¡Que vienen los rusos!

Estamos en unos días de gran incertidumbre mundial. La humanidad toda está en ascuas ante el conflicto ya convertido en guerra de la poderosa Rusia hacia Ucrania.

A esta fecha ya van más de tres semanas del inicio de los ataques de Rusia contra el valiente pueblo ucraniano. El miércoles 23 de febrero, Rusia comenzó operaciones agresivas contra Ucrania, emprendiendo un significativo conflicto entre los países al este de Europa con consecuencias devastadoras, por lo que este pueblo, el país entero, vive horas de terror. Por cierto, que el plan de Putin ha sido un fracaso ante el coraje, valentía y dignidad de los ciudadanos de Ucrania.

Así pues, como un simple ciudadano del mundo, nos hemos de sentir alarmados ante una situación que pudiese llevar al mundo hasta sus últimos hálitos de vida. Esta situación no es desconocida por los habitantes de esta nave Tierra, tan afectada y humillada.

Ya ocurrieron circunstancias muy parecidas desde los años, 1945 hasta 1989, con la histórica y patética “Guerra Fría”, desatada entre Estados Unidos (EEUU) y la antigua Unión Soviética, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Urss).

Superpotencias nacidas después de la II Guerra Mundial y que mantuvieron a la población mundial en vilo.

A grandes rasgos, el móvil del conflicto se desencadenó por la constante lucha entre paradigmas diferenciados de ordenación estructural política, ideológica, social, cultural y económica que cada una de ellas poseía.

Este conflicto tuvo la característica esencial de no ser un enfrentamiento armado directo, pero que sí se convirtió en una amenaza firme de conflicto entre los bloques.

Cada bando planteó y creó organizaciones afectas a sus objetivos, por ejemplo, Occidente, EEUU, integró la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) y el bloque oriental, el Pacto de Varsovia y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (Comecon).

La OTAN es una organización armada, creada para contener la expansión de Rusia.

Hemos de recordar que EEUU, tenía el liderazgo del bloque occidental, conformado por los países de Europa Occidental, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, además de Japón.

Ellos propugnaban el sistema económico y la democracia liberal como sistema político. Mientras que la URSS, encarnaba el bloque del Este u oriental, es decir países comunistas, quienes preservaban el socialismo como sistema económico y social y la democracia popular de un partido único como régimen político.

Afortunadamente, el día 3 de diciembre de 1989 finaliza la Cumbre de Malta y con ella termina la pugna entre EEUU y la Urss y sus aliados respectivos. Ocurre también la caída del Muro de Berlín, y se liquidan los gobiernos socialistas después de muchas situaciones no deseables, tales como el caso por cierto vinculado con América Latina, como lo fue la “crisis de los misiles de Cuba” en octubre de 1962, cuando EEUU descubre bases de misiles nucleares en esa isla.

Lo real, es que actualmente nos encontramos con una total desazón o incertidumbre como lo expresé en las primeras líneas de este artículo. La invasión cruenta y desmedida de Rusia hacia Ucrania, decidida por el presidente Putin, ha encendido las alarmas y miedos de la humanidad.

Los EEUU, Reino Unido, la Unión Europea y la Otan han despertado desconfianzas sobre un regreso a la Guerra Fría. En ese sentido, vaya mi primera interrogante; ¿Estamos en idéntico o peor peligro ante las consecuencias de una conflagración de guerra mundial con niveles nucleares que pudiesen generarse del conflicto Rusia Ucrania?

Importante es mencionar, que la historia señala que el origen de Rusia y Ucrania se ubica desde hace más de 1.200 años en la denominada ‘Rus de Kiev’, clan poderoso de tribus eslavas que dominaban el noreste de Europa en la Edad Media y tenían su epicentro en la capital ucraniana de Kiev.

Lo innegable es que Ucrania, está en el medio de la estrategia militar de Rusia y Occidente y que Ucrania se ha convertido en el vórtice de presión geopolítica entre Occidente y el Este por su sitio geográfico, geopolítico, por estar ubicada frente al territorio mismo de Rusia, y al mismo tiempo querer pertenecer a la Otan y a la Unión Europea (UE), motivo de incómoda aceptación por Rusia, mientras que para los Estados Unidos y la Unión Europea resulta ser positivo debido a tener así un aliado estratégico y militar en el lugar más adecuado para sus intereses.

En todo caso, esa es nuestra realidad actual: estamos a las puertas de un no deseable final para el mundo. Pero, surge otra interrogante ¿ A quiénes favorece el conflicto, a Rusia o a Ucrania? Algo que debe dejarse bien claro, sin caer en sesgos preferenciales o no, acerca de la culpabilidad del inicio del conflicto entre estos dos países. Causas existen por parte de ambos. Unas más aceptadas geopolítica y estratégicamente que otras.

Un punto interesante para destacar es que se conoce que la Otan obliga a sus países miembros compra de armamento sofisticado y de alta tecnología de este por razones obvias de su naturaleza fundacional.

Se habla que el 92 % de armamento nuclear que existe en el mundo está ubicado en dos países: Rusia y EEUU Situación que exige a pensar que Rusia como contraparte también está dentro de esa carrera y negocio armamentista. Es decir, está todo dentro del denominado Complejo Industrial Militar, en otras palabras, el principal favorecido de esta guerra es el negocio de la venta de armas: Así pues, como siempre aparece el “cochino dinero” (como dirían algunos), así entonces, la venta de armas engendrará ese dinero que irá directamente a los “bolsillos” de los vendedores de armas.

Y si hablamos de otro tipo de consecuencias de esta guerra, además de las pérdidas de vidas humanas y la destrucción de ciudades, tenemos la serie de  impactos de mediano y largo alcance como lo es la inflación no solo en Rusia sino también en otros países a nivel mundial como producto por ejemplo de las medidas restrictivas como represalia a Rusia que aíslan su economía del resto del mundo y presumen es un golpe certero a las más importantes entidades financieras y al constructo industrial y militar que sostienen el régimen de Putin, al respecto el Diario “El País” señala que:

“Casi ningún sector estratégico quedará a salvo del impacto en Rusia. Bancos, empresas de defensa y aeroespacial, constructoras de infraestructuras, grandes compañías de transporte y logística o aerolíneas perderán o verán limitado el acceso a los mercados europeos de financiación y sufrirán la prohibición de adquirir tecnología y componentes esenciales para su modernización.”

Pero, con respecto a lo antes citado, es bien importante señalar que esas sanciones se extrapolan a otros países, como ha ocurrido con Venezuela, en cuyo caso ha sido motivo de preocupación por parte del régimen de Nicolás Maduro, y sus principales personeros debido a lo que se presume y dice que poseen grandes sumas de dinero en la banca rusa y que no podrán tocar ni hacer negocios y transacciones financieras.

Calamitosamente el submarino ruso “El Pulpo”, encalla cerca de las costas de Cape Cod, Nueva Inglaterra. Estados Unidos, en plena Guerra Fría. El capitán del submarino se empeñó en acercarse a la costa de EEUU, para ver América, pero lo que logró fue meter a toda su tripulación en problemas cuando se quedan encallados junto a la costa .

El capitán desesperado envió nueve hombres comandados por un teniente de apellido Rozanov a buscar una embarcación capaz de socorrer y lograr poner en navegación nuevamente al submarino. Uno de los marineros llega a la casa de la familia Whittaker, quienes están de vacaciones junto a su esposa Elspeth y sus dos hijos, Pete y Annie. Todos ya estaban preparados a regresar a su casa en New York porque el verano había terminado.

Los marineros tratan de convencer a esa familia que ellos son noruegos. Rozanov les muestra una pistola y les promete no hacerles daño si le dicen información sobre aspectos militares en la isla y también sobre la policía Así mismo le pide las llaves del carro a Whittaker. Los esposos deciden y dan información que les solicitaron y además les entregan las llaves del carro.

Los rusos se retiran, pero se queda un marinero joven, Alexei Kolchin , a efectos de vigilar a la familia, y más tarde y una vecina de ellos, Alison Palmer una joven muy bella y con apenas dieciocho años de edad.

El vehículo les causó inconvenientes a los marineros que lo conducían. Hasta que el auto se detiene debido al poco combustible que le quedaba, hasta el punto de que se detuvo y tuvieron que continuar a pie. Posteriormente roban un vehículo a una señora, que resultó ser la cartera, empleada del correo del pueblo, Muriel Everett, ante esa situación ella llamó a una amiga y así empieza a conocerse la problemática, cunde el rumor y con él se propaga cual “bola de nieve”, surgen así las confusiones y malentendidos en toda la isla. Cunde el pánico y la zozobra. El jefe de policía, Link Mattocks y su asistente Norman Jonas se alteran y deciden informar a los pobladores civiles y conminan a “aplastarlos”.

Siete de los rusos roban un bote e intentan llegar al submarino, mientras Rozanov va en busca de Kolchin, quien oh sorpresa, se ha enamorado de Alison. Cuando el submarino entra en navegación normal, el capitán toma el mando y lo lleva a puerto en búsqueda de sus marineros. Se encuentra con Rozanov y Kolchin. Pero, en el puerto se presenta una situación de altercado.

El capitán ante ello comienza a amenazar con bombardear el pueblo si no les devuelven a sus marineros. Ante esa actitud del capitán los pobladores amenazan con disparar contra el submarino.

De improvisto, se oyen unos gritos de niño. De pronto un niño, Johnny Whitaker, precisamente un sobrino de Whitaker que estaba viendo la fuerte pugna encaramado en el campanario de la iglesia, pierde el equilibrio, se resbala y cae hasta quedar colgado del canalete. Ante ese acontecimiento, los rusos y los pobladores presentes se olvidaron de sus rencillas y diferencias ,procedieron rápidamente a rescatar al niño formando una pirámide humana. Al final el niño es rescatado y quizás salvado de morir o sufrir posibles y graves heridas al caerse.

Calmados todos. Una vez hecha la paz y la armonía, el submarino salió del puerto escoltado por los vecinos de la isla en sus respectivas barcas para protegerlo hasta llegar a aguas seguras, momentos después súbitamente, pasan rasantes un par de aviones McDonnel F-101 Voodoo de las fuerzas aéreas estadounidenses, cuyos pilotos contemplan atónitos, desconcertados, cómo los residentes del pueblo socorrieron en a los soviéticos.

Habida cuenta pues de lo anteriormente narrado que sirvió como plataforma moral de este artículo. El título que lo ilustra “Que vienen los Rusos”, se corresponde con una película del año 1966.

Película de extraordinario contenido negociador en estos días aciagos de la guerra entre Ucrania y Rusia se ciñe a lo favorable de la coexistencia mutua. Debido a que da igual la política o las ideologías y que lo que importa es la humanidad, sin olvidar que es precisamente la ideología la que acaba configurando un tipo de humanidad que a su vez puede ser perfectamente inhumana.

Sin embargo, los temas de fondo que plantea esta hábil tragicomedia aún continúan amenazando a la humanidad. Los prejuicios, la violencia, el peligro de una catástrofe nuclear, etc., están hoy presentes nuevamente. No han sido superados. Un filme intensamente humano que nos dice que por encima de los intereses sórdidos de los que hoy rigen el mundo, los seres humanos aspiramos vivir en paz los unos con los otros.

El contenido de la película, toda una parodia, nos deja una reflexión pacifista de cómo pueden ser resueltas las divergencias y conflictos sin caer en la agresión y la confrontación inútil. Es un ejemplo de la fantasía que puede hilvanarse como experiencia real muy importante en estos días lamentables de la invasión y guerra de Rusia sobre Ucrania.

Habida cuenta de considerarse que es una invasión ilegal, sangrienta y desmedida de Rusia contra Ucrania. Acción que viola el Derecho Internacional y las Relaciones Internacionales.

En conclusión, es cierto ¡Que vienen los rusos!, y que han gritado desesperados y alarmados, pero muy valientes y dignos en Ucrania, mientras que también en Venezuela. Motivados ambos países por causas diferentes que para cada país tienen “razones obvias”, unas dignas de aplauso y solidaridad y las segundas reprochables e históricamente detestables.

Los primeros, los ucranianos, por rabia, tristeza e inseguridad en la búsqueda de su Libertad y los segundos, el régimen venezolano, también por rabia, pero con características de una gran decepción y sorpresa de ellos por estar perdiendo millonarias sumas de dinero de origen non santo y presuntamente depositados en la banca Rusa.

Situación que se presenta debido a las sanciones impuestas por los EEUU a Rusia y que por mampuesto afecta a muchos países. Al final, no nos hemos sorprendido de la cantidad de “Tartufos” (Recordando a Moliére), de hipócritas y mentirosos que transitan y coexisten en la vida política y social de todos los seres humanos del mundo. Me refiero tanto a lo nacional, regional e internacional cuando se violan las normas y leyes ya aceptadas consensualmente.

“La guerra es una derrota para la humanidad” (Juan Pablo II)

“Grande es la culpa de una guerra innecesaria”. (John Adams)

“La fuerza siempre atrae a los hombres de baja moralidad.” (Albert Einstein)

Calgary, Canadá, Marzo 2022

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