Mis adultos mayores: Síndromes gerontológicos
Hola, espero que todos estén bien. Para esta oportunidad les traigo una serie de entregas que tienen que ver con los síndromes asociados a la adultez mayor y ancianidad.
Patologías que aunque no son de la exclusividad de este grupo etario, son de las mayores recurrentes.
El Síndrome de inmovilización. Este síndrome está caracterizado por una serie de signos y síntomas que aparecen como resultado de permanecer el anciano inmovilizado por algún cuadro patológico.
El paciente con este cuadro de inmovilización presentará o tendrá tendencia a presentar una serie de manifestaciones de índole física, psíquica y social; entre las que se encuentran la atrofia y contractura de grupos musculares, el estreñimiento, la incontinencia urinaria, el insomnio, la depresión, el aislamiento social, entre otros.
Entre las causas más frecuentes de dicho síndrome se encuentra el involucionismo senil. Aunque es verdaderamente difícil establecer la diferencia entre el envejecimiento fisiológico y el patológico, lo que sí está claro es que el paso del tiempo origina una disminución de las facultades físicas, así como un deterioro mental, que siendo menos frecuente también causa inactividad en el anciano.
Dentro del síndrome se encuentra la patología cerebrovascular, también denominada accidente cerebrovascular o ictus, caracterizado por una serie de alteraciones neurológicas focalizadas o globalizadas, debido a una deficiente irrigación sanguínea de una determinada área cerebral, provocan una elevada mortalidad, así como una destacada presencia de cuadros de incapacidad funcional.
En estos casos se recomienda actuar sobre los factores de riesgo, es decir, sobre aquellas situaciones que con mayor frecuencia presentan las personas afectadas de cuadros vasculares y que se consideran en cierta medida causantes del cuadro.
Los factores de riesgos para la patología cerebrovascular son los siguientes: La edad, la hipertensión arterial, el tabaco, el alcohol, la obesidad, la enfermedad cardíaca, la diabetes mellitus y la inactividad física.
Otra causa del síndrome de inmovilización, es la patología cardiovascular, entre las que se destaca por su frecuencia e importancia, la cardiopatía isquémica y las vasculopatías periféricas, por constituir en muchos casos una patología invalidante.
La cardiopatía isquémica, en sus tres manifestaciones, angina de pecho, infarto de miocardio y enfermedad cardíaca isquémica crónica, ocasiona un síndrome invalidante,
Por su parte, las vasculopatías periféricas condicionadas por la arteriosclerosis y la diabetes en cuanto a patología arterial crónica; el sedentarismo o la inmovilización por patología previa pueden provocar una tromboembolia, que en el caso de grave compromiso arterial puede requerir la amputación del miembro afecto con la consiguiente sintomatología invalidante.
Los factores predisponentes de la patología cardiovascular también serán: La hipertensión arterial, el tabaco, la obesidad, hiperlipemias, a los que habrá que sumar el estrés como factor de riesgo de la vida moderna.
Una vez instaurado el accidente, el cuadro clínico va a diferir según el área cerebral lesionada y el déficit de aporte sanguíneo ocasionado, pudiendo aparecer hemiplejía, trastornos de la conciencia, trastornos del lenguaje, déficit visuales, incontinencia de esfínteres, dado que el ictus puede provocar, por ejemplo, una vejiga neurógena.
La asistencia inmediata al anciano será de gran importancia para mejorar el pronóstico, así como tener presente los factores de riesgo.
Vuelvo el viernes. No dejen de seguir el hilo, saludos. Gracias por leer este espacio.
Psicóloga y abogado Maria Quiroz.
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