Opinión

Nueva AN

Fueron cinco años de nefasta función parlamentaria donde la oposición dejó a un lado los temas sociales para enfocarse en una política guerrerista, de conflictos y de disturbios que destruyó la institucionalidad.
Luis MAURERA MOGOLLÓN
miércoles, 13 enero 2021

El 5 de enero del 2.021, se instaló la nueva Asamblea Nacional, con miras a fortalecer la democracia y rescatar los ejercicios legislativos en favores de todos los venezolanos.

El 6 de diciembre del 2.020, tras las elecciones parlamentarias, ese día, las fuerzas chavistas y las aliadas en el Gran Polo Patriótico alcanzaron la mayoría de los curules del Parlamento Nacional, lo que motivó al Presidente Nicolás Maduro a resaltar que a partir de este año se inicia la reconstrucción de la Asamblea Nacional en el País para el periodo 2.021-2.026.

Es de recordar que estando la oposición con mayoría parlamentaria en la otrora Asamblea Nacional, sus miembros condujeron a la misma al desacato en sus cinco años de gestión ((2.016-2.020), y pidió sanciones y bloqueos económicos al exPresidente Donald Trump, contra el pueblo venezolano.

El entonces diputado suplente Juan Guaidó, auto proclamado presidente interino, Henry Ramos Allup y Julio Borges, se acordaron con Donald Trump para obligar un cambio de gobierno a sabiendas del daño que esto le ocasionaría al pueblo venezolano.

Fueron cinco años de nefasta función parlamentaria donde la oposición dejó a un lado los temas sociales para enfocarse en una política guerrerista, de conflictos y de disturbios que destruyó la institucionalidad.

Entre el 2.016 y 2.017, los diputados de ultra derecha llamaron a los militares para que se sublevaran contra el gobierno del Presidente Maduro, llamaron a la presión internacional para minar todos los poderes públicos.

Se recuerda claramente el bochorno que significó esa Asamblea Nacional instalada el cinco de enero de 2.016, cuando desde el inicio colocó a Ramos Allup (AD), en la presidencia de la misma y en su primer discurso en vez de hacer lo que el pueblo deseaba como era el llamado al ejecutivo para el dialogo y mejores acuerdo para beneficios del pueblo venezolano, el mismo, sorprendió a propios y a extraños, cuando anunció que en dicha Asamblea todo estaba preparado para sacar de la Presidencia de la República en un lapso de seis meses al presidente Nicolás Maduro.

A partir de allí, toda la bancada oposicionista, empezó a aupar las guarimbas, desordenes en la calle que arrojaron resultados negativos y pérdidas lamentables al pueblo venezolano, que entendió que el camino guerrerista, de saboteo y boicot, no era lo que más le convenía al País y decidió con un mensaje invisible sobre entendido por todos, darle otra oportunidad al chavismo y a los aliados en el Gran Polo Patriótico y de aquí, el renacer de la Nueva Asamblea Nacional instalada el seis de enero de 2.021, donde todos estos parlamentarios propusieron trabajar con el pueblo y para el pueblo.

Propuestas que no deben quedar solo en los verbos, están obligados a cumplirla por sí y por si, si es que entendieron el mensaje inmaterial del pueblo que entre otros, encierra la alta abstención en las resientes elecciones parlamentarias.

Además, deben recordar por siempre, que todos los estudios realizados por expertos en política revolucionaria de izquierda, arrojan que la mayoría de los gobiernos revolucionarios de izquierda han fracasado, porque ya en el poder desvían el rumbo de sus esencias y apartan de las estructuras políticas, partidistas y de gobiernos a los iniciadores de dichas revoluciones de forma injusta, quedando estos fundadores vencedores de mil batallas, solo como líderes sentimentales de las bases revolucionarias por la invisivilización impuesta por los gobernantes de los partidos revolucionarios de izquierda que estos líderes sentimentales ayudaron a fundar.

Por aquí es donde ha empezado el Descenso y el fracaso de las revoluciones de izquierda, porque con todas y que sus convicciones de izquierda la mantienen intactas, esos vencedores de mil batallas empiezan a emigrar y a engrosar la horrorosa lista de abstencionistas que tanto daño le ha ocasionado a las revoluciones de izquierda en el mundo. Más claro no canta un gallo…

Hasta el próximo.

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