daño que producen los abusadores. Eso debe crearse de inmediato.

¿Cómo controlar a los jueces? Eso no es difícil. Se deben eliminar esos organismos burocráticos que supuestamente regulan la actuación de los jueces, porque casi siempre pasan a formar parte del sistema de perversiones y todo sigue igual.

Eso sí, el porcentaje de decisiones en función de la cantidad de expedientes y de los lapsos correspondientes deben mantenerse y que se cumplan sin ningún tipo de justificaciones artificiales. Debe crearse un sistema de evaluación donde se asuman las denuncias por presuntas irregularidades.

Simplemente se recogen las decisiones sin concretarlas a un sitio determinado y sin identificar al juzgado. Un grupo de juristas evaluarán esas decisiones cuestionadas, cuando exista una cantidad apropiada y determinarán si el juez actuó de forma correcta o incorrecta. No me refiero a las apelaciones en otros niveles de decisión, sino a los abusos reiterados contra las normas y procedimientos.

Les aseguro que volveremos a la normalidad en poco tiempo. El respeto a los deberes y derechos es lo único que permite desarrollar a una nación, por cuanto la parte física será manejada por expertos de la materia y con recursos se reconstruye todo. Con una ley de emergencia nacional, la producción petrolera se recupera de inmediato.

Venezuela debe regresar a la normalidad, donde todos los organismos funcionen dentro de las atribuciones que les consagra la Constitución Nacional y nada más. Nadie, absolutamente nadie, debe poseer ningún otro nivel de decisión diferente a los que le determinan y le especifican las leyes con sus respectivas normas y procedimientos.

¡Buena suerte!

@dabega26

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