Intoxicación por plantas
La situación socioeconómica actual ha convertido el uso de las plantas como una alternativa válida para enfrentar el proceso salud-enfermedad. Son muchas las plantas de las que se provee el hombre como fuente de principios activos para la medicina, pero existe un gran desconocimiento sobre como emplearlas, sus efectos tóxicos y su dosificación para lograr resultados terapéuticos.
Una intoxicación por plantas es la manifestación clínica de toxicidad consecuente a la exposición a plantas tóxicas, vehiculizadas por los alimentos tanto sólidos como líquidos o por contacto con ellas. Los reportes internacionales reflejan que estos casos se corresponden entre 1 a 2 % de todas las intoxicaciones y la mayoría es consecuencia tanto por el consumo por error en la identificación, exceso en la cantidad ingerida como por negligencia. Los casos accidentales afectan a los niños, sobre todo los menores de 6 años y la muerte representa 0,2 % de todas las muertes en intoxicados agudos. Las plantas tienen gran absorción tanto por vía oral, cutánea y vía respiratoria; dependiendo de su vía de entrada producen en piel vesículas, inflamación, quemaduras y en el área gastrointestinal vómitos, diarreas, entre otros, que posteriormente afectarán a diversos órganos dependiendo de la especie involucrada.
Para el diagnóstico es importante la anamnesis del paciente o de los familiares o acompañantes a fin de obtener datos en relación al tiempo transcurrido entre la ingestión y la aparición de los primeros síntomas y sobre la naturaleza de éstos, así como la cantidad de vegetal ingerido, parte ingerida (hojas, frutos, raíces, semillas), además de la forma de preparación, cruda o cocinada. Sin lugar a duda el aporte de una muestra de la planta ingerida es preferible.
A diferencia de otras intoxicaciones, las provocadas por plantas suelen poseer una orientación diagnóstica complicada, pues en general las personas no refieren el antecedente de ingestión del preparado de la planta, y a esto se añade la poca información toxicológica que se posee de muchas especies vegetales, así como el poco conocimiento de botánica de los médicos, que suele dificultar la identificación de la planta, valoración, potencial tóxico y por tanto la aplicación del tratamiento especifico.
Dentro de las medidas de prevención en el hogar y sobre todo para evitar las intoxicaciones infantiles se recomienda: 1) No llevar a casa plantas que no estén identificadas. 2) Colocar etiquetas en las macetas donde se incluya el nombre de la planta. 3) Colocar las plantas en lugares inaccesibles para los niños. 4) De no ser posible lo anterior, colocar etiquetas que incluyan mensajes escritos o dibujados que indiquen que no son comestibles. 5) En caso de existir una planta tóxica o no identificada, se recomienda retirarla.
Por lo que respecta a las medidas de prevención o precauciones a tomar en medios o recintos donde haya niños, como los colegios, es prioritario el conocimiento de los tipos de plantas y evaluar la no utilización de aquellas ornamentales toxicas; caso contrario limitar el acceso mediante la instalación de vallas que las rodeen.
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