Mis adultos mayores: Psicología positiva

La Psicología Positiva, una disciplina relativamente reciente en el ámbito psicológico, brinda una visión innovadora al centrar su análisis en las virtudes humanas, las fortalezas, el crecimiento y lo que hace que la vida merezca ser vivida.
Durante la etapa de la adultez, el uso de los fundamentos de la psicología positiva no solo refuerza los estereotipos negativos del envejecimiento, sino que también ofrece recursos específicos para fomentar una vida completa, relevante y alegre.
La psicología positiva puede apoyar mucho en las siguientes situaciones:
En la jubilación, el “nido vacío”, la pérdida de amigos y familiares y los cambios en la salud física. La psicología positiva fomenta la resiliencia, la capacidad de adaptarse y recuperarse de la adversidad, y la aceptación de los cambios inherentes a la vida.
En la soledad y aislamiento: El deterioro de las redes sociales o la movilidad reducida pueden llevar a la soledad. La psicología positiva enfatiza la importancia de mantener y construir relaciones positivas, así como de participar activamente en la comunidad.
En los cambios de salud. La psicología positiva promueve un enfoque en las capacidades restantes y en la adopción de hábitos de vida saludables que pueden optimizar la salud física y mental.
Búsqueda de sentido y de propósito. La psicología positiva anima a redescubrir pasiones, buscar nuevas metas y contribuir a la sociedad de nuevas maneras.
Al mismo tiempo, la adultez mayor ofrece oportunidades únicas para el bienestar:
Los años vividos brindan una vasta experiencia y perspectiva, que pueden ser fuentes de gratitud y un valioso legado para las generaciones futuras.
La jubilación puede liberar tiempo para dedicarse a intereses personales, aprender nuevas habilidades o participar en actividades voluntarias.
La reducción de las presiones profesionales puede disminuir los niveles de estrés, abriendo la puerta a una mayor serenidad y disfrute.
Con la edad, muchas personas desarrollan una mayor capacidad para regular sus emociones y manejar los conflictos interpersonales.
Para finalizar, les dejo algunas recomendaciones para practicar la psicología positiva.
Cultivar emociones positivas. Practicar la gratitud: Llevar un diario de gratitud o expresar agradecimiento a los demás puede aumentar la satisfacción con la vida.
Saborear el momento: Apreciar y concentrarse en las experiencias positivas, ya sean grandes o pequeñas.
Humor y juego: Fomentar el buen humor y la participación en actividades lúdicas.
Pasatiempos y hobbies: Animar a los adultos mayores a dedicarse a actividades que les apasionen, como la jardinería, la lectura, el arte, la música o aprender algo nuevo.
Actividades significativas: Participar en voluntariado o actividades que les permitan usar sus habilidades y conocimientos.
Conexión social: Mantener el contacto con familiares y amigos, participar en grupos comunitarios o clubes. Apoyo mutuo: Ofrecer y recibir apoyo, lo que fortalece los lazos y combate la soledad.
Hasta la próxima columna. Muchos cariños desde mi rinconcito, mi espacio para estudiar y escribir para Uds. Aprecio sus comentarios, inquietudes o sugerencias a través del correo electrónico mariaequirozr@gmail.com o mi cuenta de Instagram @mariaquirozr.
Psicóloga y abogada, María Quiroz.
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