La importancia de la reintegración laboral de las mujeres para la recuperación económica postpandemia en América Latina.
La crisis económica a raíz de la pandemia COVID-19 ha agudizado las brechas de género en el campo laboral y generado un retroceso significativo en la tasa de empleo de las mujeres.
En el caso de América Latina, estos porcentajes han sido particularmente alarmantes, ya que más de 13,1 millones de mujeres han perdido sus empleos a raíz del COVID, mientras que cerca de 12 millones de mujeres han reducido sus horas de trabajo o se han alejado de oportunidades de ascensos profesionales debido al vertiginoso incremento de sus responsabilidades en el hogar y como portadoras de cuidado a sus familiares durante la pandemia.
Adicionalmente, es importante destacar que según los estudios más reciente de Panorama Laboral en América Latina realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace más de 15 años que no se registraba una tasa tan baja de participación de las mujeres en el mercado laboral, por lo que se hace imperante tomar acciones para reducir esta brecha, ya que de no ser atendida, se estima que esto puede generar un impacto negativo no solo en la recuperación económica y el GPD de los países latinoamericanos, sino también en la productividad anual de las empresas y en las proyecciones de tasa de interés anual.
Algunos de los casos más tangibles de este retroceso ocasionado por la pandemia específicamente en temas de género, lo podemos encontrar por ejemplo en países como Chile, el cual en 2019, estaba registrando índices históricos de más de 53.3 % en participación laboral de las mujeres tanto en el sector público como privado, mientras que hoy todos estos avances están siendo puestos en peligro, ya que desde que comenzó la pandemia el índice de participación laboral de las mujeres ha disminuido más de 10 puntos porcentuales en el país.
Otros casos similares, son Perú, Brasil Colombia, Costa Rica y México, quienes también han sufrido una fuerte contracción en su tasa de volumen de empleo, especialmente para mujeres y jóvenes, según indican los reportes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en los trimestres I y II del 2020
No obstante, más allá de entender las consecuencias de estas brechas, es vital comprender cuales han sido las causas y los sectores que requieren mas apoyo para integrar a las mujeres de vuelta a la fuerza laboral.
Por ejemplo, según las estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los sectores más afectados por la pandemia han sido los comercios mayorista y minorista; las actividades comunitarias sociales; los hoteles y restaurantes; así como también las actividades inmobiliarias empresariales y de alquiler, y las manufacturas.
Teniendo en cuenta que todas estos sectores están representadas mayormente por trabajadoras mujeres, es importante que los gobiernos de la región no solo fortalezcan las políticas públicas de recuperación económica con un enfoque en el empleo femenino, sino que también apoyen iniciativas como Emprender Conectadas, WeXchange, PAR-impulsa, Fondo Mujer Emprende y otros programas regionales especialmente dedicados a apoyar el crecimiento del emprendimiento femenino en la región y la expansión de las mujeres en los sectores productivos de pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
Otro aspecto que se debe tomar en cuenta , es el referente a las métricas, ya que no solo las mujeres y niñas en América Latina representan el porcentaje mayoritario de la población, sino que también son desafortunadamente uno de los grupos más carentes de recursos y métricas, en gran medida debido a la falta de componentes desagregados por género en las estadísticas oficiales de los gobiernos de la región.
Es por esto que es vital, que en la estrategia de recuperación económica post-COVID , los gobiernos de LATAM contemplen incluir nuevos componentes a las métricas, así como apoyar programas internacionales como “Spotlight” de Naciones Unidas, que buscan precisamente promover la generación de datos de calidad, así como la visibilización y dimensionamiento de las métricas de género comparativas entre países, lo cual a su vez permitirá generar soluciones y mejorar la toma de decisión de cada país con respecto a políticas inclusivas de apoyo al desarrollo de la mujer.
Similarmente, no debemos pasar por alto lo referente a la productividad, ya que está comprobado que contratar a más mujeres garantiza que la fuerza laboral de una empresa sea representativa de su base de clientes y obtenga un rendimiento más acertado sobre las preferencias de los consumidores.
Por esto y por el hecho de que las mujeres pueden llegar a influenciar hasta en un 80 % en las decisiones de compra en la economía de un país, es fundamental que el plan de restructuración económica post-COVID contemple políticas flexibles de reintegración al trabajo para las mujeres, ya que de forma contraria, los países estarían posicionando sus mercados en una situación de desventaja competitiva.
Esto sin mencionar el daño irreparable que causarían a la nueva generación de relevo laboral ,que son nuestros jóvenes, los cuales según estadísticas “ se benefician positivamente de crecer en entornos en los que tanto la figura de madre como la del padre tengan estabilidad laboral”
Finalmente, es fundamental destacar que para que exista una verdadera recuperación post-COVID, más que cantidad, las mujeres necesitan trabajos de calidad que les garanticen autosuficiencia y seguridad económica.
Adicionalmente, es crucial que tanto los empleadores como las entes gubernamentales de la comunidad incentiven el mensaje de que la igualdad de género en el mercado laboral no es solo un problema de mujeres; Ya que se trata de un problema de todos teniendo en cuenta que cuando las mujeres avanzan, la sociedad en su conjunto avanza también.
De hecho, datos de prensa muestran que el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe crecería un 16 % adicional si la brecha de género en el mercado laboral se cerrara completamente. Sin embargo, aún queda mucho por hacer y el éxito dependerá de que gobiernos, empresarios y sociedad civil se sumen a estos esfuerzos.
* Laura Valentina Natera es una economista y diplomática de origen venezolano, especializada en temas de emprendimiento femenino, igualdad de género y desarrollo tecno-económico en mercados emergentes. En sus más de 8 años de trayectoria profesional, Laura ha apoyado la implementación de numerosos proyectos regionales en diversidad e inclusión para América Latina y el Caribe conjuntamente con organizaciones multilaterales como Banco Inter-Americano de Desarrollo, USAID y UNICEF. Dentro de sus logros más destacados están su participación en iniciativas como WeXchange, wXinsigts, We-Fi, Juntos es Mejor, Red Recuperación, Rising Wise y Mujeres Extraordinarias Podcast. Laura es también una académica con amplia trayectoria a nivel internacional, múltiples publicaciones en periódicos y revistas de investigación académica, así como numerosas ponencias como profesora invitada en universidades de la región. Laura cuenta con una maestría en Derecho y Tecnología (Legal Tech) de la Universidad IE en España, y una triple licenciatura en Economía, Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford en Inglaterra.
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