¿La guerra fría a la sartén?
“Silencio en la noche ya todo está en calma, el músculo duerme la ambición trabaja” tango del siglo XX
La entrada del ejército rojo a Berlín; la ocupación de Francia, Benelux, Italia y el resto de Alemania por los aliados; el bombardeo atómico de EEUUA sobre Hiroshima y Nagasaki y la rendición de Japón; dieron cierre al ardor sangriento de la gran guerra en 1945, significó una expectativa de esperanza mundial con el nacimiento de la O.N.U. sobre las cenizas de la Sociedad de Naciones y sobre manera, con la declaración de los Derechos Humanos suscrita por un buen número de países.
Las campanas y los arados se disponían en los corazones de la humanidad, para arrullar el sueño de la paz que prometían los discursos políticos de los vencedores.
Sin embargo, no cesó la guerra, sólo se abrieron nuevas formas bajo la denominación de “Guerra Fría”, desplegando un incontable número de guerras de pos-guerra; junto a otras maneras, algunas brutales como los golpes de estado y muertes, otras cada vez más sofisticadas de desestabilización con mecanismos de inteligencia y contrainteligencia en la denominada psico-política; el manejo de las emociones en diferentes comunidades con el propósito de impulsar confrontaciones fratricidas dentro de ellas, creando espacios para la geografía de la furia, que sufren los pobres de siempre.
Hoy la guerra de Ucrania, encrespa al mundo mostrando sus tempranos efectos donde millones de personas huyen de los escenarios de confrontación, con las consecuencias humanitarias que de ello se derivan; cientos de muertos y miles de heridos, donde… “la mayor víctima es la verdad”.
Mientras tanto, otros conflictos armados con más muertos y sufrimiento humano están “en pleno desarrollo” desde hace varios años. El más cruel del mundo y la peor situación humanitaria según la ONU sucede en el Yemen, con 11 años de duración y más de 233.000 muertos, 2,3 millones de niños en estado de desnutrición, de los cuales 400.000 al borde de morir sin tratamiento; según la ONU más de 10.000 niños muertos de manera directa por los combates; 5.000.000 de yemeníes al borde de la hambruna y 50.000 ya en ella, 4 millones fuera de sus hogares, más del 70 % de la población sin agua potable ni atención médica y necesitan algún tipo de asistencia humanitaria o de protección para su supervivencia.
La situación es el fracaso del proceso político de la Revolución Yemení 2011 que formó parte de la “primavera árabe”; la lucha contra la corrupción, el desempleo e inseguridad alimentaria obligó al presidente entregar el poder al vicepresidente; vinieron ataques de los yihadistas, movimiento separatista del sur.
El movimiento huti (Partisanos de dios) que defiende a la minoría musulmana chiita zaidi de Yemen, aprovechó la debilidad del gobierno, tomó el control del norte central a comienzos del 2014, luego avanzaron al sur y a fin de año comenzaron a ocupar la capital Saná. Se han exacerbado las tensiones de la región donde los grupos del estado islámico se incrementan en ese país, a medida de la inestabilidad. Arabia Saudita junto con otros estados árabes sunitas y apoyo logístico de EEUUA, Reino Unido y Francia, han estado involucrados en el conflicto con bombardeo aéreo para derrotar a los huties, poner fin a la influencia iraní en Yemen, así como restaurar el gobierno del vicepresidente quien huyó el 2014. Los analistas esperaban terminarla en pocas semanas pero ya lleva ocho años, con una fuerte escalada de violencia en los últimos años.
Etiopía, donde la base es una disputa entre distintas etnias que llevan 30 años intentando convivir. Desde 1994 tiene un sistema de gobierno federal, llamado federalismo étnico en el cual cada una de las diez regiones del país está controlada por diferentes grupos étnicos; desde noviembre de 2020 hay enfrentamiento entre el gobierno central y el partido político Frente Popular de Liberación en la región de Tigray, integrado por miembros de esa etnia que lideraba una coalición de cuatro partidos la cual gobernó Etiopía desde 1991; aquel gobierno la hizo más próspera y estable, pero creció la preocupación por los derechos humanos y el nivel de democracia; el descontento se hizo protesta y llevó a la reorganización del gobierno.
El primer ministro, creó el partido de la prosperidad y destituyó a líderes acusados de corrupción y represión; puso fin a la larga disputa con Eritrea y le dieron el nobel de la paz en 2019. Sus políticas fueron vistas como intento de centralizar el poder y destruir el sistema federal. En 2020 el Tigray celebró elecciones locales que el gobierno consideró ilegales… en noviembre estalló el conflicto. Ambas partes son señaladas de atrocidades… no se vislumbra arreglos, ni tan siquiera diálogo; hay crímenes de guerra, asesinato de civiles y violaciones masivas; algunos estiman más de 9.000.000 de personas necesitados de ayuda alimentaria, de los cuales, 900.000 de ellas muriendo de hambre; las grandes víctimas son los mismos pobres de siempre.
Conflictos armados en Malí, Niger, Burkina Faso, Congo, Somalia. También Mozambique, donde, en Cabo Delgado hay empresas multinacionales que extraen gas en altamar y en paralelo una población con altos niveles de pobreza y disputas por acceso a la tierra y al trabajo, hace que muchos se incorporen a las milicias islámicas. Se informa de grandes violaciones a los DD.HH. con reporte de decapitaciones, asesinatos, secuestros y destrucción en el norte de Mozambique, donde el gobierno invitó asesores militares de EEUUA para que sus soldados puedan contener las fuerzas locales y recibir tropas de Ruanda, con ayuda de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional; revirtieron los logros de los insurgentes pero éstos se reagrupan y se prolonga la confrontación.
En Siria, el proceso de la guerra civil durante una larga década, no sólo con la intención de derrocar al partido del presidente Bachar al-Assad, sino también de fracturar el territorio del país en diversos grupos étnicos y religiosos, ha sido alentado desde el exterior con intervención de las grandes potencias de occidente y la confrontada actuación diplomática y armada de Rusia que protege su estratégica base naval de Tartus en la costa siria del Mediterráneo.
Afganistán, invadido por George W. Busch después del 11/9/01 con la doctrina de “guerra preventiva para buscar al enemigo principal donde se encuentre”; derrocaron a los talibanes quienes volvieron 20 años después y hoy disponen del enorme arsenal de guerra que el ejército invasor dejó a su salida ¿precipitada o premeditada?. Se prevé que sufrirá una de las más graves crisis humanitarias debido al aislamiento y las medidas impuestas por parte del mundo occidental.
También Palestina como tierra negada, donde la expansión sionista a sangre y fuego desaloja extra-muros al pueblo palestino al que se le desarraiga hasta de los olivos; se violan todos los acuerdos de la ONU y la insolente embajada de EEUUA ocupa Jerusalém.
Hoy hay tanto sufrimiento humano en el mundo que sin embargo, no se traduce en conmoción humana para atenderlo; hay declaraciones generales pero sin mayor cobertura; no están en el discurso de líderes mundiales; no hay ofertas generosas de ayuda humanitaria, a pesar de las migraciones por tierra y por mar, con toda su tragedia para millones de seres humanos: ¡son los mismos pobres de siempre!.
¿Cuál es la diferencia que hace tratarlos de diferente manera?. Un conflicto en Europa ¿es más serio y necesita mayor atención?. ¿ Acaso, marcar a Rusia con la O.T.A.N., para confrontar a China con A.U.K.U.S. en el Pacífico?. ¿Cerrar la ruta de la seda?. Tampoco sabemos adónde nos lleva la transición, ¿hasta dónde alcanza?, ¿cómo será nuestro mañana de humanidad?.
A diferencia de aquellas guerras que “no eran nuestras, sino por allá lejos”; hoy hacemos conciencia que esos vientos agitando aguas lejanas pueden alcanzarnos y encrespar nuestro mar Caribe, que aun cuando declarado “territorio de paz” por la C.E.L.A.C., tiene una historia de varios siglos como escenario de confrontación entre imperios, con corsarios ejecutando su “patente de corso”, para acechar, invadir e incautar bienes y territorios considerados del “enemigo”.
La emergencia de diversos actores en el ámbito de la geopolítica mundial, tensiona “la lucha y el conflicto por las confrontaciones entre las naciones o alianzas de ellas y también al interior de éstas”. La tensión entre la voluntad que potencia la ambición de poder y las confrontaciones para la consecución de objetivos, con la racionalidad necesaria por conformar el orden político para la convivencia, sólo es posible en el respeto a “las reglas del juego”, en existencia con los otros o, ¡en la aceptación por imposición de aquel poder que tome la sartén por el mango!.
Recordemos lo expresado en el artículo anterior, “esa confrontación, normalmente se sostiene y explica por su referencia a una ideología o un sistema de creencias y valores, y por tanto en medio de ella vibra el intento por encontrar un cierto orden de coexistencia”. ¿Cómo escudriñar en un mundo lleno de incertidumbres? …al final, ¡¿pagarán los pobres de siempre un nuevo desorden mundial?!….
Casatalaya, caracas 20 marzo 2022
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