Opinión

Política venezolana: Falacias, “comunicación absurda” y pensamiento crítico

Falacias. Sí falacias. Recordemos algo sobre las falacias o falsedades. Igualmente, en consecuencia, qué es una ´Comunicación Absurda´. Ambas son singularidades de la mentira política. Las falacias, recordando un poco su definición, el DRAE lo determina como un engaño, un fraude o una mentira con que se intenta dañar a alguien.
miércoles, 05 enero 2022

Iniciamos este nuevo año de 2022. Feliz Año Nuevo para todos los venezolanos. Año que está lleno de muchas esperanzas y buenos deseos que nos permitan al fin poder vivir en libertad y decentemente como habitantes de este País devastado. (Por ahora).

Todo sustentado en un cambio de pensamiento radical de ciudadanos manipulados y etiquetados por un pequeño grupo como “alcornoques” por no decir otra palabra más criolla, y desde ahora mismo convertidos en ciudadanos reflexivos y capaces de tener un alma, mente y acción crítica ante esos falaces y arteros protagonistas de tal fechoría.

Así pues, este artículo trata acerca de la “comunicación absurda” como una consecuencia del uso de las falacias en el discurso político venezolano, no sólo proveniente del régimen actual sino también de una tal denominada “oposición” representada en la Unidad Democrática.

Sin lugar a dudas, la sociedad actual venezolana, ante la gravedad política, económica y social que atraviesa, debe estar condicionada, posicionada para internalizar y asumir en todo momento una conducta crítica, un ´pensamiento crítico´, como factor esencial que permita al ciudadano identificar, analizar, evaluar, clasificar e interpretar lo que está a su alrededor, y así estar verdaderamente conscientes de la existencia o no de verdad política por parte de los interesados, los políticos, en la difusión de comunicación e información.

¿Para qué? Pues, para usarlo como mecanismo de defensa de sus derechos constitucionales, en específico sus deberes y derechos electorales mancillados impunemente a lo largo de más de 20 años.

Así pues, en este artículo, estamos obligados a plegarnos a un altísimo porcentaje de venezolanos que en cierta manera nos sentimos indignados por cómo ha sido llevado el suceder político del país, hasta el punto de estar muy claros en los niveles de “engañifa” a los cuales hemos sido sometidos por el régimen que gobierna, pero con el agravante de que aunado a ese tratamiento injusto han hecho lugar común con sus conductas y acciones el indeterminado e inexistente liderazgo de la oposición.

Y, es que hemos de estar bien convencidos en que el problema es fundamentalmente de Liderazgo. Las últimas elecciones para gobernadores y alcaldes nos dan evidentes resultados de la inexistencia de liderazgo en ambos bandos.

El PSUV y los partidos de la llamada Unidad Democrática, sobre todo esta última con su conducta llena de titubeos de “No, no…” y “Sí, sí”, para después actuar “Ni sí, ni no, sino todo lo contrario”. Varios de sus dirigentes han venido exteriorizando frases enfrentadas como: “No sabemos todavía si participamos o no” o “Definitivamente participaremos.

Es nuestra responsabilidad ante el país” ; “No participaremos porque no tenemos un CNE honesto” o “Bueno, participaremos porque debemos tener nuestros cuadros políticos en franca actividad”.

Para que en definitiva participaran en dichas “elecciones” con los resultados que todos conocemos. Con ese comportamiento demostraron fehacientemente que no tenemos líderes con la credibilidad necesaria para arrogarse los riesgos que involucran llevar el destino de un grupo social como el venezolano, agotado y desesperanzado por tantos errores cometidos, muchos ofrecimientos falaces acompañados finalmente por grandes fracasos y actitudes destempladas e incomprensibles políticamente.

Ya desde el 2020, Ramón Piñango, sociólogo e investigador del IESA, determina que el contexto político de Venezuela es de gran complejidad y sumamente etéreo que hace sentir a los ciudadanos “entrampados” en dos argumentos: la incertidumbre y la tendencia fija de un detestable escenario.

Por otro lado, él manifiesta que un líder es aquella persona que contribuye a mejorar el desempeño de un grupo, es quien toma la iniciativa para acercarse a los demás, para escucharlos, para retarlos y quien pone a valer al grupo porque lo motiva a alcanzar los objetivos y desarrolla su capacidad para aprender.

Precisamente, esos rasgos antes mencionados se hacen cada vez más ausentes en el “liderazgo” político, y con un gran énfasis en la oposición actual venezolana. No es una mentira. La opinión pública está consciente de esa grave situación, y eso es un gran riesgo para el país nacional. ¿Y a qué se deberá ese declive del liderazgo? A juicio de muchos analistas políticos y de la misma población, ello se debe a una caída impresionante de la confianza y la credibilidad en los dirigentes de los partidos como factores cruciales.

Los políticos han fallado en cuanto a su formación, preparación y su experiencia personal para establecer el rumbo cierto hacia dónde deben ir encaminadas sus políticas.

Se tiene una sensación amarga de una falla en cuanto a que no se escucha al ciudadano y además no se atiende a sus necesidades. Y, estas dos acciones son elementos tan decisivos como sus propias habilidades de persuasión.

Así pues, con sus estilos actitudinales han mermado en forma importante el concepto de confianza y de la credibilidad por parte del pueblo venezolano. Además de esas fallas antes mencionadas en cuanto al trato con los ciudadanos por parte de los considerados como “líderes”, se hace alusión a otro factor muy vinculado con la Comunicación, que no es otro que el uso de falacias que finalmente conducen a una ´Comunicación Absurda´ como medio non santo de manipulación para “convencer” y lograr seguidores o mantenerlos como ha venido ocurriendo durante estos largos años sometidos, engañados, a sus intereses políticos.

Falacias. Sí falacias. Recordemos algo sobre las falacias o falsedades. Igualmente, en consecuencia, qué es una ´Comunicación Absurda´. Ambas son singularidades de la mentira política. Las falacias, recordando un poco su definición, el DRAE lo determina como un engaño, un fraude o una mentira con que se intenta dañar a alguien.

Y, según Guillermo Cabanellas de Torres (2004): “Tanto es engaño, fraude o mentira para perjudicar a otro como el hábito de emplear falsedades para mal ajeno”.

La segunda se debe a la primera. Ella como mentira no solo divulga afirmaciones falsas, sino que quiebra la confianza social y maltrata la calidad de las disputas sobre los problemas que perturban a la sociedad.

Pero, algo que debe quedar bien claro es que el inconveniente de la mentira no depende solamente del político que falsea, sino también de sus interlocutores que deben ser capaces de hacer críticas a la información que recogen y así poder detectar la diferencia entre invención o distorsión de si es verdad y si en consecuencia lo que produce es un “efecto de verdad”, aquí entra perfectamente la aplicación del ´Pensamiento Crítico´ como poder crítico de los ciudadanos.

En ese orden de ideas, ante esa situación de incertidumbre en cuanto a la falsedad de la información, el pueblo, el ciudadano en general, debe estar presto ante afirmaciones de la vida diaria que la sociedad admite como verdaderas pero que pueden forjar incuestionables fallas de reflexión que se exponen como estrechamente lógicas, razonables, pero que finalmente, son burdas tretas, falacias, que entorpecen lograr el conocimiento de la verdad y escenario político, económico y social.

Lo verdaderamente cierto, como acontecimiento es que los dirigentes del régimen y de la oposición no han trabajado con dignidad, por cuanto ésta tiene que ver con el decoro o reconocimiento hacia el actuar de las personas, bien sea con el prójimo o consigo mismo.

La aversión que ha penetrado en todos los partidos políticos hacia las actitudes y resultados negativos o fracasos con respecto a lo ofrecido por sus líderes requiere de la búsqueda de nuevos perfiles que deban acercarse al de sus votantes o seguidores.

Recuérdese, que Goebbels, Mussolini y el populismo de muchos gobernantes son ejemplo de ello. El discurso falaz, la posverdad y las noticias falsas (fake news) son en la actualidad las herramientas preferidas del populismo y la demagogia. Muchas propagandas políticas están “colmadas de mensajes engañosos que buscan inducir al ciudadano común a aceptar como acertadas las propuestas e interpretaciones de la realidad del candidato y su partido, y a despreciar las del oponente”.

¿Aplicación del Pensamiento Crítico por parte del venezolano ante la ´Comunicación Absurda´ política venezolana?

Una realidad acerca de la problemática mundial de la utilización de la comunicación falaz y de hecho la ´Comunicación Absurda´ se patentiza en cómo la Unesco trata esta situación en relación con el uso del ´Pensamiento Crítico´ desarrollado por Divina Frau-Meigs y expresado en el artículo “Contra la información falsa, espíritu crítico” del Correo Un solo Mundo, Voces Múltiples, Gran Angular (Julio – Septiembre de 2017). En donde expresa su preocupación de la siguiente manera: “En una época en que los medios de comunicación e información se ven amenazados por doquier, tanto en los regímenes totalitarios como democráticos, se suele pedir ayuda urgente a la  Alfabetización Mediática e Informacional (AMI)”.

Igualmente, el caso actual de las redes sociales y sus noticias falsas o trucadas, son un asunto de estudio importantísimo porque requieren esmero en cuanto a una de sus capacidades esenciales: el espíritu crítico, la razón del valor agregado que sin lugar a dudas apoya el universo digital: participación, contribución, transparencia y rendición de cuentas, por supuesto, “pero también desinformación y juegos de influencia”.

Así pues, en atención a lo antes narrado y al problema mismo, decidí presentarles información que consideré valiosa y de sencilla aplicación por parte de los ciudadanos ante el reto permanente que se tiene para defenderse del engaño conque tanto el régimen actual como la “oposición” han venido tratando al pueblo venezolano. Para ello me pareció sencilla y práctica la recomendación del divulgador científico Carl Sagan, quien ofrece un listado para combatir falacias. Así, Sagan nos habla de “Los nueve pasos de pensamiento escéptico”. Aquí van los nueve consejos o pasos a seguir de Sagan:

1. Confirmar la Realidad:  Los hechos requieren ser demostrados por orígenes independientes siempre que se pueda.

2. La prueba, a debate: Cultivar la discusión sucinta, con conocimiento y desde todos los ángulos, con respecto a la prueba conseguida.

3. No enredar utilizando “expertos con autoridad”.  En la ciencia no hay autoridades; como máximo, hay expertos. Las autoridades no son seguras, han podido cometer errores en el pasado.

4. Siempre hay más de una hipótesis o presunciones: Si una situación puede declararse de varias maneras, hay que tener presente las pruebas de cada una de ellas. La hipótesis o presunción que permanece a la objeción tiene numerosas más probabilidades de ser la respuesta adecuada, más que la primera idea que se presentó.

5. No agarrarse a una hipótesis porque sea la nuestra:  Las hipótesis no son más que estaciones en el camino del conocimiento. Hay que interrogarse el por qué nos agrada la idea y cotejarla moderadamente con las otras alternativas. Encontremos nosotros mismos porqués para rechazarla , antes de que lo hagan otros.

6. La cantidad es la clave: Si podemos medir lo que se quiere explicar, entonces será más fácil.

7. Lo importante es todo el proceso argumentativo: todos los pasos en el proceso argumentativo deben funcionar (incluida la premisa), no solo la mayoría de las ideas.

8. Ojo. Lo más sencillo suele ser lo más probable: Si se tienen dos hipótesis supuestamente igual de válidas, lo correcto es elegir la más sencilla.

9. No puede falsificarse la hipótesis: Un argumento que no puede manifestar su validez ni ser refutado por completo, no vale mucho. La capacidad de comprobar las aseveraciones es esencial.

A manera de conclusión, quiero señalar algunos razonamientos engañosos o falacias, entre otros, que pretenden ser convincentes: 1) Falsa autoridad, 2) Verdades a medias y 3) Hombres de paja. Tal cual y como lo explica Carl Sagan:

• Falsa autoridad o Argumento de autoridad: Cavilar que algo es cierto porque lo dice alguien reconocido, no porque se haya demostrado.

• Verdades a medias: Citar casos individuales o datos que aparentan confirmar la verdad de una proposición, ignorando una importante cantidad de información que puede contradecirla.

• Hombres de paja: Caricaturizar una postura para facilitar el ataque.

“Permanece con un líder cuando esté en lo correcto, quédate con él cuando siga estando en lo correcto, pero déjalo cuando ya no esté” (Abraham Lincoln )

Calgary Canadá, 01 Enero de 2022

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