Opinión

No se necesitaba lentes

No fueron honestos ni transparentes en sus propuestas electorales. Todo lo contrario, apostaban al divisionismo interno, al golpe de estado y al intervencionismo internacional.   
miércoles, 24 noviembre 2021

En mi artículo anterior escribí que no entendía como los grupos de la oposición pensaban ganarle al gobierno en estas recién finalizadas elecciones electorales (21/11/2021), si nunca se pusieron de acuerdo entre sí, fue una eterna pelea a muerte entre ellos, que a la final nadie sabía quiénes eran los verdaderos candidatos de la oposición que podían representar con  dignidad a este sector de la sociedad.

Por un lado estaban los representantes de la MUD, que al final según las consultas continuas decidieron no participar en la contienda electoral por algunos lados, por  otro estaba Guaidó más solo que un uno y por otros estaban el ala radical de Vente Venezuela y los infiltrados V columna dentro del gobierno que también se convirtieron en opositores agazapados y por otros, una cantidad de candidatos que se lanzaron independientes y otros apoyados por partidos fuera del Polo Patriótico, que al final de cuentas, ninguno presentó alternativas esperanzadoras capaces de derrotar contundentemente al PSUV y para eso no se necesitaba lentes para ver ver lo que estaba a la vista de todos.

Este nuevo triunfo del PSUV, debe de servirle a la ciudadanía votante opositora como una experiencia imborrable en sus mentes por el engaño a que fueron sometidos por los candidatos de la oposición que además, de las peleas internas entre ellos, jamás se les vio las ganas, el coraje y el esfuerzo para lograr los cambios que promedian.

No fueron honestos ni transparentes en sus propuestas electorales. Todo lo contrario, apostaban al divisionismo interno, al golpe de estado y al intervencionismo internacional.

En fin, para esto no se necesitaba lentes para ver lo que se vio en en las elecciones regionales y locales; todo fue una confluencia de corrientes que conformaron la tormenta perfecta para la oposición venezolana, nunca mostraron ni respetaron la unidad del liderazgo entre ellos mismos y lo único que lograron fue una explosión interna acusándose uno contra otro y  así fue toda la historia.

Otra vez, ganó el PSUV. Si no desean ver nuevamente estas ganancias, es necesario que desde ya, comience un duro y difícil proceso de reparación del liderazgo opositor.

Hasta el próximo.

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