¿Quién controla al crimen en las minas?
Hace pocos días se escenificó, una vez más, un macabro hecho donde asesinaron a ocho ciudadanos, cantidad hasta ahora conocida, en el territorio indígena de Ikabarú, residencia privilegiada de los indios Pemones, con algunos derechos sobre esas tierras. Gran escándalo como siempre y ya todo se olvida tal cual sucede normalmente.
En el estado Bolívar se sabe que existen grandes cantidades de oro, diamantes y muchos otros minerales exóticos de excelente valor comercial. Hasta hace poco tiempo estos territorios privilegiados llevaban una vida prácticamente normal, dentro de las propias leyes que se establecen en esos campamentos de aventureros y comerciantes de esos minerales. Las leyes que salen de la Asamblea Nacional, no son las que se practican en la minería anarquizada. Allí funciona otra organización producto de una mecánica de control que ejercen organizaciones que asumen el mando y se reparten el territorio. Las autoridades formales, son parte de esta estructura de poder. El dinero es quien une a todos.
No soy un experto, ni mucho menos. Jamás he penetrado a esos predios tan peligrosos e inhóspitos para cualquier ser humano, pero la tentación del dinero supera todos los temores y debilidades y eso demuestra la gran capacidad de trabajo que tiene el ser humano frente a posibles grandes recompensas.
El conocer a muchas personas y familias que residen en las minas, me ha permitido comprender algo de ese mundo escabroso, aparentemente desorganizado, pero no es así. Allí el delito normal no existe, Los ladrones y extorsionadores son eliminados y todo el mundo contento, los únicos que sienten las desgracias son los familiares cuando se enteran de estas muertes y hasta allí llega todo, No hay donde ir a reclamar ni averiguar.
Nadie entra a las minas sin la autorización de las organizaciones que la controlan y por supuesto del líder que ha logrado imponerse. Todo esto lo conoce lo que nosotros llamamos gobierno, pero es como si no supieran nada. No se atreven a medirse con esta parte peligrosa de la minería. Hace poco mataron a uno de los jefes y la población se les vino encima, porque ellos reparten con los habitantes de sus comunidades, no es un secreto. Lo más seguro es que dejó por fuera a alguno de los poderosos y pagó con su vida. Ya se olvidó ese caso.
Observen que me estoy refiriendo a la llamada minería informal, donde decenas de miles de personas que a pulso limpio obtienen gran cantidad de dinero y parte de ello se queda en manos de las autoridades sin credenciales, pero que reparten con quienes si las tienen y todo tranquilo, solo mueren quienes delinquen o tratan de evadir el control.
La minería formal, los grandes explotadores de esos grandes yacimientos de oro y diamante es otra cosa. Es el dinero en abundancia por demás. Es algo impresionante y hasta doloroso, por cuanto la parte que debería llegar a las poblaciones de esos sitios, no llega y los servicios son realmente una calamidad y son los gobiernos regionales y el nacional, quienes deben responderles y no hacen casi nada, no es ningún secreto.
El problema actual, es que los asesinatos internos en las zonas estrictamente mineras, se han expandido a las poblaciones aledañas a esos territorios y la mortandad es más que conocida, lo cual sumado a los combates por el control de las minas, donde mueren decenas y decenas de personas, incluyendo a mujeres armadas, ha traído una gran peligrosidad personal para quienes habitan en estas poblaciones, que hasta hace relativamente poco tiempo, eran áreas rurales muy tranquilas, productoras de grandes cantidades de alimentos agropecuarios.
Muchos de quienes aspiran sustituir al gobierno actual de Venezuela, elaboran una gran cantidad de proyectos ficticios, sin comprender a fondo el problema real. Muchos, pueden tenerlo por seguro, están pensando en los beneficios y en nada más. Los seres humanos somos iguales, no es que solo los chavistas sean perversos y los antichavistas correctos. Todos tenemos virtudes y defectos, la solución es el sistema de vigilancia y control. Cuando un país se maneja dentro de las leyes y los jueces deciden con justicia, ese país se convierte en una organización productiva y se desarrolla en beneficio del colectivo total y no exclusivamente de individualidades.
Algunos creen que llevando miles y miles de soldados a las minas, lograrán el control, pero serán otras personas, distintas a los actuales dueños de todo, pero con las mismas ambiciones y las mismas perversiones de quienes controlan todo en la actualidad. Solo organizando a quienes dominan esos territorios se puede resolver el problema. ¡Buena suerte!
@dabega26
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