Hagan política como se hace política

Pareciera mentira, pero este pasar del Covid19 por todos los rincones del mundo, ha removido todos los cimientos de nuestra nación y ha puesto en evidencia el caradurismo de muchas personas que viven en Venezuela al resistirse a entender que en momentos como este, el País requiere de la bondad de todos para salir adelante y vencer esta pandemia que azota al mundo.

No se trata de preferencias políticas como han pretendido muchos para sacarle provecho a este mal, a sabiendas que lo que está en riesgo es la vida de la raza humana.

Es un infantilismo hoy día, seguir las “ideas”, “propuestas” y “razonamientos” bajo la matriz de la violencia, visto que esta provoca perturbaciones propias, que estimulan los patrones recurrentes de conducta negativa, desafiante, desobediente y hostil dirigida hacia las figuras que así considere.

Si vamos al caso de las preferencia políticas entre las clases que abrigan una esperanza que se oponga a las políticas del presidente Nicolás Maduro, eso no es malo, lo que es malo, es darle importancia relevante a un sector que no se conecta con las masas y que cree, que invadir, usurpar y provocar violencia, forzará a un cambio político sin necesidad de convocar a las masas populares y conquistar el poder sin la presencia del voto tal y como se hace en los países democráticos como Venezuela.

Allí está el ejemplo del autoproclamado Juan Guaidó, brotado de la mano de la derecha corrompida nativa, colombiana y estadounidense, que solo ha conseguido una relevancia negativa para el país, incluso para él mismo, al no terminar de cuajar en los corazones de la gente con todo y sus convocatorias a berrinchar en las calles. Ya nadie le para y por supuesto las grandes mayorías no asiste a esas convocatorias, salvo el grupito que aún le sigue y que albergan esperanzas locas como esa de que se produzca muertos que jode por el coronavirus, para frotarse las manos y culpar al gobierno nacional de dichas víctimas. Ese grupito ha sido torpe al pretender posesionar en la cima del poder al “presidente autoproclamado”, que lo que ha hecho es mal poner el gentilicio de los y las venezolanas por todo el mundo.

Juan Guaidó conminó a la juventud a irse de Venezuela, parte de ella lo oyó y ahora esta arrepentida porque no ha sido lo lindo y bello que le pinto. Todo lo contrario, han sido vejámenes, discriminaciones y patadas lo que han recibido los venezolanos en los países extranjeros que eligieron “y que para ser felices” como también, para mandarle dólares por bojotes a sus familiares ¡Yo te aviso chirulí..! Y a los que se han resistido a no abandonar a su país, ahora les pide que “retomen nuevamente las calles” para salir de régimen de Maduro ¿Qué tal…? Cosas como estas, no hace a ningún país grande y mucho menos a una población progresista consciente de su voto.

Señores oposicionistas, aléjense del caradurismo y dejen de jugar con los sentimientos humanos, hagan política como hace política, no olviden que el pueblo venezolano es sabio…

Hasta el próximo.

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