Opinión

¿Quién preside a la Asamblea Nacional?

Absolutamente todo se va achicando y vamos rumbo a la nada.
martes, 14 enero 2020

Venezuela es de los muy pocas países donde vamos involucionando, es algo realmente asombroso ver la forma como vamos regresando al pasado cuando hace apenas, alrededor de 20 años, nos dirigíamos hacia el desarrollo y el progreso.

Absolutamente todo se va achicando y vamos rumbo a la nada, donde solo funcionará la actividad comercial y quizás seamos capaces de producir algunos renglones propios de pueblos atrasados y subdesarrollados.

Quienes asumieron el poder, no han tenido otro propósito que conservarlo para siempre y no lo ocultan, lo dicen abiertamente, no les importa otra cosa que el poder y para ello todos los recursos que pudieran ser utilizados en sembrar las semillas del progreso y el bienestar colectivo, se emplean en dádivas para quienes asumen un sistema de vida que no les exija ningún esfuerzo o sacrificio, simplemente existir sin mayores compromisos, mientras quienes controlan al Estado y sus instituciones, les sobra todo.

Esa es lamentablemente la Venezuela actual, aunque no les importa absolutamente nada afirmar lo contrario y tratar de convencernos que nos encontramos en el paraíso terrenal.
El otro gran problema es que buena parte de los opositores son más de lo mismo, no los quieren sacar del poder, sino sustituirlos para disfrutar de los grandes privilegios y ventajas de quienes gobiernan en la actualidad. Se les ha metido en la cabeza que gobernar es disfrutar y no una inmensa responsabilidad con una población que confía en ellos y los apoya para que enrumben a nuestra maravillosa patria por el camino correcto del bienestar colectivo. Esto no lo podemos negar, ni ocultar, por cuanto pudiéramos sufrir las terribles consecuencias de no saber elegir a conductores políticos y sociales, apropiados para enfrentar la debacle económica y cultural donde nos encontramos inmersos en la actualidad.

Para mostrar el nivel del atraso donde hemos caído, nos vamos a la terrible, bochornosa y vergonzante lucha para controlar y dirigir a la actual Asamblea Nacional, órgano conformado por quienes fueron electos por la población para crear las leyes que permitan el funcionamiento de una sociedad compleja. Solo las mayorías deciden y quienes están allí solo deben responder a la intención y el deseo de quienes los apoyaron y, en consecuencia, los eligieron.

El asunto es que quienes controlan al Estado en la actualidad, tienen una debilidad terrible y es que se encuentran en minoría en el poder legislativo, órgano que controla todas las actividades del Estado y allí se designa al resto de quienes serán los integrantes de los otros poderes, menos del Poder Ejecutivo, cuyo presidente es elegido directamente por el pueblo de la misma forma que a los legisladores.

Quienes gobiernan lograron anular totalmente a la Asamblea Nacional, pero esto se ha convertido en un impedimento para realizar convenios con otros países y con organismos financieros del mundo. Lo que no se apruebe en la Asamblea Nacional, será desconocido al cambiar de gobierno.

Aunque no lo admitan, es absolutamente imposible mantenerse en el poder sin el apoyo mayoritario de la población, aun pudiendo controlar la estructura del Estado por la fuerza y con recursos aparentemente habilidosos, pero que al final se convierten en un gran riesgo de perderlo todo y la felicidad no tiene una libreta de ahorros donde pueda guardarse parte de ella para cuando vengan la desgracia y el dolor.

El gobierno decidió no solo anular a la Asamblea Nacional, sino controlarla directamente y para ello se asoció con un grupo de diputados suspendidos por sus partidos por presuntas irregularidades en la Comisión de Contraloría, donde se emitieron correspondencias afirmando que varios empresarios que suministraban los productos del CLAP, ejercían esa actividad correctamente. Eso les permitía moverse en el sistema bancario internacional.

A este grupo de diputados se le agregaron otros más de la oposición, desconozco los motivos y suman una cantidad de 18, lo cual con los 54 del gobierno, son 72 en total, les impide ser mayoría y ni siquiera hacer quórum. Pero los del gobierno diseñan un mecanismo donde ellos ingresan todos sin ningún impedimento y dificultan, con la Guardia Nacional, el ingreso de los diputados de la oposición para cuando hagan quórum iniciar la sesión, sin la presencia del presidente y elegir a una directiva sin saber quién votó o quien no votó. Casi seguro que a esta minoría, la Sala Constitucional del TSJ, le avalará la decisión. ¡Buena suerte! Nota.- Ayer cumplió 74 años el extraordinario y maravilloso partido socialcristiano COPEI. ¡Ojala se unan!

@dabega26

 

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