Mis adultos mayores: Historia de la vejez

Un bonito trabajo de María Luz Polo Luque denominado: “Visión histórica del concepto de vejez en las sociedades antiguas”, refiere que los restos óseos encontrados por los paleontólogos de grupos humanos ya desaparecidos, pertenecen a individuos que rara vez superaron los 30 años de vida, mientras que en las sociedades primitivas contemporáneas son escasos los que llegan a los 65 años; individuos de 50 años son considerados viejos en la colectividad.

Toma como base de la investigación, la prehistoria, indicando que los individuos que sobrevivían hasta edades más avanzadas eran los más fuertes, siendo un número reducido, por lo que era fácil que se les atribuyera protecciones sobrenaturales.

Al ser los individuos más experimentados del grupo, cumplían la función de la transmisión oral de conocimientos, quienes también eran, los curanderos, chamanes, dominaban los rituales, “lo sagrado”, y por ello inspiraban miedo y respeto.

Según las tradiciones, eran intercesores y protectores ante las fuerzas sobrenaturales, y se representaban a sus dioses como grandes ancianos llenos de vigor y de sabiduría.

En las sociedades nómadas (cazadoras-recolectoras), donde lo colectivo priva sobre lo individual y donde los más débiles se encontraban condicionados por los recursos de alimentos disponibles; los individuos al llegar a la vejez se volvían improductivos, pasando a representar una carga para el grupo.

Al ser las condiciones de supervivencia precarias, no son suficientes los conocimientos ni el prestigio de los ancianos, y no es extraño el gerontocidio activo o pasivo, se les abandona o es el propio anciano quien lo hace voluntariamente.

En las sociedades sedentarias agrícolas-ganaderas, la subsistencia está más o menos asegurada y permite que un mayor número de ancianos pueda realizar tareas adaptadas a sus fuerzas, ayudando así a la supervivencia del grupo.

Si la propiedad de las tierras y rebaños es privada, los ancianos que la poseen aseguran su poder económico, ocupando un estatus dominante en este tipo de sociedad.

De hecho, en las sociedades más avanzadas y organizadas, el consejo de ancianos es una de las instituciones más veneradas.

Por su parte, señala la investigación, que para algunas mujeres la vejez supone una ventaja, ya que las libera de prohibiciones después de la menopausia (sentarse junto a los hombres, beber, fumar, participar en danzas…), pero en general su condición sigue siendo inferior a la de los hombres, exceptuando las sociedades matrilineales donde su papel cultural y social es importante.

Para finalizar el periodo de estudio en referencia, es decir, la prehistoria, para Los Incas, pueblo precolombino sin escritura, que alcanzó un grado de organización social muy elevada, fue capaz de integrar a los ancianos en la sociedad asignándoles un papel concreto.

Los viejos del pueblo eran tomados a su cargo por la comunidad y los ancianos conservaron su papel tradicional de archivos vivientes, la función de médicos y comadronas, y todos en conjunto realizaban un trabajo útil para el grupo.

Vuelvo el viernes, con otro periodo. No dejen de seguir el hilo de la investigación. Hasta la próxima entrega, saludos. Gracias por leer este espacio.

Psicóloga y abogado Maria Quiroz.

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