Las sanguinarias intenciones no han fracasado
Por donde se vea, se lea o se escuche, el resultado siempre es el mismo. El golpe de estado contra el Presidente Maduro, que Donald Trump y la extrema derecha pensaron decretar como su victoria final el 23 de febrero del año en curso, fracasó. Mas no, las sanguinarias intenciones de estos, visto los resultados conocidos. Dicho golpe, lo había puesto andar desde hace tiempo con el cerco mediático, económico y con las sobrecargas día a día de la subida de los precios de la cesta básica; bastante para que con la ayuda de militantes y militares V columna se produjera una explosión social y desestabilización en el gobierno de Maduro y ya su derrocamiento definitivo. Pero como dicha expulsión nunca llegaba, trataron de acelerarla con el cuento malo de la ayuda humanitaria que tampoco pudo llegar, porque la unión cívico militar no se los permitió. Esto, enardeció a un mas las inmorales intenciones de Trump y de la extrema derecha, que tienen amenazado al País con la deshonesta invasión armada, a sabiendas que la mayoría de los presidentes y los pueblos del mundo, repudian las invasiones armada en cualquier país; lo que por momentos, esto los tiene enculillados pero siguen manteniendo vivas sus criminales intenciones de invasión armada y le buscan la vuelta para que se dé, alimentando la ira contra Maduro; fastidiando a la gente que salga a cada rato a la calle por nada y a oír pura pajas de ellos, mientras la gran mayoría de los venezolanos padece todo tipo de vicisitudes como la que sufrió (y aun sufre los efectos colaterales), el jueves 07/03/2019 a causa del ataque cibernético (ya lo habían hecho el 2008 y el 2013), que esas manos criminales le propinaron al sistema que controla las máquinas de generación de energía eléctrica en el Guri.
Este ataque es el más cruel sobre el pueblo venezolano desde que se selló la Independencia. Los pueblos del mundo desprecian tan vil acción y están levantando sus voces reclamando respeto a los derechos humanos en Venezuela que tiene derecho a la paz.
En fin, aúllen, ladren, pateen o vuélvanse locos algunos, aun el Gobierno Revolucionario conserva la mayor cantidad de votos de los venezolanos, magnificencia que dicho gobierno debe mantener con honor y está obligado “si no quiere ver al diablo más temprano que tarde” a buscar todas las vías que colmen de felicidad al pueblo de Venezuela. Uno de esos caminos es frenar y bajar la inflación. Otro, es hacer accesible los productos de la cesta básica, como lo han hecho otras naciones en casos similares. Allí está el país amigo Turquía, quien pocos años atrás llegó atravesar una horrenda crisis inflacionaria que generaba descontento popular (como el que genera hoy día el venezolano), pero el gobierno se percató rápido de esto, y tomó las medidas que tenía que tomar de la mano con la OXFAN (Organismo suizo que estudia la riqueza mundial). Una de ellas: Metió preso a más de 80 empresarios acusados de especulación y a la semana unos precios bajaron y otros se estabilizaron. Y al año, los informes revelan que los ricos aumentaron en un 05% y los pobres no aumentaron.
Ahí tienen pues… A trabajar por el bien del pueblo. Hasta el próximo.
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