Mis adultos mayores: La emigración
Hola, espero que todos se encuentren bien. Les saludo desde mi rinconcito en Puerto Ordaz, estado Bolívar, Venezuela.
Hoy leeremos un poco sobre la emigración.
En nuestro país, al igual que en otros países de América Latina, la adultez mayor es una etapa de la vida que se ve profundamente influenciada por diversos factores socioeconómicos y políticos.
En los últimos años, la emigración ha sido un fenómeno significativo que ha impactado a la población venezolana de todas las edades, los adultos mayores no han sido la excepción.
La emigración de este grupo etario ha aumentado considerablemente en los últimos años debido a la crisis económica, política y social que atraviesa el país.
Muchas personas mayores han decidido abandonar Venezuela en busca de mejores condiciones de vida, acceso a servicios de salud de calidad, seguridad y oportunidades para ellos y sus familias.
Sin embargo, esta decisión conlleva una serie de desafíos y ajustes significativos para quienes deciden emigrar en esta etapa de la vida.
Uno de los principales alcances de la emigración en la adultez mayor es el impacto emocional y psicológico que puede tener en los adultos mayores.
El proceso de adaptación a un nuevo país, la separación de familiares y amigos, la barrera del idioma y la cultura, así como la pérdida del entorno conocido y de la red de apoyo, pueden generar sentimientos de soledad, aislamiento, ansiedad y depresión en los adultos mayores emigrantes.
Es fundamental brindarles el apoyo emocional y social necesario para que puedan afrontar estos desafíos de manera saludable.
La emigración en la adultez mayor también plantea retos en términos de acceso a servicios de salud adecuados y de calidad.
Muchos adultos mayores emigrantes pueden enfrentar dificultades para acceder a atención médica especializada, medicamentos, tratamientos y cuidados específicos para sus condiciones de salud crónicas o limitaciones funcionales.
Es importante diseñar políticas y programas de salud que respondan a las necesidades particulares de esta población vulnerable y garanticen su bienestar y calidad de vida en el país de acogida.
En cuanto a las recomendaciones para abordar los alcances de la emigración en la adultez mayor en Venezuela, es fundamental promover la creación de redes de apoyo comunitarias y organizaciones de la sociedad civil que brinden asistencia social, emocional y práctica a los adultos mayores emigrantes.
Estas redes pueden ofrecer acompañamiento, orientación, actividades de integración, espacios de socialización y servicios de apoyo para favorecer su inserción en la nueva comunidad y mitigar la sensación de desarraigo.
Asimismo, es crucial sensibilizar a la sociedad y a las autoridades sobre las necesidades específicas de los adultos mayores emigrantes, promoviendo la inclusión, el respeto a sus derechos humanos y la no discriminación por motivos de edad, nacionalidad o condición migratoria.
En un artículo publicado en la web Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, señalan algunas conclusiones plasmadas en la última actualización del Plan de Respuesta Regional para Refugiados y Migrantes.
El plan es el resultado de consultas lideradas por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela con organizaciones asociadas, gobiernos, donantes, refugiados y migrantes, así como comunidades de acogida en toda la región, con el fin de ajustar la respuesta a más de 4 millones de refugiados y migrantes identificados con necesidades humanitarias, de protección e integración no satisfechas, a través del más reciente Análisis de Necesidades de Refugiados y Migrantes realizado en 2023.
Los resultados arrojan que se estima una proyección para finales de 2024, de aproximadamente 6.82 millones de refugiados y migrantes de Venezuela en la región de América Latina y el Caribe (LAC), incluyendo unos 4.71 millones de personas en necesidad de asistencia.
La emigración de la adultez mayor en Venezuela es un fenómeno complejo que requiere de respuestas integrales y solidarias por parte de la sociedad, las instituciones gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil.
Para finalizar, es fundamental visibilizar las necesidades y desafíos de esta población vulnerable, promover su inclusión social y garantizar su bienestar y dignidad en el país de acogida.
Juntos, podemos trabajar para construir una sociedad más justa, solidaria y acogedora para todos, independientemente de su edad o condición migratoria.
Hasta la próxima columna.
Psicóloga y abogada María Quiroz.
Instagram @mariaquirozr
Correo electrónico mariaequirozr@gmail.com.
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