Opinión

Mis adultos mayores: Amor y sexualidad

Los ancianos pueden llegar a emparejarse, sin embargo, muchas veces no lo llegan a realizar por la oposición de la familia y su entorno más inmediato.
viernes, 13 octubre 2023

Amor, cuatro letras de las que todo se dice y de las cuales nada es definitivo; corazón, neuronas, cerebro, neurotransmisores y un sin fin de variables que continúan adicionándose al constructo llamado: Amor.

“Mi mamá me ama”, “amo a mi papá”, las primeras frases que nos enseñaban y que debíamos repetir, con ello aprender a leer, no a amar… por cierto. Se trata del libro Coquito o quizás Angelito de aquellos tiempos.

La adultez mayor no significa el final de amor de parejas y sexualidad, solo cambia la manera de relacionarse. El ser humano es capaz de amar y ser amado, antes de ser concebido y aun después de dejar este plano terrenal.

Cuando los mayores disfrutan de una vida sentimental plena, tienen mejores resultados en salud física y mental, además de una mejor calidad de vida, independientemente de sus patologías asociadas.

Los ancianos pueden llegar a emparejarse, sin embargo, muchas veces no lo llegan a realizar por la oposición de la familia y su entorno más inmediato.

En numerosas ocasiones se estigmatiza al hombre o la mujer que comienza una relación afectiva a edad avanzada, llegando a considerarse como un verdadero atentado a las normas “morales” de la familia y la sociedad.

La batalla más dura para aceptar a la pareja a veces se libra en la familia, en su propia casa. Los hijos no siempre comprenden los deseos de sus padres y las cuestiones económicas se levantan como un muro infranqueable en ocasiones.

No se debe dejar pasar por alto que enfermedades como la diabetes, los problemas cardiovasculares y articulares, los efectos secundarios de ciertos medicamentos, entre otros, crean las dificultades para establecer con plenitud emocional y física las relaciones sentimentales.

En otras ocasiones, estas situaciones pueden ser el desencadenante de la búsqueda de una relación, para estar acompañado, ser cuidado mientras se cuida al otro, o evitar la soledad.

Luego del establecimiento de la relación de afecto, viene todo lo demás, así, el deseo físico del ser amado, al igual que en las otras etapas de la vida. Que se manifiestan espaciadas, más lentas y de reacciones más tardías que en el adulto más joven, debido a los cambios físicos que causa el envejecimiento.

Para finalizar, les dejo algunos mitos sobre la sexualidad en el adulto mayor:

Carecen de sexualidad. El anciano, presuntamente, no está en condiciones de reproducirse, por lo que el uso de su sexualidad es imposible.

La miseria erótica, se afirma que son incapaces de experimentar placer y de despertar deseo en otros.

La actividad sexual disminuye con la edad, los sujetos con una actividad sexual habitual y periódica durante otras etapas de la vida, tienen mayor probabilidad de mantener esta actividad cuando envejecen.

Cambios en el patrón sexual en el anciano, puede manifestarse prevalencia en la masturbación que se explica, en muchos casos, por la existencia de una pareja incapacitada y por la frecuencia de viudez en edades avanzadas.

El Cese de la actividad sexual, se cree que es un suceso exclusiva y necesariamente cronológico, cuando realmente depende de muchos factores como el estado de salud y el grado de incapacidad física y mental (tanto del sujeto como de su pareja).

Vuelvo el viernes. Gracias por leer este espacio.

Psicóloga y abogado Maria Quiroz.

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Correo electrónico mariaequirozr@gmail.com

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