Las familias están desesperadas

Desde que el Comandante Chávez ganó la Presidencia de la República, la oligarquía venezolana ha venido utilizando lo que sus pares de E.E.U.U y chile usaron para crear sentimientos adversos al gobierno revolucionario del presidente Allende: Como el ocultamiento de los bienes de consumo necesarios para la vida de la población; así desde ese momento 1.998 hasta la fecha, han ocultado y acaparado todos los productos de la cesta básica y otros alimentos en Venezuela.

Lo que en su momento obligó al Presiente Chávez a crear Mercal, PDVAL, los Abastos Bicentenarios como otros organismos de defensa del consumidor implementados por el presidente Maduro. O sea, la oligarquía ha sido duramente enfrentada pero no vencida.

Y su presión ha sido tal, que hoy día tiene al pueblo entre la espada y la pared y sin nada para defenderse contra la desaparición de los productos necesarios del quehacer diario, contra los altos precios de la cesta básica y contra todos los productos domésticos como el gas por ejemplo, ¿Qué pasa con el gas doméstico que es monopólicamente extraído y distribuido por PDVSA? ¿Por qué luego de su regulación y de las expropiaciones a ciertas compañías distribuidoras desapareció y no llega por los canales regulares a los hogares de los venezolanos?

¿Sabrá el Presidente Maduro o el ministro El Aissami que alrededor del gas se ha formado una especie de mercado negro en el cual para conseguir una bombona llena mediana tiene que pagar hasta 15 dólares o más por su valor de regulación en las estanterías privadas y a los bachaqueros?

Las familias se encuentran a niveles de desesperación, no logran encontrar la manera de conseguir un suministro seguro y permanente, ya que es prácticamente inútil tratar de conseguirlo por medio de un distribuidor autorizado por PDVSA GAS, ya que los teléfonos de estos generalmente no son atendidos a los clientes de a pie, y cuando son atendidos responden no hay gas, pase dentro de un meses a ver si llega, y al preguntar ¿por qué…? Vienen las excusas, “hay fallas en el transporte, el camión tal no tiene caucho o que hay mucha gente por delante que atender primero”.

Esto obliga a las personas a llevar sus bombonas a donde le digan que hay gas no importa los cientos de kilómetros que tenga que recorrer, y si milagrosamente logra conseguir el lugar donde lo venden, tiene que hacer una cola de 100 o 200 personas y muchas veces no logra conseguirlo porque se acaba antes de llegarle el turno.

Otros logran entregar sus bombonas en la parte externa del llenadero para que un camión la lleve a ser llenada, y lógicamente se le tiene que dar algo al inocente chofer por su humana colaboración, y otra forma es la de llevar la bombona a un estanterol, allí debe dejar la bombona vacía, pagar el triple de lo que vale y esperar por un lapso de un mes y no son responsables si la bombona se pierde ¿Qué tal…?

Señor Presidente, señor Ministro, señores Gobernadores y Alcaldes, no es el enemigo surgido de la oposición quien impide que el gas llegue a la familia venezolana, es la incompetencia, la ineficiencia y la corrupción que ha germinado y echado raíces dentro del seno de una empresa que se supone es eficazmente dirigida por personas afectas al proceso revolucionario, y esa situación es aprovechada por la oposición para desprestigiar al gobierno y a la revolución.

Es urgente solucionar el problema planteado, tomen ustedes cartas en este asunto, nuestro pueblo no puede seguir siendo burlado y explotado por los corruptos vestidos de rojo pero al servicio del enemigo.

Hasta el próximo.

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