Mis adultos mayores: Cuidar y cuidadores

En ocasiones leemos, oímos y hasta hemos llegado a expresar: “Debemos cuidarnos”, “tú sí que sabes cuidarme”, “tienes que cuidarte”, “cuídate” y hasta jocosidades han venido a relucir con relación a este tema como aquel que dice “el que no cuida lo que tiene a pedir se queda”.

Cuidar, de acuerdo a algunas acepciones referidas en el Diccionario de la Real Academia Española (2007), es poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo. Asistir, guardar, conservar.

Cuidado y cuidadores son términos muy usados en el lenguaje diario de profesionales y legos al referirse a adultos mayores.

Cuidar un enfermo es una acción que por lo general las personas realizan en el diario vivir, en la familia, en el ambiente laboral y social. Se cuida a los niños, a las plantas, a los animales, a objetos inanimados, al prestigio, etc., en otras palabras, todos los humanos cuidamos a alguien o a algo. El cuidar es indispensable para la vida y la supervivencia.

Por lo general se asocia el término cuidar a situaciones de enfermedad, fragilidad, vulnerabilidad y abandono, a carencias, necesidad de apoyo y otras similares, especialmente, cuando se hace referencia a personas mayores, lo cual puede ajustarse a la realidad, pero no es la única visión.

Los cuidadores deben poseer algunas competencias éticas, cognoscitivas, afectivas y psicomotoras, a fin de llevar a cabo dicha función y/o actividad de cuidar y que les va a permitir promover y mejorar la salud y la calidad de vida de los adultos mayores.

Cuidar a adultos mayores implica la ejecución planificada de acciones de promoción, fomento, mantenimiento y protección de la salud, cuyo propósito último es estimular la autonomía, independencia, a fin de mejorar la salud y la calidad de vida de los mayores en sus hogares, comunidades, centros hospitalarios, y la de sus familias.

Un buen cuidador debe reconocer que cada adulto mayor es único, que cada uno envejece de forma diferente, que no todos sufren de enfermedades, de discapacidades, ni que son frágiles al extremo, que la mayoría es autónoma y capaz de tomar sus propias decisiones de vida, que con su experiencia pueden enseñar y ayudar a otros, que pueden aprender nuevos conocimientos y adquirir nuevas habilidades y pueden vivir a plenitud con salud, optimismo y esperanza.

El nivel de formación académica de los cuidadores solo define los límites y nivel de cuidados que se ofrecen, pero no la calidad de los mismos

Los cuidadores no profesionales, entrenados y bajo supervisión, deben ayudar en la satisfacción de las necesidades básicas, con acciones tales como las relacionadas con la higiene, comodidad, arreglo personal, cambios de posición en cama, cuidados de la piel, de las uñas, alimentación oral, control de signos vitales y de líquidos ingeridos y eliminados, curaciones sencillas, prevención de accidentes, entre otras.

Así mismo, pueden ayudar en la satisfacción de las necesidades de seguridad, al ofrecer compañía, demostrar respeto y al realizar sus tareas con eficiencia.

Para ser buen cuidador se debe tener las siguientes habilidades y condiciones: Tener paciencia. Ser tolerante. Tener Buen humor. Ser Optimista. Ser Respetuoso. Tener Compasión. Ser empático. Gozar de buena salud. Tener una actitud positiva sobre la vejez.

Los adultos mayores a su vez esperan que su cuidador sea empático, compasivo, que tenga buena salud para que le apoye y que sea respetuoso. Empecemos por el respeto con miras a ir adquiriendo todas estas capacidades para un mejor binomio cuidador-adulto mayor.

Respetemos el adulto mayor.

Gracias por tomarse el tiempo de leer este espacio.

• Psicóloga y abogado Maria Quiroz.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link:https://chat.whatsapp.com/BZqg22K3KUyC3oAB8A3pbK

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia