Mis adultos mayores: Víctimas y victimarios
El abuso psicológico o emocional se define como la acción de infligir pena, dolor, o angustia por medio de acciones expresas, verbales o no verbales.
El maltrato al adulto mayor viene en crecimiento. Con más frecuencia se leen noticias y hasta se escuchan comentarios de adultos que son víctimas de violencia, y en ese mismo orden de las noticias que llegan, en la mayoría se encuentran involucrados como victimarios, un familiar o amigo cercano.
Este tipo de abuso por lo general ocurre dentro de cualquier relación en la que exista una expectativa de confianza. El abusador puede llegar a ser desde un cuidador, un familiar, un médico, o el cajero de un banco, y puede manifestarse en la casa del propio adulto mayor o anciano, en la del cuidador, en los centros de atención, en las instituciones geriátricas y hasta en los hospitales.
Los victimarios pueden llegar inclusive a ser los hijos de los adultos, siendo sus agresores más frecuentes. También los son los cónyuges, así como los cuidadores o las personas que tiene a su cargo los adultos mayores y/o ancianos.
Las consecuencias de este flagelo pasan por las físicas, mentales, financieras y hasta sociales. Pueden observarse en ellos lesiones corporales, depresión, deterioro cognitivo, ruina financiera y hasta mortalidad prematura. Los resultados pueden ser especialmente graves y la recuperación puede llevar más tiempo que para las personas de otros grupos de edad.
Dentro de las causas que dan origen a este maltrato, pueden ser una mala relación de larga data, la incapacidad del cuidador, problemas físicos o mentales de la víctima o del victimario, en estas dinámicas familiares son comunes el maltrato emocional, donde la violencia psicológica va de la mano del abuso financiero.
Si aunado al abuso, los padres o madres mayores de edad manifiestan algún tipo de demencia, entonces se incrementa el riesgo, porque probablemente estén sobre medicados.
Una administración inadecuada de los medicamentos suele ser otra forma típica de abuso junto con el encierro en habitaciones, casas o departamentos, donde no se les permite salir, ni socializar, ni recibir visitas de amigos u otro miembro de la familia.
El propósito del maltrato psicológico mediante el grito, la humillación y el insulto es buscar que los padres se vuelven obedientes.
Algunos factores individuales que aumentan el riesgo de sufrir maltrato son: La dependencia funcional o discapacidad, una mala salud física o mental, el deterioro cognitivo, así como unos bajos ingresos.
Algunos factores individuales que aumentan el riesgo de cometer maltrato a las personas de edad son: Las enfermedades mentales, el abuso de sustancias y la dependencia, a menudo financiera, que puede tenerse con la víctima.
Con relación a los factores comunitarios y sociales relacionados con el maltrato a las personas de edad, cabe citar el edadismo contra las personas mayores, así como ciertas normas culturales como, por ejemplo, la normalización de la violencia.
El abuso al adulto mayor es inconcebible; sin embargo, ya se ha promulgado en nuestro país, La Ley Orgánica para la Atención y Desarrollo Integral de las Personas Adultas Mayores, que promueve el respeto a la dignidad y a la autonomía de estas mujeres y hombres, en aras de garantizar que sus derechos humanos se cumplan por parte del Estado, la sociedad y la familia.
Pronto escribiré sobre la Ley. Gracias por tomarse el tiempo de leer este espacio.
Quien escribe este espacio dedicado a la adultez mayor.
Psicólogo María Quiroz.
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