Hacia nuestro Socialismo Cívico-militar
Los nefastos tiempos de los anticuados gobiernos cuartorepublicanos fueron décadas oprobiosas enterradas para siempre, donde una marginalidad creciente y exclusión expandidas con vileza crearon un sombrío panorama en los sectores más necesitados, inundando al país de pobreza a toda escala.
A ese caótico desastre de nación le puso fin la oportuna asonada “golpista” febrerina. Insurgió un inédito proceso de cambios y transformaciones con profunda voluntad constructiva popular hacia una nueva nación.
Desaparecida “de golpe” la pesadilla de 40 años al votar los venezolanos abrumadoramente por Hugo Chávez, comienza a dar “pininos” la construcción de un país distinto, totalmente libre e independiente, solo nuestro, solidario, de convivencia plena, donde sea norma de conducta ciudadana el respeto compartido, dándole sentido colectivo a las cosas en una sociedad de iguales, de justicia con trabajo constructivo y productivo; todo en democracia fuerte, segura, normal y sana, dentro de un permanente clima de armonía y paz placentera entre todas y todos. Es el porvenir que aspiramos con el arraigo creciente de hacerlo nosotros mismos.
Es esta, ninguna otra, la sociedad real, nueva y promisoria nación a construir con esfuerzos propios, sin injerencia ni entrepituras y sin bloqueos ni asedios fascistoides.
Es la Patria hermosa y potente que nos merecemos y que el sabio “talento con probidad” del presidente Chávez lo resumió magistralmente para los pueblos del mundo como Socialismo del siglo XXI, que en nuestro país lo viene impulsando, con unidad férrea, una vigorosa alianza cívicocastrense, creación visionaria del máximo líder, para quien, sin duda alguna, su revolución bolivariana es la artífice de nuestro socialismo cívico-militar, muy propio, sin copia ni calco de nadie.
Un socialismo cívicomilitar endógeno, concebido y nacido de las eximias y cimeras ideas y pensamientos irrebatibles del Libertador Simón Bolívar – ¡El Más Grande¡ -, quien nos lo exigió aquí en Angostura, cito “un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral que encadene la opresión, la anarquía y la culpa; que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz y que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad”. Muy difícil concebir un gobierno mejor.
Siglo 21:..¡Tiempo de pueblos¡¡
Vainitas en el postre:
El aceite, la leche y los granos los “desaparecen” de los CLAP, pero “resucitan” en los Periféricos a precios bachaquéricos…¿y los Supervisores?…
De “anteojito” el negoción verdecito en las colas gasolineras….
El fascismo crece en el silencio de la oscuridad.
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