¿Por qué abandonan a Maduro?
El poder es equivalente a una droga de alta toxicidad. En consecuencia se establecen normas y procedimientos muy severos para ejercerlo y muy exigentes para mantenerlo.
El ejercicio del poder genera una serie de aberraciones en el ser humano, que lo transforman totalmente y lo pueden convertir en un individuo presumido, pedante y sobre todo perverso, si no está preparado para ejercerlo. Por eso no es difícil encontrar a personas que normalmente eran muy amables, cordiales y generosas, convertidas en individualidades detestables y absolutamente desconocidas. No solo en el poder político, que es la mayor ventaja que se puede lograr, sino en todas las actividades donde se tienen niveles de decisión. Frente a la necesidad, cualquiera que la pueda solventar, se convierte en una panacea o en una pesadilla. Muy pocos seres humanos logran asumir el poder supremo de una nación. Esta circunstancia, lo convierte en casi un Dios, donde todo aquello que necesite o le agrade, se lo convierte en realidad de inmediato. Todos quienes lo rodean lo tratan como a un mesías a quien deben todos sus privilegios. Solo mentes superiores y preparadas para desempeñarse apropiadamente, logran traer felicidad y prosperidad a sus pueblos. El problema es que los buenos y los malos, deben ser sustituidos periódicamente. Las naciones han establecido esta metodología para evitar las perversiones y las distorsiones anormales en la conducta de quienes gobiernan. No podemos negar que muy pocos aceptan desprenderse de sus posiciones de poder y hacen todo lo permitido para conservarlo y tratan de utilizar las ventajas, absolutamente todas, para imponerse sobre quienes los adversan y pretenden sustituirlos. Por eso se han aprobado leyes muy severas, con la finalidad de impedir los abusos de los poderosos sobre quienes los retan. Eso no es nada fácil. Lo bueno de esto es que quienes gobiernan y pretendan permanecer en la cumbre o que quienes los sustituyan sean personas de su misma cofradía, deben trabajar a fondo para llevar la felicidad a sus pueblos, dentro de las posibilidades reales que les permitan los recursos aportados por la población mediante los impuestos, que no son otra cosa que entregar parte de su esfuerzo para que funcione el Estado. Venezuela es un caso excepcional. Aquí, la mayoría de los recursos, los aporta un producto que no ha requerido del trabajo de nadie, el petróleo, simplemente se vende y sus beneficios los administran quienes gobiernan y ahí está la desgracia por las tentaciones de apoderarse de parte de estos inmensos volúmenes de dinero que pueden manejar. Aparte de darse todos los lujos, productos de sus antojos y caprichos, potenciados por quienes están a su servicio, con la finalidad de lograr parte de esa gran fortuna para ellos y sus familias, lo que los empuja a realizar todo lo permitido y no permitido para mantenerse en el poder y por eso no es difícil escuchar: ¡No volverán! Ven al poder como un instrumento para aprovecharse y disfrutar y no como una responsabilidad.
Hace algún tiempo se realizó un proceso electoral anormal. Fecha adelantada y anulados los líderes más importantes de la oposición, igual que sus partidos políticos. Muchos países del mundo criticaron esta situación anormal y la mayoría de los venezolanos se negaba a votar y era lo que buscaba el gobierno. Nicolás Maduro ganó fácil, aunque la mayoría lo adversaba. La oposición mantiene una abierta mayoría en la inhabilitada de manera injustificada, ASAMBLEA NACIONAL y eligen como presidente al diputado JUAN GUAIDÓ, quien asume la presidencia de la república, en función de que no existe un presidente electo por la mayoría del pueblo, sino mediante un artificio anormal. Frente a la ausencia absoluta de presidente, asume provisionalmente, quien sea el presidente de la ASAMBLEA NACIONAL. Juan Guaidó recibe de inmediato el apoyo de millones de venezolanos y el reconocimiento de más de 50 países. Nicolás Maduro recibe el apoyo de las fuerzas armadas nacionales y según el artículo 330 de la Constitución Nacional, no deben involucrarse en política, por las ventajas que implica poseer las armas y sería casi imposible sacarlos del poder si participan. El artículo 330 dice así:” Los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político”. Como asumen que este apoyo es indebido, algunos militares han tomado distancia abandonan a Nicolás Maduro.
@dabega26
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