La Gran Jugada: Wilmer Garbán, un genio desde la Miranda

En los años iniciales de la última década del pasado siglo XX, todos los estados preparaban sus selecciones juveniles de fútbol de salón para competir en el campeonato nacional clasificatorio que efectivamente se realizó en el estado Lara.

En ese campeonato, los siete mejores jugarían en los VIII Juegos Nacionales Juveniles que se realizaron en el estado Zulia en el año 1991. El estado Bolívar formó parte de los quintetos que buscaron la clasificación en dicho evento, la cual se ganó por obtener el quinto lugar en la clasificación general. Wilmer Garbán, formó parte de la selección que representó al estado Bolívar en ambos campeonatos, él es oriundo de la ciudad de Upata, localidad que también es conocida como la Villa del Yocoima.

El salonista upatense formado en el contexto de la cancha Miranda de Upata, lugar donde se formó como salonista, formó parte de ese excelso equipo, que no sólo se ganó el derecho a estar en los juegos Zulia 1991, sino que además en dichos juegos también ganaron medalla de plata. Wilmer es mejor conocido el Upata con el seudónimo que lo hace más familiar entre su gente como “Willy”.

Quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar de la calidad de juego de Wilmer, dicen que su desempeño como jugador de fútbol de salón en el buen sentido de la palabra era un genio, ya que la forma de desempeñarse como salonista así lo hacía ver. Amigos lectores, quien suscribe el presente espacio también puede dar fe de ello, y por eso se expresa para ustedes.

Wilmer no sólo estuvo en la selección juvenil de fútbol de salón del estado Bolívar; su calidad de juego conllevó a éste excelente futsalonista a formar parte del primer equipo profesional Caimanes del Orinoco, quinteto que participó en la desaparecida Liga Especial Superior de Fútbol de Salón de Venezuela. “Willy” como le dice su gente, jugó en el equipo de más alto nivel competitivo que ha tenido el estado Bolívar, y por ende su participación en la mejor liga que se ha jugado en Venezuela en cuanto al fútbol de salón. Con sólo este currículo, amigo lector usted puede tener idea de su calidad como jugador; además que para formar parte de los equipos del Club Miranda de Upata, los jugadores deben tener solvencia moral, lo cual es otro buen referente de destacar en el protagonista de la presente oportunidad.

Hace poco tiempo, Wilmer Garbán intercambió conversaciones con el autor de la presente columna e indicaba una notable diferencia del fútbol de salón de antes y el de los actuales tiempos; Wilmer expresaba que, “ahora se juega más relajado que antes, y hay mucha protección en favor del jugador.”

Además indica que, “los árbitros están al día, evitando que hayan golpes que dañen a los contrincantes.” El protagonista de hoy, está pendiente de las distintas actividades que tiene el fútbol de salón, y de regresar a la cancha Miranda, instalación deportiva que lo vio nacer en su querida Upata para compartir con su gente. “Willy” es un ejemplo a seguir para las presentes generaciones, y las pasadas quienes aún lo admiran por su desempeño dentro y fuera de la cancha. Amigos lectores gracias por la lectura, y hasta la próxima oportunidad.

Para contactos @joseceden.

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