Opinión

Mis adultos mayores: Incontinencia urinaria

Está considerada como uno de los grandes síndromes geriátricos debido a su elevada prevalencia y al importante deterioro que produce sobre la calidad de vida del anciano.
viernes, 18 agosto 2023

Hola, espero todos se encuentren bien. Estoy complacida de sus correos y mensajes de apoyo a esta columna.

Son muy pocas mis apreciaciones personales en los temas, de manera que el sesgo no haga de las suyas, entendido el sesgo, como mi pasión por los adultos mayores.

La idea es lograr que la información que llega a ustedes, sea lo más académica posible.

Son días de estudios, ubicando enlaces, textos, revistas y otros tantos recursos, para que ustedes tengan la información que merecen, y se convierta este espacio en una referencia en materia de adultez mayor.

Vamos con la incontinencia urinaria. (Martínez, 1989) la define como: La pérdida involuntaria de orina demostrable objetivamente, producida en un momento y lugar no adecuados, y que provoca en la persona que la sufre un problema higiénico, social y psíquico, así como una importante limitación de su actividad laboral, educacional, familiar e individual.

Es equívoca la idea de que el envejecimiento, o los cambios normales que se producen en el organismo en esta etapa de la vida, sean responsables de la aparición de la incontinencia, aunque puedan actuar como factores predisponentes.

La incontinencia está considerada como uno de los grandes síndromes geriátricos debido a su elevada prevalencia y al importante deterioro que produce sobre la calidad de vida del anciano.

Es multifactorial la presencia de trastornos en la eliminación. A la par del envejecimiento fisiológico que comporta una serie de cambios anatómicos y funcionales, se encuentra la pluripatología, unida a la polifarmacología, sin olvidar las modificaciones físicas y mentales y los factores ambientales que rodean al anciano.

La incontinencia se produce porque la uretra pierde su capacidad de cierre durante el llenado de la vejiga, siendo incompetente para evitar el escape de la orina, la vejiga se contrae y vacía, la persona pierde el control voluntario sobre su vejiga, siéndole imposible mantenerla relajada hasta encontrar el lugar y momento adecuados.

Causas que originan la incontinencia urinaria.

• Las transformaciones del aparato genitourinario, como la disminución del número de nervios autónomos, aparición de divertículos, aumento del número de contracciones involuntarias y residuo posmiccional; alteraciones anatómicas y funcionales de la uretra, crecimiento prostático, disminución células vaginales y el aumento de depósitos de colágeno, con la consiguiente fibrosis y debilidad muscular del suelo pélvico.

• Las transformaciones del aparato locomotor representado en cambios musculo-esqueléticos que reducen la movilidad de las personas mayores, que pueden afectar de una forma importante a su función de eliminación urinaria.

• Una hidratación insuficiente, una cantidad insuficiente de líquido disminuye la producción de orina en la vejiga, reduciendo la estimulación nerviosa sensitiva a nivel de la vejiga; como consecuencia de ello la persona se vuelve incontinente.

• La polifarmacología. Representado por un elevado número de fármacos que toman los ancianos que predispone a las alteraciones de las funciones urinarias. Algunos fármacos afectan más a la inervación autónoma de la vejiga, de la salida de la vejiga y de la uretra. Por ejemplo, los anticolinérgicos pueden causar retención urinaria, presentándose una incontinencia por rebosamiento; los sedantes y los hipnóticos disminuyen la sensación de necesidad de orinar; mientras que los diuréticos aumentan la frecuencia y el volumen de la orina.

Para finalizar, la valoración del paciente debe incluir una evaluación de la capacidad cognitiva y de la independencia en el autocuidado.

Memoria y orientación en la demencia pueden contribuir a la incontinencia urinaria. La persona puede no encontrar el aseo o ser incapaz de recordar qué significa la sensación de vejiga llena.

Una buena valoración cognitiva permite comprobar hasta qué punto la persona es capaz de participar en un plan de cuidados dirigido a mejorar el control urinario.

Gracias por tomarse el tiempo de leer este espacio. Si gustas escribir por alguna inquietud, sugerencia o comentario, no dejes de hacerlo al correo mariaequirozr@gmail.com siempre tendré espacio y tiempo para mis lectores.

Psicólogo y abogado María Quiroz.

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