Mi esposo es violento conmigo ¿me divorcio o qué?

A lo largo de mis 20 años, como defensora de los derechos humanos de las mujeres, víctimas de violencia de género, tanto a nivel nacional e internacional, y hasta como jurista, algunas víctimas de violencia, me han hecho esta pregunta, cuando han sido parte de la violencia doméstica sistemática, y una de sus interrogantes es, Dra. Chourio, mi esposo es muy violento conmigo, pero no sé qué hacer, será que lo denuncio, y me separo de él, usted que me aconseja, es ahí, donde viene mi más arduo trabajo, si bien es cierto, que tengo años defendiendo los derechos humanos de las mujeres, esto, no me da la potestad de decidir por ellas, para que se divorcien, mi trabajo se basa en la orientación y asesoramiento jurídico profesional.

Ahora bien, encontrarse casos como estos, que poseen violencia continua y sistemática, te hacen repensar como abordar los problemas complejos como estos, sin tomar decisiones interpuestas, por otra parte, en ciertas ocasiones, asesorar casos de violencia contra las mujeres, es más delicado de lo que se piensa, de hecho, no se puede responder de forma automática, pero si analizar cada caso, en vista que, no todos son iguales, pero si necesitan la pronta asesoría para no terminar en situaciones fatales, en lo que a mí respecta, lo abordo de una manera muy consciente, reflexiva, y sobre todo con gran profesionalismo, y responsabilidad, lo digo siempre, quien vive en violencia sistemática intrafamiliar, no la tiene fácil, tanto para decidir, como para salir de ella.

Cuando me dicen Dra. que hago, denuncio o me divorcio, y mi respuesta es, yo te puedo asesorar de forma profesional, pero la decisión está en ti, no puedo indicarle, y mucho menos decidir por una persona, las decisiones son personalísimas, y, por ende, deben ser respetadas, y procesadas por la persona, y menos cuando se trate de casos como estos, aparte de ser tan delicados, su abordaje debe hacerse de forma minuciosa.

Asimismo, es sumamente importante su orientación, y terapias de las/os psicólogas/os, que conllevan a identificar lo que está implícito en una relación de violencia contra la pareja, ver del porqué de estas conductas anómalas que todavía las siguen normalizando, hay que recordar que la violencia de género contra las mujeres, no es moda, no es capricho, no son la guerra de los sexos, en ciertos casos pueden estar sujetas a una patología, de tipo de trastorno mental, aunque si son muy pocos los casos asociados, a esta conducta de alteración psicológica por parte del maltratador, agresor o violento, y es por eso, que es vital el abordaje desde la perspectiva psico-legal.

Se considera que, las consecuencias que trae vivir con una pareja con conductas violentas, hacen que su descarga de ira, maltrato, violencia física, psicológica, económica, y hasta llegar al mismo femicidio, si no se trata a tiempo, la mujer en su estado de vulnerabilidad, bien sea por la presión social, o de familia, hacen que oculten, lo que ocurre dentro de su propio hogar, ya que pueden sentirse controladas, y sujetas por el miedo constante que genera la dependencia emocional, económica, y la que ha sido siempre interpuesta por los juicios de valores, que la misma sociedad ha coexistido en parte de decisiones que han influenciado más en las mujeres, por solo el hecho de ser mujer.

Seguiremos haciendo énfasis, en lo que significa la violencia, para que sea de mayor abordaje, y decisión oportuna, cuando es víctima de conductas violentas, es por eso, que la Organización Mundial de la Salud la define de este modo: “…Es el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones…” y la violencia contra las mujeres según el artículo 14 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia: Se refiere a todo acto sexista que tenga, o pueda tener como resultado la muerte, un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico, o hasta la misma privación de libertad. Esto sin duda alguna, es de tomar en cuenta siempre, y por siempre.

Así que, nadie puede decidir por nadie, porque la violencia que se ejerce hacia las mujeres en las relaciones de pareja, son situaciones complejas, que ameritan de personas profesionales, en vista que, se encuentran en un estado, y vínculo afectivo, con dependencias emocionales, y económicas en ciertos casos, también podemos encontrar, este tipo de pensamientos, y respuestas constantes de, no lo hago por mis hijos o hijas, y es ahí, donde más se enfoca el miedo a decidir, y continúa esa relación de convivencia entre el agresor, y la mujer víctima de violencia de género. De tal manera que, no se pueden hacer juicios de valores, como, por ejemplo:

• Por qué hasta ahora lo cuentas.
• Es tú culpa, tú te lo buscaste.
• Te lo dije.
• No te divorcies, imagínate que será de ti, y de tus hijos/as.
• Tú no trabajas, ¿Quién te va ayudar económicamente?
• Si lo dejas, te va a matar.
• Mira que la situación está difícil, piénsalo.
• Qué dirá la sociedad, y tu familia si te divorcias.
• Los trapitos sucios se lavan en casa, así que no le cuentes a nadie.
• No será que tú lo provocaste, y por eso fue su reacción violenta.
• Tranquila, eso se le pasará.
• Recuerda que así fue su papá, con su mamá, y fíjate, todavía siguen juntos.
• Tú estás muy enamorada de él, ya verás se te pasará. (Información propia).

Cuántas veces, han escuchado estas palabras de personas que todavía no tienen ningún tipo de información, acerca de lo que significa vivir en violencia constante, por parte de su pareja, es por eso, que urge la ayuda psico-legal, de personas profesionales, específicamente en la materia, porque una información, consejo, asesoría, o simplemente una decisión errada, pueden conllevar a las mujeres a tomar decisiones nefastas y permanentes, colocando en riesgo, hasta su propia vida.

“La violencia contra las mujeres requiere, no sólo su visualización, sino también su abordaje como un problema de salud pública y social, es hora de evitar las interpretaciones y accionar en la pronta solución”

Diyuly Chourio

@diyulychourio

Fuentes consultadas:

https://www.uv.mx/psicologia/files/2014/11/Violencia-y-Salud-Mental-OMS.pdf

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