México: Diálogo de sordos, ¿por qué la muerte ronda las minas?
I MÉXICO: UN DIÁLOGO DE SORDOS.
El juego se volvió a trancar. De los diálogos entre la oposición radical de Guaidó y el gobierno ya no queda nada. No hay avances, EEUU que dirige a sus lacayos en esa mesa de México ha dicho por enésima vez que no reconoce a Maduro como presidente. Igual le otorgó el permiso a Chevron que ya sus barcos están cargando para el imperio el petróleo nativo de tierras venezolanas. Las sanciones siguen, dicen los voceros del gobierno de Biden mientras esté la dictadura de Maduro. Un paso adelante y tres atrás. Los 3.200 millones que acordaron entregar para paliar la crisis económica en Venezuela no llegan. Nadie se hace responsable y eso denota poca seriedad de la oposición radical y sus amos del norte. El paso que llevan esos diálogos habla de un total fracaso.
EEUU sigue reconociendo a la Asamblea Nacional electa el 2015, mantiene el bloqueo de fondos públicos en bancos extranjeros, las toneladas del oro nacional en bancos de Inglaterra, los fondos en bancos portugueses y la confiscación de Citgo, la empresa más rentable de Venezuela en EEUU. Los gringos se cagan en la madre de quien sea y no aplica el derecho internacional ni los derechos humanos.
Venezuela no es el único país que sufre el acoso y las sanciones ilegales de EEUU. Es una política de carácter extraterritorial, abusiva, agresiva, lesiva de los derechos de los pueblos, cuyo propósito es violar la soberanía y la independencia de los pueblos soberanos. No es posible que un país ponga de rodillas a miles y millones de personas por sus apetencias de control de los recursos naturales y la imposición de gobiernos títeres.
En esos diálogos se perdió el respeto. Los acuerdos no se cumplen, no reconocen a Maduro, Jorge Rodríguez que es el vocero y presidente de la Asamblea Nacional es también desconocido por EEUU, Guaidó será candidato y los que andan delinquiendo son protegidos por los EEUU que define como se dialogó y a quién impone. ¿Qué vaina es esa?
II LA MUERTE Y LAS MINAS DEL SUR .
Nadie del alto gobierno explica por qué se permite que asesinen a personas en el arco minero. La operación Roraima vino a complicar el entorno de la ya difícil situación de los pequeños mineros y comerciantes del sur del Estado Bolívar.
Cada vez es peor la situación. En cada incursión de los grupos militares, lo que dejan es muerte y dolor. No hay freno a métodos de tortura, saqueo, prácticas violatorias a los derechos humanos y cárcel para los que según esos militares consideran miembros de bandas. Lo que está pasando en Bolívar es una operación de exterminio a la pequeña minería, y a una parte de la población que vive de esa minería en menor escala.
Las masacres en en el sur son de vieja data. Grupos militares han justificado su genocidio, diciendo que están enfrentados a bandas terroristas, narcotraficantes y lo cierto es que el sur es territorio minero, lo que está en disputa es las minas y lo que en ella hay que es el oro. No hay más nada. Los falsos positivos se pusieron de moda y los partes de guerra que publican en los medios los mandos militares, la mayoría llevan el signo de la manipulación y la mentira. Lo que pasó hace dos meses en la población de Imataca, frontera con Guyana, fue una cacería humana contra personas que viven de la pequeña minería, hubo torturas, abusos sexuales y robo. La fiscalía comenzó la investigación pero no vemos resultados. La mayoría de los detenidos de la llamada operación RORAIMA dicen haber sido vejados, torturados, robados por sus captores. Antes ya en el sur hubo conocimiento de masacres cometidas por fuerzas armadas, y quedaron impunes.
No entiendo como el gobierno nacional dialoga con EEUU y con la gente de Guaidó, que tanto daño le ha hecho al país y no pueden dialogar con los voceros de los pequeños mineros, con las organizaciones sociales al sur de Bolívar y con gente que tiene bastante tiempo haciendo vida en las minas de forma pacífica, ininterrumpida, trabajando y con ellos no hay diálogo, hay es plomo, persecución y muerte. Por eso vamos mal. Porque no se puede hacer con tus connacionales, lo que el imperio te hace como gobierno legítimo.
Jorge Rodríguez debería venir a Bolívar, escuchar a los pequeños mineros, todos los grupos que operan en el territorio, instalar una mesa de diálogo, parar los asesinatos que ejecutan los grupos militares, hacer respetar la constitución y avanzar hacia la humanización del arco minero. Eso debería hacer Maduro. En Venezuela también hace falta diálogo, en el sur es necesario el diálogo no las balas y la imposición de fuerzas militares actuando al margen de la ley.
Notas de Cierre
1. Las mesas de diálogo entre los trabajadores de Sidor y el Gobernador avanzan. Ojalá puedan escucharse los reclamos justos que hacen los trabajadores. No estamos para cuentos ni para cree que somos dueños de la verdad. El país está mal, necesita diálogo, inclusión y respeto a las críticas y la diversidad.
2. Volvieron o nunca se han ido las mafias judiciales. En Bolívar es fácil caer preso, pero luego te agarran las mafias judiciales y policiales y si no pagas te quedas preso. Las tarifas varían. Van de 5 mil verdes hasta kilos de oro. Pobre país y pobre estado Bolívar. En Guaiparo ya hay casi mil presos, el aumento de las penas privativas de libertad es el síntoma más grande de violaciones a derechos humanos y el estímulo de la corrupción judicial. Dos o tres jueces y fiscales cómplices se llenan con dinero sucio. Los que no tienen los retardan sus procesos.
3. El MG y diputado Alexis Rodríguez Cabello lo hemos visto bastante movido estos días. Es un excelente cuadro militar y político, lástima que en el Psuv, no lo valoren algunos grupitos. Gente que arrima para sus propios intereses. Aquí debe existir respeto por la militancia, por la diversidad de opiniones y tolerar la crítica.
4. Tres jóvenes fueron asesinados por fuerzas militares el día 16 de enero en la población de El Callao. Fueron sorprendidos en una mina del Perú por efectivos militares, que sin mediar palabras los ejecutaron. Eso está pasando hace rato y las autoridades del Ministerio Público, el gobierno nacional, regional y los que deben explicar esa política de represión y muerte callan. En Venezuela está abolida la pena de muerte. Al menos eso es lo que está plasmado en la Carta Magna. Nadie investiga. Tarek ordena públicamente órdenes de captura a quién golpea un gato pero para los asesinos de jóvenes en las minas no hay castigo. Eso es absurdo, es bochornoso y es peligroso, porque nos estamos acostumbrando al horror.
Hasta el próximo martes, que Dios nos bendiga y proteja.
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