Opinión

Nadie los entiende…

Desconocerla e insistir en los errores de violencia, tendrá como lo ha tenido, el rechazo de la ciudadanía mayoritaria.
Luis MAURERA MOGOLLÓN
miércoles, 16 diciembre 2020

Sigue sin entenderse el comportamiento rechiflado de ciertos venezolanos que aún tienen la manía de seguir creyendo y siguiendo a un bojote de maniáticos que con sus ambiciones de apoderarse inconstitucionalmente del Gobierno Venezolano, ahora pretenden extender administrativamente el mandato de Presidente interino Juan Guaidó, siendo que esa figura no existe porque no es vinculante por ser inconstitucional.

Lectores, se demostró una vez más, que el venezolano es demócrata, así lo demostró el pasado 6 de diciembre al acudir a votar, de acuerdo a lo establecido en la Constitución de la República aprobada en el año 1.999; escogieron nuevo Parlamento Nacional y esa voluntad debe respetarse.

Desconocerla e insistir en los errores de violencia, tendrá como lo ha tenido, el rechazo de la ciudadanía mayoritaria. Muchos todavía ilusionados en que la invasión norteamericana va a ponerlos en el poder y en negar la participación, sin considerar la voluntad de expresarse que ha caracterizado a los venezolanos.

El proceso se dio con normalidad más allá de los llamados a la abstención y entre la presencia de organizaciones y líderes sociales internacionales de diferentes corrientes políticas de cinco continentes.

Elegimos Diputados (as), a una Asamblea Nacional que va a tener una gran responsabilidad en un momento histórico y transcendente para los venezolanos. Es una oportunidad y un compromiso de todos. Debemos salir del estado de guerra a la convivencia, a la diatriba política constructiva, al manejo de diferencias y fuerza del consenso.

Las circunstancias nos obligan a un esfuerzo más orgánico y coherente hacia la eficacia, la eficiencia, y la entrega absoluta a dar solución al sufrimiento de nuestra gente. Es la acción del gobierno conjunta con el Poder Popular dejando de lado esa locura de mezquindad y egoísmo, pidiendo sanciones contra Venezuela, cuyas restricciones las padece son nuestros ciudadanos.

Tenemos la obligación de darnos un Poder Legislativo que esté a la altura de las circunstancias, que sea vínculo, puente entre todos los demás poderes públicos y desde allí hacer el equilibrio indispensable para el funcionamiento en democracia del cuerpo del Estado. Es tiempo para proponer, para ofertar construcción y coadyuvar en las construcciones. Las experiencias vividas a partir de la última elección, es fundamentar para aprender y no repetirla.

Quienes asumen este 5 de enero están obligados para con el servicio público, honesto y entregado a la tarea legislativa con plena responsabilidad frente a nuestro pueblo. No es una escalera para subir peldaños en función de intereses personales o grupales, es la entrega plena al servicio público lo que cuenta.

Felicitaciones a los nuevos parlamentarios, quienes asumen una tarea gigante, se deben a su pueblo. A la Constitución y a los ideales nobles que esgrimieron en la campaña, deben cumplir ahora sus compromisos.

La Asamblea Nacional debe ser un espacio para la crítica, la propuesta y la contraloría del gobierno. Tiene sus tareas constitucionales y deben cumplirla para lograr el equilibrio en los intereses del ´progreso, de la felicidad de todos los venezolanos.

Hasta el próximo.

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