Opinión

Nunca, el mundo volverá a ser igual

Hay segmentos de la economía que experimentarán gran crecimiento en materia de recursos humanos; el sector turístico será uno de ellos.
jueves, 15 abril 2021

Nunca el mundo volverá a ser igual. Para quienes acostumbramos a guardar recuerdos, ni las aguas del Orinoco, ni tampoco las del Caroní volverán a pasar bajo el mismo puente; así como de ninguna forma, la bodega de Perucho volverá a abrir sus puertas.

Los centros de producción  automatizarán sus líneas de fabricación y  ensamblaje. Sus grúas se activarán sin operador alguno y  los vehículos como locomotoras, tractores u otros elementos del transporte, funcionarán conforme a una ruta y  programa preestablecido, sin descanso, sin interrupción y sin conductor; será la eficiencia en su máxima expresión.

El producto terminado será retraído de la línea de fabricación y llevado, mediante cintas transportadoras u otros mecanismos automatizados, hasta un almacén, en el cual, conforme a un preciso y determinado orden, no sólo de producción, sino también de despacho (Fifo o lifo), será guardado, todo sin la intervención del ser humano.

Los pedidos se harán vía Internet y la  selección o escogencia y empaquetado, será realizada por robots; su despacho, será vía Uber terrestre, marítimo, aéreo o con drones.

Esto no son  elucubraciomes; ha estado ocurriendo desde hace ya algunos años, y cada día será más automático y más común en todo el planeta.

El mantenimiento consistirá, fundamentalmente, en sustituir piezas; esto también está ocurriendo ya para ciertos equipos y en determinados países;  se trata de efectuar un mantenimiento correctivo cercano a cero y ampliar el preventivo y predictivo.

Los motores de combustión interna (gasolina y diésel), compuestos por más de 5.000 piezas serán reemplazados muy rápidamente por motores eléctricos, más simples de mantener y operar; esos motores de combustión interna, por otro lado, además de consumir combustibles fósiles, que polucionan el ambiente en exceso, son adicionalmente, muy ineficientes. El sistema de rodaje (neumáticos) se irá perfeccionando, para eliminar los riesgos de pinchazos y los acelerados desgastes.

El barrido y limpieza de áreas de producción, vías públicas y hasta el del medio ambiente doméstico, será efectuada por robots y muy poco quedará por hacer para la mano del hombre. Los desechos sólidos y los efluentes, serán procesados y tratados en su casi totalidad, para recuperar materias primas y hacer del ambiente, un sitio más armonioso.

Los oficios administrativos como contabilidad, finanzas, banca, seguros y otros, todos están siendo ya simplificados y automatizados y muchos de ellos, hasta han sido eliminados; ya es posible reubicar los centros de trabajo, como antes lo conocíamos, y transferirlos al hogar, disminuyendo así, espacios de oficinas, hasta en  un 80 %. De esta forma, se ahorrará, no solo grandes sumas de dinero por rentas de espacios innecesarios, sino  también por consumo de energía para luz y aire acondicionado; tampoco se requerirá  muebles, papel, lápices o transporte, en las mismas proporciones.

Los grandes Centros Comerciales, probablemente se conviertan en centros de entretenimiento y distracción, con restaurantes, cafeterías y salas de juego; algunos espacios también podrán ser convertidos el grandes depósitos.

Es la robótica, la computación, la bioingeniería, la electrónica, los sistemas y muchas otras ramas del saber, algunas aún no totalmente exploradas y ni siquiera descubiertas, las que formarán parte de un gran abanico de opciones para el estudio y perfeccionamiento de las ciencias y la tecnología; el objetivo ulterior, en todo caso, es mejorar las condiciones de vida del ser humano.

El desplazamiento y/o abolición de antiguas profesiones, estará dado por los nuevos conocimientos y conductas en materia de política, economía, y particularmente, social;  en esas tres ramas de la  actividad humana, se efectuará grandes transformaciones.

La gerencia y administración, bajo la influencia de estos nuevos parámetros,  exigirá conocimientos diferentes, un estilo y hasta una ética distinta, para la dirección de este nuevo mundo que se perfila.

El sindicalismo tendrá que redimensionar su filosofía, sus estilos, sus objetivos y con ello, la praxis a seguir; la fuerza física será sustituida por una forma más inteligente y sabia de liderazgo.

La Ley del trabajo y su Reglamento, ya han debido ser reformados y adaptados a un nuevo concepto y  práctica del trabajo; uno, que si ya no se ha establecido, es por lo arcaico de nuestras normativas.

Esta verdadera revolución, en parte, impulsada por un accidente, (el ocasionado por el COVID-19), aunado al desarrollo de las ciencias y de la tecnología ya existentes, está forzando a la modificación de tradicionales  formas de hacer las cosas, en las áreas de producción, administración, comercialización, transporte, etc.,  y hasta en las del comportamiento  social.

El redimensionamiento del trabajo y de sus fuerzas laborales, darán lugar a la recomposición de sus horarios y tendrá como consecuencia, la disminución de la jornada laboral efectiva.

Crecerá el sistema de transporte Uber, hasta el punto de eliminar la necesidad de  poseer  vehículos personales. Esta es ya una realidad hoy en día, en la ciudad de Nueva York y algunas otras del mundo.

En cuanto a la venta de  alimentos, productos farmacéuticos y hasta de vestir, los mismos también se efectuarán (ya se hace de esta manera) por internet y los despachos o distribución, se realizarán mediante entregas a domicilio vía Uber o drones u otros sistemas. Esta será un área de la economía que también crecerá.

La medicina por su parte, igualmente se revolucionará aún mas. La atención se efectuará por video conferencia y se podrá asistir a determinadas instalaciones para ofrecer al médico, información alternativa y profesional, telemetricamente. Se multiplicarán las intervenciones quirúrgicas, con robots y a distancia.

Se reducirá en un 90 %, los viajes ejecutivos-placer en jet. Las video conferencias proliferarán aún más y se harán más sofisticadas,  relevando así la  “necesidad” de reunirse personalmente.

En cuanto a la agricultura se refiere, se multiplicará el desarrollo agrícola utilizando casas de cultivos bajo sistema automatizado de riego, fertilización y fumigación, todas ellas con funciones computarizadas. En el caso de los cereales, los tractores del futuro serán guiados por GPS y los habitáculos de los mismos tendrán un confort tal, que trabajar en ellos, será  un placer.

Hay segmentos de la economía,  que experimentarán gran crecimiento en materia de mano de obra; uno de ellos será el turístico. Con un mayor tiempo disponible por parte de los ciudadanos, los destinos turísticos y el turismo en general, crecerá substancialmente.

Sin embargo, la pregunta que sigue es: ¿qué haremos con tanto desempleado producto de la automatización y/o robotización? La respuesta es simple: el haber alcanzado un nivel de eficiencia y también de desarrollo en tan grandes proporciones, nos obliga a reducir la jornada de trabajo efectiva, como anteriormente se señaló, pero, parte del tiempo liberado, deberá ser dedicada a más educación y desarrollo profesional y personal.

El ocio deberá compensarse realizando actividades de taller o intelectuales; y como consecuencia de esta transformación del trabajo, los Estados, incluyendo los sindicatos, estarán obligados a la adopción de Leyes con prácticas laborales mucho más flexibles y enriquecedoras.

Es evidente, que el grado de desarrollo que parcialmente se esboza en este artículo, no podrá ser alcanzado en Venezuela mientras no exista la garantía de una franca y total libertad de expresión, y en tanto el sistema judicial del país  no se modernice y abandone las aborrecibles y nefastas prácticas de la corrupción; tampoco, mientras no dispongamos de un Poder Ejecutivo que garantice el estricto cumplimiento de la Constitución y todas sus Leyes y la real independencia de los poderes.

Pero también,  para llegar a estos niveles de desarrollo científico, económicos, tecnológico y social, debemos transformar nuestras escuelas, institutos educativos y Universidades. Ellos no pueden ser claustros cerrados.

La sociedad en general debe poder tener, no solo voz, sino también, voto para su conducción. La autonomía universitaria no es coto de caza vedado, para uso exclusivo de autoridades universitarias; la sociedad en general, léase empresarios, gremios profesionales, academias, etc., ¡también tiene el derecho de levantar su voz y depositar su voto!

Esta nueva sociedad, para que opere armónicamente, requiere de una democracia perfecta donde todos sus miembros  catapulten sus valores, llenen sus bandejas de necesidades, pero aporten también, su máxima cuota de contribución intelectual y física. ¡Estas serán realidades con las cuales nos iremos encontrando!

Nota: Esta nueva revolución industrial y social, no es producto de ningún grupo conspirador, aunque el resultado de ella, contribuirá a ir modificando el Nuevo Orden Mundial que nos envuelve y que deberemos ir perfeccionando.

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