La clave de la revolución positiva

El insumo necesario e indispensable — casi suficiente — para ejercer responsablemente una gerencia pública, no es otro que el sentido común. Sin él resulta imposible desarrollar, con eficiencia, las actividades inherentes que tienen que ver con el rol gerencial implícito.

La continua toma de decisiones que es, a su vez, la definición sinóptica más adecuada y sencilla, pero que implica poseer una efectividad en el proceso de información amplia veraz y sobre todo oportuna, que aunado al estímulo de las percepciones provenientes del “alimento” informativo, nos conduce a valorar y escoger, con mínima posibilidad de errar, la percepción que procede.

De no hacerle caso a la percepción con “sentido común”, se amplía la brecha equivocada y las posibilidades de acertar se reducen innecesariamente. En el actual gran momento histórico de cambios y transformaciones inaplazables en la democracia que vivimos, bajo la guía de una constitución inspirada en los elevados principios y pensamientos óptimos –por lo justos que son– del Libertador, preñados de rectitud y probidad, los insólitos problemas de alta inopia heredados en viviendas, salud, educación, alimentación, servicios, moral etc., han requerido de una administración de los recursos, a todos los niveles, con criterios de sensatez, orientados hacia la solución de los problemas hasta transformar el hábitat en bienestar colectivo e impulsado por todo lo bueno que almacena el sentido común, orientando actividades hacia las reivindicaciones de la gente desposeída y con el convencimiento pleno de que es esa la mejor manera de alcanzar exitosamente un robusto capital social para cada comunidad.

No otro es el remedio para las “enfermedades sociales”.

En este orden de ideas, el gobernar en Venezuela no tiene otra alternativa que ser revolucionario, agudizando la creatividad del pensamiento lateral como la forma para acertar en la solución eficaz cuando “uno sabe lo que quiere, pero no sabe cómo lograrlo”.

Es aquí donde la información juega su importante papel como alimentadora fundamental de las percepciones, lo cual facilita observar con claridad el ambiente que nos rodea en toda su plenitud, y así atinar y lograr las soluciones a todas las calamidades.

Se infiere, entonces, que debemos popularizar aún más una agresiva gerencia social idónea, apuntalada con un inequívoco criterio colectivo de las cosas, que junto a la información y las percepciones constituyen la clave de toda revolución positiva, como nuestra bolivariana.

Vainitas en el postre
— Es el momento de reencontrarnos todos, basta ya de tanta diatriba. (Presidente Maduro)

..Y mientras nuestra lucha popular se concentre, no habrá jamás derrota en el combate.. (HCH).

— El hombre es naturalmente bueno y conserva su bondad siguiendo los ejemplos de sus antepasados virtuosos y viviendo en armonía con sus semejantes. (Confucio).

— La amistad rotaria, como ocasión de servir y ser útil, ennoblece al mundo.

— Ante la duda de acertar para resolver cualquier calamidad social, solo pensar en cómo lo haría Chávez se atina en su solución con los mejores resultados…es así.

— La democracia en EEUU está en peligro. (J.Biden)…o sea al capitalismo imperial se le acerca su inevitable y pomposo funeral…¿quién le enviará flores?.

— El legado infernal de Iván Duque : 39,8 % de pobreza y 19,2 % de miseria, las mayores de la región, con 100% en corrupción, narcotráfico y paramilitarismo….

— El único error de Chávez fue su “turca” nacionalidad beisbolística. (El “rugido” de un fanático).

— Con Lula, Maduro y Petro, la amplia puerta de la mejor historia de la Patria Grande bolivariana se le ha abierto a Latinoamérica…

— Una oposición sensata, sana y normal convierte su crítica orática en participación constructiva que beneficie al pueblo…¿lo harán?.

— Consolidar la V República Bolivariana Socialista Democrática es la más bella y luminosa justificación de más de dos siglos de lucha y sacrificios. (HCH).

— A propósito del encuentro en Egipto sobre el Cambio Climático, el presidente Maduro exigió luchar por “una humanidad reconciliada siempre con su naturaleza”; recordando la inequívoca exigencia del presidente Chávez en Copenhague: “No cambiemos el clima, cambiemos el sistema”. (Chávez, siempre Chávez.)…Maduro culminó pidiendo “acciones concretas inmediatas”. Amanecerá y veremos..

— Mis elevadas palabras de profundo agradecimiento al humanísimo y competente personal de la Sala de Emergencia de la Clínica Santa Ana, quienes bajo las instrucciones precisas y entrega llena de bondadosa sensibilidad social y sapiencia profesional de la joven doctora Rosalba Hurtado, pude recuperar un súbito y delicado deterioro de mi salud en pocas horas….con Chuito observando.

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