Opinión

Las verdades sobre la edad madura

También, para compensar la disfunción de glándulas que están ya en su ocaso, y para lo cual se requiere suplementos como vitaminas A, B, C, D, E.
jueves, 22 diciembre 2022

“Mucho se ha escrito sobre lo maravilloso de la edad madura, pero muy poco sobre las vicisitudes de atravesar por ella, particularmente, cuando se vive en un país cuyo sistema de salud está destruido y su economía, devastada. Este es un resumen de tal experiencia”.

La vejez es una etapa de la vida que debemos transitar con dignidad; trabajando, leyendo, amando y siempre, manteniendo en alto, aquellos valores por los cuales, constantemente habríamos luchado.

Proliferan los escritos, en especial en las redes, que ensalsan la ancianidad. Se dice que la vejez trae consigo, sabiduría, responsabilidad, cordura, aplomo, experiencia, satisfacción y cuantas otras virtudes imaginables existen.

Esta es una descripción y forma de expresión, sin filtro y sin sentido por parte de quienes desean vanagloriar ese atardecer que está en el camino de todos, pero que será tan brillante o lúgubre, como sobresaliente o melancólica, fueron las vivencias pretéritas del individuo.

En todo caso, es difícil ver en la vejez, lo grandioso de su realidad, cuando para mantenerse en pie, la persona necesita andadera o un bastón, y para leer, gruesas gafas e ilusión; cuando solo puede mantener la vida, si toma pastillas para reducir la tensión arterial, para bajar el colesterol o los triglicéridos, o para domar la artritis.

También, para compensar la disfunción de glándulas que están ya en su ocaso, y para lo cual se requiere suplementos como vitaminas A, B, C, D, E, estatinas para el colesterol y muchas otras, que engrosan una larga lista y una abultada cuenta.

No encuentro lo sublime de la vejez, cuando igualmente, debes tomar píldoras para erectar, digerir y hasta para evacuar. La majestuosidad de la tercera edad se derrumba con el lento andar, por temor a una caída, que con osteoporosis, puede ser mortal. A esa edad, una simple gripe no es tal; deriva en neumonía fatal.

Los análisis de sangre, seguro arrojarán colesterol malo muy elevado, o triglicéridos por las nubes, glóbulos rojos insuficientes, o blancos muy subidos, indicando, en todas los casos, insuficiencias propias de un organismo decadente.

Las visitas al médico, posan una seria amenaza: muy probablemente, te diagnosticarán endurecimiento de las arterias, insuficiencia renal, próstata inflamada o prolapso de útero.

Si te duelen las rodillas, ello se traduce en un implante de prótesis casi seguro. Las dificultades en la micción, indica la necesidad de una operación de vejiga y colocación de la correspondiente malla.

No veo tampoco lo excelso de la tercera edad, cuando debemos utilizar botox o realizar “estiramientos” para poseer una piel tersa, juvenil, hermosa. La dentadura es siempre un problema, así como para las damas, igualmente lo es, la cabellera blanca.

La guinda a la torta, está en la sordera, esa que desvincula al individuo de toda reunión social; que convierte a la persona en una especie de payaso, que por no escuchar los diálogos, sonríe y aprueba a destiempo y sin sentido.

Este no es un evento feliz, y menos cuando el país vive la devastación de un sistema de salud destruido por la miseria política y la desinversión social y para colmo, en una economía saqueada, corrompida y arruinada.

El anciano, en estas circunstancias, vive como isla a merced del huracán; es una víctima sin protección. Ninguna de estas características, propias de la edad, son cualidades o atributos de los cuales podemos sentirnos cómodos y mucho menos, orgullosos.

La tercera edad es el ocaso de la vida; nos debilita y nos limita. Así debemos, no solo entenderlo, sino aceptarlo; es un peculiar período de nuestra existencia, durante el cual ensayaremos con nuevas experiencias.

Es una etapa diferente, durante la cual debemos y podemos seguir siendo útiles, intelectual y físicamente también, entendiéndose que para ello, la sociedad, debe contribuir a permitirnos ocupar a cada uno, el nicho que le corresponda.

Por otro lado, como cultura, debemos asumir y mostrar mucho más respeto y solidaridad por las personas de la tercera edad; el aporte que durante tantos años ellos hicieron, obliga; prestar asistencia médico-geriátrica decorosa, es un imperativo.

Así como también lo es, el pago de una pensión adecuada y acorde con las necesidades de mantener un estándar de vida proporcionado.

Es cierto que los años llevan a cuesta las potencialidades de la sabiduría, éxito y buen talante; pero ello no es automático, sino el producto de haber pasado por la vida, soslayando, continua y contundentemente, la pereza y la bellaquería y haberse dedicado al estudio, al honesto, continuo y arduo trabajo y al amor por la familia, los amigos y por su comunidad.

CE.mgarciat84@gmail.com

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/Kns38oYKpt0ITdfo2iA2A5

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia

error: